El 12 de noviembre será una fecha que los amantes del Metal Extremo no olvidarán fácilmente, después de tanta espera y rumores, la energía que se desplegó en el mítico Teatro Caupolican de Santiago de Chile fue realmente impresionante, ¡ya lo veíamos en las caras de los suecos de Meshuggah al ver al publico al acecho!
La trituración cerebral comenzó con ‘Swarm’ - tema de su nuevo disco (Koloss) que lo único que logró fue atemorizar al público y al mismo tiempo dejarlos en un estado hipnótico de brutalidad, un comienzo en donde mirabas las caras de los asistentes y muchos no creían lo que estaban viendo, si Meshuggah en vivo a metros de distancia.
Debemos recalcar que la puesta de iluminación está muy bien pensada y muy acorde a la música de los suecos, esta va en sincronía con los Riffs y ayudan a que el trance crezca tema a tema.
Los colosos de Escandinavia continuaron sin piedad, sonaron ‘Combustion’, ‘Rational Gaze’, ‘Obzen’, y ‘Lethargica’, del álbum “Obzen”, esta primera tirada de canciones dejó a todos con el cuello en la mano, mientras el calvo Jens Kidman se le hinchaban las venas de la cabeza, en una puesta en escena que a ratos ya veías que la cabeza le explotaría, el tipo tiene una voz desgarradora y notable en vivo.
Después de una palabras breves, la carnicería continuo con ‘I Am Colossus’, ‘Demiurge’, ‘Dancers To A Discordant System’; ‘New Millenium Cyanide Christ’ y el reconocido ‘Bleed’, en donde las murallas de Riff sincopados a cargo de Marten Hangström y Fredrik Thordendal no daban respiro.
Dick Lövgren a cargo del bajo fue el que más se movió en el escenario, realmente la banda es bastante estática (excepto por Jens), pero eso da un poco lo mismo, lo que hace Meshuggah es música y muy buena, no exactamente un show de saltos o desenfrenados cabeceos.
Siguió ‘Mind’s Mirror’, ‘In Death is Life’, ‘In Death is Death’, y quien se roba la película es su sincronía absoluta es el gran Tomas Haake, un reloj suizo (pero esta vez nórdico), un metromono humano, el tipo es de otro planeta.
El show lo cerraron con ‘The Last Vigil’, y después de la despedida muchos se negaban a dejar el recinto, durante más de veinte minutos TODO el público coreaban ‘Future Breed Machine’, en algun momento si tuve la esperanza que la banda haría caso a la euforia del público, pero ya los rodies comenzaron a sacar el equipamiento y backline, lo que ya bajó los ánimos, pero sin duda dejo a todos con ganas de una segunda fecha de Meshuggah en el futuro cercano.
