TRAS UNAS GAFAS DE SOL: Joey Ramone murió

Antonio Abengoza
Antonio Abengoza,

Cantante, guitarrista y compositor del grupo Yeska. Nacido el 5 de marzo del 1987 en Herencia (Ciudad Real). A los 6 años le compraron su primera guitarra, aunque la afición seria a dicho instrumento le llegaría a los 12. Un par de años después ya componía sus primeras canciones, cuando aún cursaba estudios en el colegio de frailes.

Funda Yeska en el verano de 2004, grupo de rock duro y urbano que se estrena en 2010 con el disco Diez ases en la manga, y cuyas coordenadas estilísticas vienen marcadas por artistas como Rosendo, Roberto Iniesta, Antonio Vega, Iosu Expósito (Eskorbuto), Pepe Risi (Burning) y Francis Diez (Dr. Deseo). Hasta ahora todo lo que había escrito en prosa era de uso interno, así que el relato El tren del fracaso (Incluido en Simpatía por el Relato) es su debut en público. También escribe, a veces, en Hankover el blog de Patxi Irurzun. Entre sus escritores favoritos destaca a Joël Egloff, Almudena Grandes, Antoine de Saint-Exupery, Mario Puzo, Benedetti, Bukowski y Dostoievski

El 15 de Abril de 2001 murió Joey Ramone. Recuerdo leer la noticia sobre el medio día, y me impacto como un puñetazo en la boca. Una de esas noticias que te quitan el hambre y las ganas. Se lo llevó un maldito Linfoma, y dicen, que en el momento de su muerte escuchaba "In A Little While" de U2. No dejó la música ni en el último momento de su vida, ni siquiera para morir.

De los Ramones me marcaron mucho Joey y Dee Dee. Su música pasó como una bala por mi vida, atravesando todos los estereotipos que se creaban sobre lo que musicalmente estaba bien hecho y lo que no. Sus letras sobre esos acordes llenos de rabia y velocidad fueron las primeras que me empezaron a interesar, con esa actitud debían de soltar verdades. Algunas no las entendía muy bien, me resultaba difícil meterme en el contexto con unas traducciones tan malas, pero, aun así, me parecían muchísimo mejores que las de la mayoría de los "monstruos del rock", tenían un romanticismo contagioso, eran como letras de instituto soltadas con una profunda voz nasal.

He leído mucho sobre ellos. Debió ser muy difícil estar en una banda con unos caracteres y actitudes tan distintas entre sí, y a veces, con tan alta adicción a las drogas, tan marginales como la heroína y el pegamento. A parte de esto, Johnny practicaba un régimen casi militarista con el que sometía a todos los miembros, bueno, a todos no. Joey y Johnny ni siquiera se hablaban. Se tiraron un montón de años compartiendo vida pero sin dirigirse la palabra, por culpa de una mujer dicen, aunque viendo cómo se las gastaban los unos con los otros, seguramente hubiese más motivos, por ejemplo, en la forma de pensar, políticamente hablando. Creo que es motivo de admiración que los dos decidieran seguir ahí, mirando ante todo el grupo y las canciones, y por qué no, su medio para ganarse el pan.

Este mes se cumplen 12 años de su muerte, y tenía claro que mi artículo tenía que ir sobre su figura. Cuando empecé a pensar en lo que realmente quería transmitir, vi que como banda, reflejaban muy bien la actual situación del mercado musical. Fueron una banda marcada por la cabezonería, el trabajo y el tesón. Siempre ansiaron que alguno de sus discos tuviese buenas ventas, pero con cada nuevo trabajo que salía veían que su sueño seguía sin cumplirse. Lo asumieron antes que derrumbarse. Su único medio de vida fue tocar, tocar y tocar (y vender camisetas mientras tocaban). Patearse el mundo repartiendo Punk Rock, acelerando más las canciones, dejándose la piel y la salud para ofrecer un buen show en el que para distinguir cuando terminaba y empezaba otra canción solo tenias que oír aquel "one, two, three, four". Fueron la anti moda, con esas pintas… Joey se revolverá en su tumba al ver a los pijos con su insignia en el pecho, esos pijos a los que él golpearía con un bate. Ni siquiera pudo ver cumplido el sueño de entrar en el Salón de la Fama, aunque entró después de muerto. Los pantalones vaqueros ahora se venden rotos. Los vaqueros desgastados no eran una simple moda, el tiempo iba marcando su muesca, rompiendo, el uso diario y sin descanso hacía estragos. En ningún momento supo disimularlo, fue consciente, su vida y su alma iba mostrando la cabeza por aquellos jirones.

Hace tiempo vi una foto que mostraba un balcón con una sábana blanca colgando en la que se podía leer "Joey Ramone no murió". Me pareció bonito, pero no nos engañemos, Joey murió, ¿o acaso has visto nacer a un showman mejor que él?

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