Efectos de la crisis en la música Por

Indio Zammit

INDIO ZAMMIT es tabernero, pinchadiscos, productor artístico, compositor, promotor, cantante, responsable y dueño de Gruta 77 e incluso poeta. Como músico, ha estado en grupos como Bandera Negra,El Enjambre y Tarzán… ; como escritor, cuenta con las publicaciones deManchas Negras (1997), Elegí fracasar(2007), Como un hielo flotando el aguardiente (2010) y actualmente ha colaborado también en la antología de cuentos escritos por rockeros, que lleva por título Simpatía por el Relato.

 

A mediados de los años 70 la crisis del petróleo asolaba la economía británica. Las reconversiones industrial y minera provocaban las mayores protestas sociales de la historia reciente del país. El gobierno laborista no era capaz de convencer a la clase media. La tasa de paro juvenil fue en aumento desde 1975 a mediados de los 80.La rama mas derechista del Partido Conservador eleva a Margaret Thatcher a la cabeza de los “tories”. La Dama de Hierro gana las elecciones generales en 1979. Además de ser la aliada más fiel a la política exterior intervencionista y a la nueva carrera armamentística de Ronald Reagan, flexibilizó el mercado laboral, privatizó las empresas públicas, retiró gran parte de los subsidios y subió los impuestos. ¿Os suena?

En este ambiente crispado y de una juventud sin esperanza ni ideología surge en Londres el movimiento Punk. Una vez más, de la crisis nacía la protesta y de esta un movimiento artístico (en este caso fundamentalmente musical) que cambiaría todos los conceptos de la época y ,podríamos decir, que domesticado, sigue marcando hoy en día la pauta estética y filosófica del rock.

El movimiento Punk empujó al activismo a jóvenes que, hasta entonces, solo eran víctimas impasibles del modelo capitalista más feroz. Del rock partió esa rebelión. Del rock surgió una mirada atrás a la historia política y el rescate de alguna de las olvidadas ideas de los teóricos del anarquismo. Tal vez de manera frívola, tal vez como mera postura vengativa, pero los libros empolvados volvieron a abrirse y las as rodeadas por un círculo decoraron las ciudades.Cuesta trabajo creer que la respuesta social a la presente crisis vuelva a surgir desde el rock, un rock que es negocio (y no lo digo peyorativamente) y que, por tanto, ve afectados sus ingresos y pone en peligro sus puestos de trabajo como cualquier otro gremio. Lo se bien. Vivo del rock. Pero sería tan bonito vivir una pelea ciudadana, un basta ya; una firme oposición al manejo de La Banca, a las medidas correctoras a la crisis por parte de gobiernos implicados en la propia causa de la misma; una insumusión fiscal y a los pagos de hipotecas; un no rotundo a las privatizaciones, a los recortes sociales… y que todo esto naciera de una canción.

Se que esto no va a ocurrir, pero sería tan bonito que la primera reacción partiera de una canción…


Efectos de la crisis en la música Por

Marcos Rubio

Marcos Rubio se describe a sí mismo del siguiente modo: Nací en septiembre de 1966, en Lorca. Agricultor, matarife y...organizador de conciertos en los ratos libres. A finales de los 70, Deep Purple, AC/DC, Black Sabbath, Judas Priest...me abrieron las orejas a este fascinante mundo de la música Rock. En 1987, con papeles de “paletico murciano”, me largué a Donington, la meca del metal en aquella era, a orgasmear con Dio, Bon Jovi, Metallica, Anthrax, Wasp... 12 ediciones de Lorca Rock, 5 de Leyendas del Rock, 13 de Aúpa Lumbreiras y decenas de conciertos. Y ahí seguimos, resistiendo

 

Centraré estas cuatro letras en la música en directo, que es el aspecto donde más me muevo. El marrón de los cd’s, descargas, estudios de grabación, Internet, etc…pa otros.

Paralelo al boom inmobiliario/especulativo que hemos padecido en nuestro país en la última década y fruto también de esos ingresos extras que engordaban las cajas de los ayuntamientos, a resultas de jugosos convenios urbanísticos, se produjo una inflación en el número de conciertos/festivales. Quién no recuerda a Alice Cooper actuando en Daimiel, Scorpions en Talavera, o viceversa, que bien no recuerdo. Festivales irreales en su intento de amortización, tales como el Mediatic de Alicante; los fastos del Xacobeo e infinidad de actos más. En definitiva, eventos subvencionados por la institución de turno o para dar salida a un dinero negro que brotaba a borbotones. Cada pueblo, por pequeño y humilde que fuese, contaba ya con su Fulanito Rock y ay de aquél desdichado concejal de festejos que no lo fagocitase.

Como resultado de ese dispendio, nos pegamos un atracón de conciertos gratuitos, donde pareciera que todo era no remunerado, que nadie, ni artistas, ni técnicos, cobraran, ni que las cosas costaran un duro. El público, hastiado y engrasado hasta el tuétano, comenzó a no valorar lo que tenía delante y se produjo una desgana traducida en una bajada sustancial de asistencia a conciertos, giras y festivales varios.

A día de hoy, los dineros del rey han desparecido y los ayuntamientos se afanan en pagar primero la nómina de alcaldes y concejales, que después ya veremos. Listos para la reconversión, que decía el maestro en su día; por tanto, toca ahora un drástica reducción de eventos rockeros, un ajuste de oferta/demanda que, unido a la delgadez extrema de muchos bolsillos, hará que la gente seleccione muy bien a dónde quiere ir gozar de sus guitarrazos favoritos.Resumiendo; que hay menos dineros para fundir en ocio, pero a su vez, menos actividades musicales donde hacerlo. Una contracción en toda regla. A ver quién resiste.



Efectos de la crisis en la música Por

David Envidia Kotxina

David Envidia Kotxina, también conocido en su círculo de amistades como “Reconoce” o “Txafas”, es un madrileño del barrio de Hortaleza que ha pasado por grupos como Los Reconoces, en el que se encargó del bajo, de los coros y se atrevió incluso con la letra de algunas de las canciones que nos dejaron como herencia de aquella etapa. Tras la disolución de Los Reconoces, David formó junto con sus compañeros, otra banda llamada Fucking Mondays, la cual iría compaginando con Envidia Kotxina, grupo al que pertenece desde el año 2002, encargándose igualmente de bajo y coros

 

No soy estadístico, ni economista, ni sociólogo y por lo tanto lo que yo pueda aportar no viene de otro sitio que de lo que veo y lo que deduzco desde mi propia subjetividad de “músico”. En un mundo que gira principalmente alrededor de valores económicos una crisis económica afecta a casi todos y a casi todo. A la música también. Por una parte es verdad que el hambre agudiza el ingenio y las crisis deberían hacer evolucionar la música y cualquier otra forma de expresión artística hacia manifestaciones más arriesgadas e innovadoras. Pero otra parte, cuando cuesta llegar a fin de mes de lo primero que se priva la gran mayoría es de la cultura (el fútbol, por supuesto, no es cultura). Y cuando la gente no tiene pasta para gastarse en cultura o en música, que es de lo que hablamos, se reduce el número de conciertos, se cierran salas, se graban menos discos... en definitiva, se reduce la oferta musical.

A una banda como la mía también nos afecta esto. Por una lado están los conciertos en salas, en los que la banda es la que carga con los gastos y se reparte los beneficios si los hay. Los gastos siguen siendo los mismos de siempre o más (alquiler de sala, furgoneta, gasolina más cara todavía, etc.) pero resulta que ahora la gente sale menos a los bares y mucho menos a los conciertos con lo que es más difícil cubrir los gastos. Esto supone también que se hagan menos conciertos por temor a no cubrir. Por otro lado tenemos los pequeños festivales y fiestas de verano. La crisis es una buena excusa para que las instituciones nieguen una pequeña subvención a la asociaciones de chavales del pueblo que van a organizar el concierto de todos los años.

Menos subvenciones = menos conciertos, conciertos con menos bandas o con bandas locales menos conocidas y con cachés más bajos. Está claro que la crisis no afecta por igual todos. Puede que a las bandas menos conocidas les de más oportunidades o reduzca la diferencia con otras bandas más “consagradas”. Los que empiezan están viviendo su crisis desde el principio así que tampoco es que les vaya mucho peor.

Esta crisis económica coincide con otras crisis, como la de la industria discográfica, la de los conciertos en salas a favor de los festivales, la de los estudios de grabación... Los tiempos cambian y las cosas evolucionan de una forma o de otra. Muchas cosas buenas se perderán pero saldrán otras mejores. Estamos volviendo un poco al DIY (Do it yourself - Hazlo tú mismo), a lo mejor la crisis empuja a la gente a moverse un poco y a crear nuevas iniciativas. Además mientras haya una guitarra y alguien con ganas de contar cosas la música siempre estará ahí. Creo que la crisis afecta a los músicos más que a la música.

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