Resurrección de los (grupos) muertos Por Kike Babas

Kike Babas, actualmente al frente de Kike Suárez & La Desbandada, es un artista al que sus amigos definen como “pluma que siempre vuela alto” y con un “trazo de boli Bic cargado de sangre”; como  “punk y realismo”, como “corazón de barrio”, como “contador de historias, poeta de parque y entrañas”...

Recuerdo que hace unos años estaba muy mal visto eso de que las bandas que lo habían dejado se juntasen de nuevo unos años después. El gesto parecía poco auténtico, la gesta poco creíble, y en el aire quedaba la sensación de que eran unos peseteros. Eso sí, el negocio funcionaba.

La muerte es lo que tiene, que fascina. La de los grupos también. Tanto para aquellos que lo dejaron en la cresta de la ola, como para aquellos que fueron pasto de malditismo y minoría pero a los que el tiempo fue poniendo en su sitio por la posterior importancia de su influyente legado, como para aquellos otros que vieron que su estrella empezaba a apagarse y no quería pagar el peaje del descenso… lo cierto es que todos veían elevada la leyenda a limbos estratosféricos, a las buenas palabras y honorables sentimientos que la muerte otorga siempre a posteriori.

Claro, ponerse a resucitar el cadáver parece que en el papel solo queda bien escrito en La Biblia y si el muerto es Cristo. Porque en la realidad los héroes regresan más gastados, más viejos, y con distintas motivaciones, y donde antes hubo tersas pieles, melenas y pechos al aire, ahora hay calvas, arrugas y barrigas. Donde antes había un incierto presente de repertorios nuevos y trabajos a estrenar, de urgentes y lustrosos sentimientos a mostrar, ahora hay una somera revisión del pasado, que precisamente ya pasó (y con él sus circunstancias y sus características), un set list del que igual se han olvidado hasta su motivaciones originales, pese a que el piloto automático lo sepa ejecutar con oficio… Aunque tampoco tiene por que ser necesaria o exclusivamente así, también persiste el hecho de que los antiguos amigos quieran volver a tocar juntos por el mero hecho de revivir y ensalzar precisamente ese viejo espíritu de amistad, una manera de disolver las rencillas en el aire, el placer de desempolvar un repertorio que había quedado adscrito a la genética de cada uno.

Francamente tampoco entro mucho en sus razones. Como público, me quedo con las mías: la posibilidad de ver en directo una formación ejecutando unas canciones que me gustan. Como finalmente ha habido tanta gente que se junta y se desjunta, la coartada de la pasta parece que ha dejado de ser un grito en el cielo, se ve como más normal, se le quita hierro al asunto ¿Qué te quieres juntar con los viejos colegas y sacar un perrillas? Pues qué tiene de malo. Pues bien. Eso sí, házmelo pasar a gusto.

A mi estos rejuntes me han dado la oportunidad de ver en directo a algunas de mis bandas favoritas, y bien contento y orgulloso me puso y bien que me lo pasé. Vi a The Velvet Undeground en Londres (¡los cuatro miembros originales!), a The Who en Zaragoza, a Iggy and The Stooges, tanto con el ya fallecido Ron Ashetonen (en Vitoria y en Toledo), como con James Willianson (en Madrid), he visto a los Television de Tom Verlaine en Londres y en Madrid, y también en el Foro vi a los Love de Arthur Lee (único miembro original) y a Robert Plant y Jimmy Page, que no lo llamaron Led Zeppelin, aunque podían. Otros me los perdí, me hubiese gustado ver a The Police (he visto a Sting, pero no es lo mismo), a The Sex Pistols, que tuvieron la honradez de llamar a su gira el Tour del Lucro, (llegué a pillar su entrada, pero justo suspendieron ese día). De aquí estuve en el regreso de la Vulpess en Bilbao y en el de RIP en un ViñaRock, ahora toca Los Enemigos.

Tengo la suerte de que King Putreak, el grupo en el que estuve muchos años antes de iniciar mi carrera solista, nunca generó expectativas, ni dinero, ni fama, ni lágrimas una vez separados, así que nunca habrá esa tentación. Hay pasados que están mejor enterrados.

Resurrección de los (grupos) muertos Por Pajarillo

Pajarillo es uno de los fundadores de Porretas, junto al fallecido Rober. Es además, una de las voces y el bajista de la banda del madrileño barrio de Hortaleza. Junto a un innumerable número de conciertos a sus espaldas, en su haber tenemos, hasta la fecha, un total de 11 LPs a los que hay que sumar al menos,  un par  de ellos más en directo, que avalan la carrera de esta banda desde aquel año 1985 en el que empezaran a dar sus primero pasos, hasta el mismísimo día de hoy.

Bueno con respecto a las bandas que se vuelven a unir después de años de separación, mi opinión es que después de batallar años y años de miles de kilómetros en la carretera y bolos y más bolos, hay grupos que deciden parar bien por desavenencias, saturación o porque creen conveniente parar una temporada para volver con las pilas recargadas.

La verdad que sabemos de grupos que lo dejan y emprenden su camino por otros lados y no vuelven a sus bandas originales bien por que les va de puta madre o porque sencillamente ya no contemplan la idea de volver con sus antiguos compañeros. También hay otros que sí que vuelven a unirse, quiero pensar que lo hacen porque es lo que siempre han mamado y tienen un mono terrible de volver a salir a la carretera, pero también los hay que se aprovechan de la situación, primero para hacer giras de despedida y después para hacerlas porque se vuelven a unir, en definitiva que les gusta pillar pasta sea de la manera que sea, desde luego el que lo hagan no se les puede reprochar ya que la banda y éxito es de ellos, pero claro está que no es lo mas ético.

La opinión que yo tengo es que tanto los que lo hacen como los que no, están en su legitimo derecho, pero que sepan que no pasan desapercibidos para la gente que les siguen, si es verdad que a pesar de ello, los grupos que nos gustan siempre nos gustarán ahora, antes y después.

Resurrección de los (grupos) muertos Por Neno

Neno es bajista y cantante del madrileño grupo Con Mora, desde hace ya siete años. En estos momentos están metidos de lleno en lo que será su segundo disco, que nos darán a conocer muy pronto. Como él mismo nos cuenta, lleva prácticamente toda la vida en esto de la música, tocando aquí y allá, con unos y con otros.

Todos/as tenemos nuestros grupos preferidos, esas personas que se juntaron un día para hacer una música que llegaba hasta lo más profundo del alma para llevarnos a sitios donde nunca habíamos estado y que nos hacían sentir una sensación especial que bla,bla,bla,...pero, un día nos enteramos que estas mismas personas que nos encandilaban, nos dejan sin esa música tan hipnótica y leemos el titular "Se separan". Esto jode y mucho, porque somos animales de costumbre y claro, esto ayer no estaba así. Una vez acostumbrados a esta separación, un día vemos al mismo grupo en un cartel, revista, Internet y demás, con un disco bajo el brazo, una gira y, espera, espera.... un momento... ¿pero esta gente no estaba separada? ¿pero que hace esta banda?, ahora que ya los daba yo por retiraos .... y nos jode, no sabemos si, porque ya estábamos acostumbrados a esa separación o porque, simplemente, nos da miedo lo que nos vamos encontrar, porque... ¿qué nos vamos a encontrar?

Se me ocurren tres cosas que nos podemos encontrar.

1 - Monigotes danzando, cada uno a su breva, sin ton ni son, por un escenario frío, intentando hacer aquellas canciones que alguna vez nos llegaron al alma y bla,bla,bla, y que desde que llegan al camerino se quieren bajar, recoger la pasta y salir de allí corriendo porque lo que les movió a estar hoy ahí es, solo, el puto y asqueroso dinero, esa cosa que se inventó hace mucho tiempo y que, para conseguirlo hay que dedicarse a algo en la vida, que, por otra parte, es muy decente, trabajar, digo.

2 - Una puesta en escena seria, con un control del "aquí y ahora" estudiado, bien de aquí y bien de allá, pero con falta de carisma, son gente que se está dando otra oportunidad y esto, es de aplaudir, pero están en el proceso, aún no lo han conseguido y las canciones lo notan y lo nota el escenario y lo noto yo, con mi entrada en el bolsillo, sabiendo que, hoy, nadie me pondrá los pelos de punta, pero que el trabajo, como tal, bien hecho está.

3 - Música......... OSTIAS.......... Música.... .... Era eso lo que me movía a venir a los conciertos ,a comprar los discos y a escucharlos, (que no es lo mismo), es la música la que nos tenía atentos al escenario, a los discos, no es este tío, ni aquella chica, con sus egos y sus posturas, es la música, puedo cerrar los ojos y sentir como, ahora sí, se me ponen los pelos de punta y disfruto esa canción que me vuelve a llevar a ese lugar en el que daba igual todo, porque hay sentimiento, "feeling", eso es lo que emana el escenario, gente que se entiende y se comprende encima de un escenario y que están compartiendo el mismo momento y que, al terminar, cobran, claro que cobran, el trabajo se paga, pero nos damos cuenta que como en sus inicios, no vinieron aquí a eso.