CRÍTICA ALBUM: Discordia - Basado en hechos reales

Discordia - Basado en hechos reales

1-En un mundo mejor 2-El día de los inocentes 3-La mala sombra 4-Vacúnate 5-Ratones y serpientes 6-Arte-Facto 7-El juicio 8-Basta 9-Vivir 10-El habitante incierto 11-Por la espalda 12-En busca del tesoro 13-La plaza 14-Debajo de tu ombligo (Bonus track) 15-En busca del tesoro [acústica] (Bonus track)

  • Discordia
  • «Basado en hechos reales»
  • (Maldito Records)

Pasión y resistencia, el primer disco de los Discordia, data de 2002, una ópera prima potente y punkarra en la que se podían apreciar infinidad de tendencias, aunque siempre con la actitud combativa por bandera. Once años después, los murcianos sacan a la calle su sexto trabajo, Basado en hechos reales, grabado en los estudios La sala de máquinas de Murcia y con Manuel Torroglosa a los mandos. El plástico refrenda una realidad, los de Totana hace tiempo que encontraron su propia fórmula: rápidas melodías y estribillos accesibles, dos rebanadas sobre las que preparar un buen aperitivo a base de crítica e injusticias.

A primera vista, Basado en hechos reales destaca por la cantidad de tracks que lleva, 15 para ser exactos, y resulta complicado establecer qué temas despuntan por encima del global, ya que prácticamente todos se encuentran a un mismo -y buen- nivel. Sin embargo, ante la necesidad de poner el foco sobre algún corte, los elegidos serían Vacúnate, Arte-Facto, Ratones y serpientes y El habitante incierto, por la suficiencia del grupo para cambiar de ritmo, la solvencia con los riffs y sobre todo por su capacidad para percutir en la cabeza y ser tarareados hasta la extenuación. En sí, éstos tratan temas como el virus que supone el capitalismo, el ataque a la cultura y ya más trabajados, la dualidad bien/mal del ser humano -que lleva a la relatividad del ser- y la dubitativa pertenencia a un territorio debido a las leyes. Esta última muy en la línea enérgica y reflexiva de trabajos anteriores.

Por otro lado, encontramos pistas que tratan temas mucho más típicos dentro de la escena punk rock, como son la religión en El juicio, donde se deja para la posteridad a unos santos encargados de juzgar los actos; el descalabro social producto de las políticas actuales en El día de los inocentes; o el tan manido recurso de posicionarse del lado de las movilizaciones ciudadanas en La plaza (homenaje al 15-M). Los tres con gran presencia de los coros, así como una preeminencia de las baquetas. Quizá valga la pena destacar el empaque de El juicio, aunque a la hora de la verdad, el último de los tres ejemplos fuese el escogido por el grupo como single de presentación.

Otra de las ideas que el cuarteto de Murcia intenta que cale es la de la disidencia como forma de vida (muy relacionada con el nombre de la propia banda). Vivir, La mala sombra y Por la espalda inciden en la vida como acto de transgresión, primero eligiendo el camino y segundo sufriendo las consecuencias, que no son otras que permanecer en la sombra o ser un ciudadano de segunda. Cabe hacer hincapié en el freno que supone Vivir, incrustada entre dos cortes ágiles y dinámicos. Es más, ni siquiera la romántica, En busca del tesoro, redunda en una melodía edulcorada y pastelosa, sino que se sustenta en la potente batería y tira de una lírica cuyo hilo argumental es el sexo.

Aisladas quedan En un mundo mejor y Basta, optimismo y pesimismo respectivamente. La primera supone una rápida apertura del compacto, donde ya se atisban las cartas con las que jugará Basado en hechos reales, melodías punk rock que se sitúan a caballo entre lo potente y lo liviano, entre lo transgresor y lo prototípico, entre la monotoneidad de la melodía y la regularidad de la armonía. La segunda, simple y llanamente un dardo envenenado a la plataforma Intereconomía.

Discordia rematan el disco con dos extras. Realizan una versión acústica de En busca del tesoro y recuperan Debajo de tu ombligo, presente en su primer trabajo, Pasión y resistencia.

Basado en hechos reales quizá no sea el mejor trabajo de Discordia, pero no se puede negar que una vez se le das al play, éste sonará de principio a fin sin excesiva dificultad. Es sencillo y directo, y eso juega a su favor. Sin embargo, se echa en falta esa canción que no te puedes sacar de la cabeza, la que va directa a los recopilatorios y que con el paso de los años mantiene actualizados al resto de cortes.

  • Alberto Pozo

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