Sensacional regreso a la actualidad discográfica la de esta relativamente joven banda madrileña que respira y destila hardrock por sus cuatro costados. Después de dos anteriores referencias, vuelven con un total de diez composiciones que dan forma a un disco que reproduce a la perfección todos aquellos elementos, marcas y clichés que hicieron y todavía hacen reconocible un género tan indispensable como lo es el del hardrock de claras influencias norteaméricanas. Aquellas que lo hicieron un día grande y lo pusieron en boca de todos aparecen de alguna manera reflejadas en este trabajo.

Hard Wires trata de recuperar ese espíritu con la reedición en este 2013 de su disco "Reina del Juego" que invoca esencias y sustancias de otro tiempo sin renunciar a la frescura del presente. Y no sólo lo intentan sino que lo logran de forma holgada y con sobrada solvencia, algo que está sólo a la altura de muy pocos. Puesto que con demasiada frecuencia son muchos los intentos y muy pocos los resultados óptimos que se se logran en dicho propósito.

Ellos demuestran saber aquello de lo que están hablando, del mismo modo que manejan con absoluta naturalidad eso que tienen entre manos. Fieles como pocos a un esquema que no por en algunos casos manido y erroneamente rechazado por algunos ingratos, han conseguido facturar un disco soberbio y apto para quienes consideran dicha fidelidad como una virtud y no como un lastre. De ahí que la influencia de los grandes clásicos pueda percibirse de principio a fin, y además con un resultado más que óptimo. Si no, basta con escuchar canciones como Reina del Juego que sirve para abrir el álbum de la manera más acertada, con unos coros absolutamente pegadizos, en los que la destacable voz de Kalen se muestra en todo su esplendor. Sublime siempre y ejerciendo como elemento común denominador a lo largo de todo el trabajo. Como también lo son no pocos de los riffs que salen de la guitarra de Bourbon que también hace una aportación mayúscula y más que acertada a la composición.

Cansiones como Recuerdos de un rock & roll o En mi Celda, son igualmente temas destacables. La primera con pretensiones de himno generacional y un resultado adjunto a dicho propósito y la segunda por lo contagiosos de su estribillo. Generación Artificial permite reconocer algún coqueteo con formas y estilos que más podrían tener que ver con los 90 que con los 80, pero en todo caso mantiene la impronta de una banda que insistimos lo tiene muy pero que muy claro. No podía ser menos teniendo como referencia a bandas como Motley Crue, Guns ´n Roses, Poison o Warrant (de los cuales incluyen un cover en este trabajo). Eso dicho por ellos mismos y sobre todo corroborado por quienes después de escuchar este Reina del Juego no admiten duda ni réplica al respecto. Pocas dudas pueden surgir al respecto después de escuchar ese fantástico medio tiempo que recibe el nombre de Camino sin mirar atrás, y este sólo sería un ejemplo que sumarse a los otros nueve restantes.

Si a todo este vasto ejercicio de solvencia compositiva e instrumental le sumamos una producción más que acorde sobresaliente a las necesiades de un trabajo de estas carácterística podemos llegar a decir que estamos ante un disco de nota. Apróximarse a él es garantía de contagio.