Segundo álbum del grupo, un proyecto musical de ciencia ficción de Samuel Barranco. El disco en un álbum conceptual basado en un relato de Abel de Tena sobre un planeta orgánico llamado Queztgull, dividido en cuatro actos y un epílogo.

Participan en el disco hasta nueve vocalistas de países diversos, como España, EEUU, Malasia, Suiza, Bélgica, Argentina y Senegal y también muchos músicos.

El disco sigue la historia del planeta, desde su nacimiento hasta su fin, y solo al escucharlo entero de seguido puede comprenderse la historia y cómo va evolucionando.

Musicalmente es espectacular, la variedad de ideas, sonidos, composiciones, letras…un trabajo a mi entender realmente complejo que tiene como resultado un disco impresionante, a pesar de que a la primera escucha pueda dejarte extrañado. Tras muchas escuchas es cuando empiezas a disfrutar y a ser capaz de meterte en la historia. Es una opera rock del espacio.

No hay un estilo musical que no toquen en el disco, desde el metal progresivo (el más utilizado) pasando por las partes vocales principales en un estilo rap, mucha intro y partes electrónicas, muy a cuento ya que se tratan temas de máquinas y aparatos mecánicos, incluso alguna parte flamenca.

Los músicos son excepcionales y los detalles del disco muy cuidados, los diferentes vocalistas, que representan algún personaje de la historia, están todos perfectamente integrados en el sonido y en sus personajes.

No se puede destacar un tema ya que van todos unidos y se disfruta más con la escucha conjunta que seleccionando un tema en particular. No sé si pretenden tocar el disco en directo, pero creo que perdería matices y frescura.

Un gran disco, no apto para mentes cerradas y necesita tiempo para calar. Te podrá encantar o no gustarte, pero indiferente no te va a dejar. Mi opinión ha pasado del asombro inicial a la admiración final y creo que ese será el camino del disco.