Había ganas de rock el viernes 15 de Julio a las puertas del Getafe Open Air. El sol de justicia no mermó las ganas de los asistentes de saltar, cantar y gritar con todas y cada una de las bandas que allí se reunieron, durante los dos días que duró esta edición del Sonisphere.
Viernes 15 julio
BULLET
El recinto abrió poco más tarde de las 18:00, y antes de que se situase todo el mundo delante del escenario, Bullet ya estaba arrancando la jornada de rock, con su Highway Pirates. La banda hizo un concierto rápido y fresco, con una estética motera y música con tintes de AC/DC, que animó al público y les preparó para las bandas que vendría después. Los guitarristas tenían una coreografía muy medida, y el sonido de todo el grupo fue bastante claro. Como era de esperar, el grupo terminó el concierto con su single bandera, Bite the Bullet, y tras acabar con el acople de guitarra de rigor, mostraron la parte de atrás de las guitarras y el bajo, donde se podía leer el nombre de la canción.
El escenario presentaba dos grandes pantallas a los lados, que permitían ver la retransmisión que las diferentes cámaras hacían de cada concierto. Lo que facilitaba a todos los asistentes seguir a todas las bandas, aunque estuvieses alejado del escenario.
Los miembros del staff ayudaron durante las horas de sol a refrescar el ambiente de las primeras filas del público, repartiendo botellas de agua y con mangueras. Estas últimas, no venían mal en ciertos momentos, pero… ¿no hubiese sido mejor colocar unos difusores de agua cerca de las primeras filas, que realmente refrescaran y no calaran hasta los calcetines?
ANGELUS APÁTRIDA
Poco antes de las siete de la tarde hacían su aparición sobre el escenario los thrashers albaceteños Angelus Apátrida. El calor era aún sofocante pero el público hizo el esfuerzo y ocupó casi toda la zona central hasta la torre de los técnicos de sonido. Con un acople de guitarra empezaron su desenfrenada descarga. En su setlist dieron repaso a su discografía haciendo hincapié en sus temas más populares, lo que provocaba numerosos puños y cuernos al aire. En un momento dado Guillermo nos recomendaba la actuación de Gojira y, por supuesto, la de Iron Maiden. Para finalizar eligieron Thrash Attack de su disco Give’em War, lo que formó unos cuantos pogos. Un buen show que contó con el favor del público (eran uno de los dos únicos grupos españoles que tocaban) pero que en cierta medida quedó deslucido por tanto calor y tanta luz; cosa que, por supuesto, ellos no hubieran deseado.
VALIENT THORR
La tercera banda en aparecer en el escenario del Sonisphere fue Valient Thorr. Los americanos presentaron su sonido de hard-rock/metal, animando constantemente al público. Fue el último concierto de su gira europea después de 6 semanas “non-stop”, y no podían haber escogido mejor escenario donde cerrar su tour. El sonido de la banda no fue de los mejores del día, ya que hasta la mitad del concierto no parecieron equilibrarse todos los instrumentos. A pesar de esto, Valient Thorr supo mantener los ánimos arriba (el cantante incluso bajó con el público en un momento del concierto), y defender los temas de su último disco Stranger, como Sleeper Awakes o Double Crossed.
GOJIRA
Los franceses Gojira presentaban su death metal progresivo ante un, ahora sí, numeroso público. Con un inicio muy melódico empezaba la actuación, pero enseguida los sonidos se tornaron en brutales. A pesar de la poca accesibilidad de su música, y un sonido un poco embarrado a veces, mantuvieron bien la situación dando buena cuenta de sus cuatros discos de estudio. Algunos de los temas que no faltaron fueron: Ocean Planet, A Sight to Behold, Flying Whales, The Heaviest Matter of the Universe, Toxic Garbage Island y Oroborus. A pesar de ser de Bayona, se dirigían al público en inglés aunque sí nos obsequiaron un “Muchas fucking gracias”. Durante la recta final de la actuación el astro rey empezó a perder fuerza, lo que permitió observar mejor la labor de los técnicos de luces; que hasta ahora había pasado totalmente inadvertida.
SÔBER
La sorpresa de la noche me la llevé con Sôber. Nunca me los había encontrado delante en un escenario, y aunque los discos me habían gustado bastante, los comentarios que había escuchado de su show en directo, no eran muy positivos. Pero ¡en qué error estaba sumido!. Los madrileños tenían una puesta en escena elegante, con la Ô de su nombre iluminando el fondo del escenario. Su sonido fue claro y equilibrado, lo que marcó la diferencia con los grupos de la tarde. Comenzaron el concierto con la canción que da nombre a su nuevo disco, Suberbia, para después continuar con Diez Años y La Nube. Hicieron un interludio instrumental, en el que el cantante, Carlos Escobedo, se puso a la batería, mientras que Manu Reyes, nuevo batería de la banda, se colocaba en el centro del escenario con un kit de percusión. Algunos de los temas que interpretaron fueron: Arrepentido, Fantasma, Hombre de Hielo, TicTac y acabaron con Loco y Sombras. En definitiva, un concierto muy completo y elegante. Aunque podrían haber guardado Diez Años o La Nube, para colocarlos en un punto más avanzado del setlist y rematar su show.
ARCH ENEMY
Un poco después de la medianoche los suecos Arch Enemy comparecían sobre el escenario. Con su death metal melódico por bandera, y con la impresionante voz de Angela Gossow y las guitarras de Michael y Chris Amott conformaron una de las mejores actuaciones de la noche. Con un público que abarrotaba las instalaciones y un sol que ya no era un problema comenzaron su actuación. Angela no paró de moverse en todo el show, mostrándose muy concentrada en su labor de transmitir su potente voz al respetable. Esta mujer rezuma odio cuando canta. Venían con su último álbum Khaos Legions todavía calentito y marcó el setlist desde el inicio con Khaos Overture y los temas como Yesterday is death and gone, Under black flags we march, Bloodstained Cross o No Gods, no Masters. Todo eso aderezado con clásicos del grupo como Ravenous, We will rise, Nemesis o Fields of desolation, con la que terminaron la actuación. Un show un poco corto pero con un nivel de intensidad impresionante.
SLASH
Poco más tarde de la 1 de la madrugada, se levantó un telón en la parte trasera del escenario, mostrando la portada del último disco de Slash y una voz en off daba la bienvenida al famoso guitarrista y al cantante Myles Kennedy, conocido por su banda Alter Bridge. Comenzaron con la canción Ghost y el setlist estuvo formado fundamentalmente por canciones de Guns’N’Roses, intercalando canciones del último disco de Slash en solitario y de Velvet Revolver. Como era de esperar, el concierto sonó perfecto, y no hubo nota o bending mal tocado. Además la voz de Myles Kennedy se adaptó perfectamente a todo el repertorio. Si tuviese que encontrar un pero, diría que me resultó algo monótono el ritmo del concierto, ya que todos los temas se estructuraban de la misma manera: parte cantada y otra parte de sólo de guitarra. Pero… ¿qué crees que vas a encontrar en un concierto de Slash?
La apoteosis llegó al final del concierto cuando tocaron dos himnos de la historia del rock: Sweet Child O’Mine y Paradise City, separados por Slither de Velvet Revolver, que hicieron emocionarse a todos los asistentes.
THE DARKNESS
Para acabar la primera jornada de rock del Sonisphere, el escenario se armó con dos muros de focos y un gran telón rojo con el nombre de The Darkness escrito sobre él. La banda arrancó con la canción instrumental Bareback, para enlazarla a continuación con Black Suck. The Darkness se centró en canciones de su primer disco, incluyendo únicamente de su segundo álbum One Way Ticket To Hell y Is It Just Me?. Uno de los momentos cumbre del concierto fue la lluvia de confeti en Love Is Only A Feeling, que hubiese resultado aun más emocionante si se hubiese colocado en el último tramo del show y no en el ecuador.
Aunque los intermedios entre canciones resultaron algo fríos, Justin Hawkins, voz y líder de la banda, no paró de saltar, brincar e interactuar con el público en todas las canciones, lanzando púas a diestro y siniestro. Con respecto a la música, me falló la poca nitidez, y en ocasiones poco cuidado, que presentaron los solos de guitarra. The Darkness, después de una larga temporada sin actividad, prometieron volver por nuestro país durante 2012, para presentar su nuevo trabajo que saldrá a la luz a finales de este año.
Sábado 16 julio
HAMMERFALL
Las tres de la tarde, con un calor asfixiante y nubes de polvo que se levantaban por todo el recinto, comenzaba la segunda jornada. Les tocaba el papelón de abrir a los powermetaleros suecos Hammerfall. A pesar de las condiciones adversas algunos aguerridos fans ocuparon las primeras filas. Abrieron con Any means necessary que la gente agradeció y empezó a corear y a saltar. Les siguió Renegade y Blood bound; un tema nuevo como Bang your head y dejaron para el final Let the hammer fall. Media hora que supo a poco.
MASTODON
Mastodon fue el segundo grupo en actuar en el escenario del Sonisphere el sábado. Con su metal progresivo y sus voces guturales, hicieron las delicias de todos aquellos asistentes que querían algo más duro después de las bandas más rockeras del día anterior.
Temas como Crystal Skull parecieron animar hasta el viento que, a pesar de ser algo incomodo por la arena que levantaba, ayudaba a que desde una visión más alejada del escenario, el espectáculo fuese más sobrecogedor. La banda toco los temas con un sonido claro, cañero y con una calidad impoluta. Aunque la interacción con el público fue escasa.
APOCALYPTICA
A continuación, dando el toque original al festival (¿quienes si no?), aparecieron en escena los chelos de Apocalyptica. Interpretaron principalmente las versiones de Metallica que les llevaron a la fama, como: Master of Puppets, Nothing Else Matters o Seek and Destroy. A diferencia de una de sus últimas visitas por nuestro país, este concierto no fue completamente instrumental, ya que además de la batería y los chelos, tuvieron la colaboración de un cantante durante un par de temas propios. Como por ejemplo I’m Not Jesus, tema de su último disco. Quitando un problema técnico con el sonido de uno de los chelos, al comienzo del concierto, personalmente aluciné con la energía que transmitió la banda durante todo el concierto, y pudimos confirmar que Rob Paravonian, estaba equivocado en su monólogo sobre el canon de Pachelbel… Tocar el chelo mola…Y MUCHO.
DREAM THEATER
Al despedirse Apocalyptica, entró en el escenario una jaula cubierta de timbales y platos, que no dejaba lugar a duda qué banda era la siguiente en tocar. Dream Theater iban a deleitar a los amantes del progresivo con una hora de concierto llena de notas, compases imposibles y virtuosismo a más no poder. Arrancaron con una intro de la banda sonora de la película Inception (Origen), Dream is Collapsing, haciendo una analogía con el periodo de crisis que paso la banda a finales del año pasado, cuando su antiguo batería, Mike Portnoy, decidió dejar la banda.
Pero como las ganas de seguir con el sueño eran muchas, durante este año consiguieron sustituto para Portnoy: el profesor de Berklee, Mike Manginni. El Sonisphere fue el primer encuentro de la banda con su nuevo batería frente al público español, y la acogida no pudo ser mejor. Repasaron canciones clásicas de la banda, como Under A Glass Moon, Fatal Tragedy o Metropolis Pt.I. Pero también nos dejaron escuchar el tema Standing On The Back Of Angels, de su nuevo trabajo en estudio, que saldrá al mercado a finales de este verano. La Interpretación de los Theater fue de libro. Prácticamente como escuchar los discos de la banda. Este es su show: demostrar que lo que suena en sus discos, no tiene ni trampa ni cartón. Para algunos, esta es la gracia de verles en directo, y para otros es su punto negativo. Pero a pesar de esto, la banda consiguió momentos épicos gracias a la interacción del público, como en la canción These Walls. Con respecto al señor Manginni, pocas pegas se pueden poner. Esta siendo capaz de tocar los temas más largos y rizados de la banda, aprenderlos en tiempo record y hacer que suenen exactamente como en el disco. Si tuvo algún fallo, fue prácticamente imperceptible. No se puede sino esperar grandes cosas de esta nueva etapa de la banda.
{pic36}IRON MAIDEN
Una hora después, el momento que todos estábamos esperando llegó. El escenario mostraba la estética de una nave, con el espacio de fondo, mientras por los altavoces comenzaba a sonar Satellite 15. Introducción que sirvió para calentar al público, que ya esperaba el golpe de caja de Nicko McBrain, que marcaba el inicio del concierto con The Final Frontier. Iron Maiden saltó al escenario con ganas de hacer vibrar a las miles de personas que estaban en el festival. Bruce Dickinson no paraba de moverse por la estructura montada expresamente para el show, mientras nos animaba a cantar y gritar con él, todas las canciones que interpretaban. Siguiendo con la estética espacial, el ritmo del concierto se asemejaba a un viaje estelar, en el que se alternaban telones con imágenes de sus discos (los diferentes destinos), con el telón de las estrellas y los planetas, que indicaba que el “viaje” continuaba.
Después de Two Minutes to Midnight, decidieron volver a su último disco, con The Talisman y Coming Home, que en mi opinión podían haber colocado en otra posición del setlist para no bajar tanto la intensidad del concierto. Pero su estrategia fue otra. Aun bajaron un poco más con el inicio de Dance of Death, para luego levantar el concierto con The Trooper, The Wicker Man y hacer un llamamiento a la hermandad de todas las nacionalidades allí presentes en el concierto, con la canción Blood Brother. De aquí hasta el final del concierto, todas las canciones fueron épicas. Durante The Evil That Men Do, tuvo una breve aparición un Eddie-alien de unos 4 metros de alto. Danzó a sus anchas por el escenario, fue atacado por los guitarristas de la banda y finalmente se colgó una guitarra para tocar junto al resto de los Maiden. Eddie no volvería hasta después del himno Fear Of The Dark. Apareció aún más grande, a modo de cabeza gigante, asomándose por detrás del escenario, durante la canción que da nombre a la banda. Los bises comenzaron con la invocación del diablo, que se hizo presente en el escenario durante The Number Of The Beast. Acabaron el concierto con Hallowed By Thy Name y Running Free. Se echaron de menos algunos temas míticos de la banda, como Run To The Hills. Pero era de esperar que se centraran un poco más en su último disco, puesto que el concierto formaba parte de la gira The Final Frontier Tour.
Ninguna pega se le puede poner al sonido, ni a la interpretación de Steve Harris y los suyos, que tocaron durante casi 2 horas, sin apenas descanso y demostrando que, como dijo Dickinson durante el concierto, “La Dama de Hierro” aún tiene mucho rock que darnos.
{pic38}TWISTED SISTER
Con los ecos de la actuación de Iron Maiden aún en los oídos, Twisted Sister saltó a escena. Con un Dee Snider hiperactivo que no paraba de moverse e interactuar con el público se marcaron una de las mejores actuaciones, a mi parecer, del festival. Muy divertidos y con unas tablas impresionantes se metieron, nada más empezar, a los espectadores en el bolsillo. Abrieron con What You Don’t Know, a la que siguió The Kids are Back y Stay Hungry. Después de We’re not gonna take it, Dee hizo a todo la gente corear lo de “Huevos con aceite” al ritmo del estribillo. Anécdota graciosa. Seguía la actuación y el señor Snider seguía sin control, corriendo de un lado al otro o tirándose por el suelo. Cuando cayó I wanna rock acabó el tema cambiando el estribillo por “I wanna fuck” entre risas y gritos del respetable. Salieron de la escena, pero volvieron enseguida para rematar la faena con Come Out and Play y S.M.F. Parece que el tiempo no pasa para ellos ya que se mostraron en plena forma.
URIAH HEEP
A pocas semanas del festival recibimos la mala noticia de que Alice Cooper no comparecería y en su lugar lo harían los ingleses Uriah Heep. Si le añadimos el cansancio acumulado tras dos días de festival dio lugar a que mucha gente decidiese abandonar e irse a descansar. Aun así, Uriah Heep pusieron todo de su parte para hacer un buen show. No faltaron en su actuación temas como Stealin, Look At Yourself, Into The Wild o Easy livin’ , con la que acabaron.
{pic44}LACUNA COIL
Los italianos Lacuna Coil fueron los que echaron el telón al festival; y al igual que Uriah Heep tuvieron el hándicap del cansancio acumulado, con lo que toda la gente que abarrotó el recinto durante Iron Maiden, se habían quedado solo en algunos miles. Repasaron su discografía con temas como Our Truth, la versión de Depeche Mode Enjoy The Silence, I Won´t Tell You o Spellbound. Aunque se dejaron en el tintero Swamped la actuación fue de lo más correcta.
Y así acabó la edición 2011 del Sonisphere. Acudieron, según datos oficiales, más de setenta mil personas entre los dos días; lo que fue sin duda todo un éxito para los organizadores.
- Karlos Garcia Insonoro.com
