Tres décadas han pasado desde que Obús parió “Prepárate” y puso la primera piedra de una exitosa carrera plagada de himnos para una generación que despertaba y comenzaba a apreciar el rock duro. Este año cumplieron treinta y para celebrarlo y reverdecer laureles organizaron una multitudinaria fiesta-concierto, que además será inmortalizada en un DVD. Como no podía ser de otra manera, la fiesta se compuso de buena música, invitados ilustres y buenos momentos.
Un telón rojo, como si de un papel de regalo se tratase, cubría el escenario e impedía ver su disposición hasta que empezó la intro y fueron apareciendo uno por uno los componentes del grupo. En último lugar un aclamado Fortu se presentó en escena y comenzaron los primeros acordes de “Corre mamón”, tema de su último disco. Le siguió “Más que un Dios” para centrarse luego en muchos de sus grandes himnos. Mientras sonaba “La raya” alucinábamos con la pegada de Carlos Mirat en la batería, con la potencia de Fernando Montesinos al bajo y la destreza y saber hacer de Francisco Laguna en la guitarra. Fortu es cosa aparte. Es un gran frontman y lo sabe. Manejaba al público a su antojo mientras se movía por el escenario con pasos lentos y medidos. Impresionante fue la acogida que tuvo “La autopista” con todos los asistentes vociferando al unísono su hipnótico estribillo y, sin tregua posible, continuaron con “Necesito más” y la también aclamadísima “El que más”, otro de esos himnos que evoca aquellas películas del cine quinqui, donde jóvenes delincuentes se buscaban la vida como podían. La rápida “Pesadilla nuclear” dio paso al momento provocador que caracteriza sus conciertos y que siempre se materializa en “Dame amor”, con un Fortu haciendo gestos y reclamando “amor” de la parte femenina del público. Tras “Viviré” vino la atronadora “Juego sucio”, donde el cantante se subió al bombo de la batería pidiendo al respetable que alzase los cuernos. Se produjo después una breve pausa y con el dulce sonido de un violín y unos teclados dio comienzo la preciosa “Complaciente o cruel”. Fue uno de los momentos mágicos de la noche, con banda y público en perfecta compenetración. Para “Él es Rock & Roll” salió a acompañarles Carlos Tarque de M-Clan y mientras sonaba el estribillo él y Fortu se señalaban mutuamente reconociendo el uno al otro su labor por el rock. Prosiguió el setlist y cayeron “Te visitará la muerte” con un espectacular solo de guitarra y la vengativa “Jódete”. “Dinero, dinero” estuvo respaldada por Fito Cabrales, que aparte de la voz puso una segunda guitarra a la canción. Para entonces la fiesta había alcanzado cotas espectaculares y para que no decayera, rescataron de su primer álbum “Yo solo lo hago en mi moto” y justo después y rodeados de amigos dieron buena cuenta del himno borrachuzo por excelencia: “Vamos muy bien”. Cerveza en mano bailaban y cantaban sobre el escenario Yosi (Los Suaves), Julián Hernández (Siniestro Total), Oscar (Lujuria), Brigi (Koma) y Silver (Muro). Un momento de receso y vuelta al escenario para los bises que empezaron con “Sin dirección” y continuaron con “Mal rollo”, que fue interpretada junto a los raperos Duo Kie. “Cállate” de su último disco y “Va a estallar el Obús”, aunque realmente hacía tiempo que ya había explotado, y para el final de los finales Fortu presentó a sus compañeros de armas y estos respondieron cada uno marcándose un solo de su instrumento correspondiente. Espléndidos fueron el de bajo y el de guitarra aunque el más espectacular fue el de batería y percusión. Tras la presentación de la banda se pasó a los invitados, dando entrada primeramente a su propia hija y a su amigo que ocuparon las plataformas altas de detrás de la batería y comenzaron a bailar cual gogos de discoteca. Con todos los invitados y algunos más que el propio cantante escogió de entre el público, procedieron con “Esta ronda la paga Obús” entre globos y confeti para acabar la velada.
Se retiraban ya a camerinos cuando el periodista Toni Garrido les retuvo para entregar a Francisco Laguna y a Fortu sendos discos de diamante por el millón de copias vendidas y agradecer sus treinta años de lucha por el rock.
El tema principal de la banda sonora de Piratas del Caribe amenizó la salida de los asistentes de la sala; un público que en su mayoría lucía una amplia sonrisa en la cara. Lo cierto es que un concierto como este no se ve todos los días y es justo señalar que la actuación de los músicos fue casi perfecta, mostrando en todo momento unas enormes ganas de agradar. Fortu, metido en su personaje, cambiando su vestuario y, espero se me entienda, con ademanes de folclórica supo conducir magistralmente el transcurrir de la noche hacia su terreno.
¡Felicidades Obús!
- Marta Errea