El pasado sábado nos acercamos a la Sala Sol para disfrutar del concierto que Brighton 64 ofreció en Madrid para celebrar su 30 aniversario. El mítico cuarteto Barcelonés venía a Madrid una vez más a emocionar al público con esos himnos que hicieron vibrar a toda una generación de Mods en los años 80.
Según nos adentramos en la calle Jardines en dirección a la sala, tuvimos un pequeño anticipo de lo que nos esperaba dentro. Bonitas Vespas y Lambrettas aparcadas a lo largo de la calle, adornadas con multitud de faros y retrovisores.
La escena Mod madrileña se dió cita para la ocasión, recibiendo a Brighton 64 como un icono indiscutible de su cultura pop urbana. Entre el público una gran mayoría de gente vistiendo sus mejores galas: Trajes ajustados y corbatas, gafas de pasta, polos Fred Perry ellos, vestidos ye-ye ellas. Entrar en la sala era como un túnel del tiempo que nos devolvía a los años 60.
Una vez sobre el escenario, Brighton 64 nos deleitó con sus temas de siempre. Ellos mismos bromeaban, anunciando que no iban a tocar ningún tema nuevo, ni de hace 5 años, ni de hace 10, ni de hace 15.
El público comenzó emocionándose al grito de"¡Club Negro!" al sonar La calle 46. Se convirtió en el pistoletazo de salida de un gran concierto en el que sonaron uno tras otro temas como Ponte en marcha para mí, Bola y cadena, El mejor cocktail. El público coreaba las canciones al unísono. Más aún subió la temperatura con Barcelona blues y La ley del mínimo esfuerzo. Y tambiénPalabras con sabor, Igual nos da igual, Haz el amor, En la medianochey Fotos del ayer.
El público se negaba a dar el concierto por terminado, emulando a los Mods de la película Quadrophenia al grito de "We´re the Mods, We´re the Mods, We´re We´re We´re the Mods".
Brighton 64 no defraudó a su público y volvió a salir al escenario para tocar un par de temas más, cerrando finalmente el espectáculo con su famosa Casa de la Bomba. Nunca había visto a nadie cantar "sandwich de queso y jamón" con tanta entrega.
En definitiva, un gran concierto que logró conmover a los allí presentes. A pesar del paso del tiempo Brighton 64 no ha perdido la frescura que les caracteriza. Sin duda nos gustaría volver a verles pronto por aquí.