La céntrica sala Rock and roll Radio Club de la capital acogió el pasado sábado el concierto de los murcianos afincados en Madrid, Romeo, perfectos anfitriones de los navarros El portal de Jade, que se encargaron de abrir la velada sobre las 21.45.
Buena entrada para recibir al Portal de Jade, comandados por Naiara Ruz a la voz, en una sala de tamaño medio, que engaña a las predicciones en cuanto a calidad de sonido se refiere (bueno, muy bueno).
Tras una intro demoledora, dieron paso al corte que cierra su segundo disco y que lleva por título “Tiempo”.
Resulta difícil decir algo negativo del Portal de Jade por ser uno de esos grupos que jamás de sorprender. A modo de inciso, la primera vez que este grupo se cruzó en mi camino acompañaban a Censurados en Irún y ante el sonido de los primeros temas sólo acerté a girarme y comentar “Madre de Dios, ¿tú estás escuchando eso?”.
Volviendo a este sábado, la descarga de temas continuó con algunas pistas de este segundo álbum, tales como “Reacciona”, “Crecemos y esperamos” y “Arena en mis dedos”.
Si hay algo que caracteriza a Naiara, aparte de su voz y su espectacular imagen, es su capacidad para empatizar con el público, entre el que paseó en varias ocasiones y al que se dirigió con expresiones como “cuánta cara conocida” y “¿qué tal, Patry? Yo voy como una locomotora”. ¡Y vaya si va como una locomotora! Esta chica tiene una fuerza que hace que cualquier escenario se le quede pequeño.
Primera interrupción para recuperar uno de los temas más emblemáticos de “Raíces” como es “Ánimas” y continuar con “Eterno”, “Cara o cruz” y “Gigantes”, temazo legado de David Tres, ex-vocalista de la formación. En este punto, Naiara cede el micro un par de estrofas a Korroza cuya guitarra, aunque sobre todo la de Ion, suenan cada vez más compactas y duras acompañando el desgarrado vozarrón de la cantante en un increíble final de tema.
Unos segundos de respiro para una breve presentación de la banda y otro retroceso al primer disco con “Cléo”, otro de los imprescindibles en directo.
Con la recta final del concierto llegaron ”Era esencia”, single presentación de “Despertar” y cierre con la canción de mismo nombre, en el que Naiara vuelve a abandonar el escenario dejando a sus compañeros solos ante el peligro con un Amarillo, liderando el cierre de los de Berriozar.
Entre estos temas, el bombazo de la noche, uno de esos temas que no pintan nada en una noche como esa, magistralmente convertido en puro metal a doble bombo de Pepo a la batería, en una merecidísima mención. El tema “Sky” de la DJ británica Sonique. Sorprendente cuanto menos.
Tras el pertinente y rápido cambio de equipo, se eleva el telón de fondo con el anagrama de Romeo, dando comienzo al bolo con las notas de “Pedir perdón”.
Romeo es uno de esos grupos que combinan de forma compacta la melodiosa voz de Joseph, con la dureza del metal que crea la guitarra de Hom, el bajo de Alberto y la batería de Fernando.
Ante ellos, un público muy entregado que no cesó de corear “Ahora no” y “Dame tu luz” del disco “Nada importa”, que sonó prácticamente integro, bien intercalado con temas de “Lágrimas de terciopelo”, su álbum debut, de donde continuaron con “Nada más”, el conocido “Si me dejas” y “A peor”, precedido del acertadísimo “¿qué sería de la vida sin momentos como éste?”.
De vuelta a este segundo disco que nos presentan, “Mi maldición” con una letra bien diseñada y ejecutada a lo que parece medio camino de Enrique Bunbury y Ville Valo en las partes más melódicas del mismo.
Un inciso especial para agradecer y dedicar la necesidad de hacer una revolución, a sus familias venidas desde Murcia a ritmo de “Cargar las armas”.
Una nueva dedicatoria, esta vez a “nuestros hermanos del Portal de jade a propósito de su canción que también habla del abismo, por esa sensación de abismo que a veces produce el rock´n´roll, ante un Ion visiblemente entusiasmado al inicio de los acordes de “En este abismo”.
No todo podía ser perfecto y durante algunos segundos de “Sin fin” se produjeron algunos acoples que los Romeo supieron salvar con mucha profesionalidad.
Con seguridad, uno de los momentos de la noche, fue la respuesta de los asistentes ante la petición de que “entre todos hagamos la voz de Morti”, dando réplica a la ausencia del vocalista de Skizoo, que colabora en el tema “Encontrar la palabra”, uno de los temas más suaves de la noche, sobre todo en relación al siguiente, “Ultimatum”, con un demoledor y 
atronador sonido de guitarra, bajo y batería acompañado de las palmas del público; dando falso fin al concierto de Romeo, que sin llegar a bajarse del escenario, encadenaron con el repaso a su álbum debut con “Niño triste”, con presentación de la banda incluida y sus ya conocidas “Malas artes”.
Como ya ocurriera con el grupo invitado, Romeo pone punto y final a la noche con el single que da nombre al disco que presentan.
Suena “Nada importa” y concluyen más de dos horas de música, que para más de un asistente, seguro que resultó escasa, no sin antes agradecer a amigos, familiares, invitados y demás asistentes su presencia en la Rock and roll Radio Club.
- Patry
