Una nueva edición del Sonisphere, que este año era solo un día y que tenía como principal reclamo a Iron Maiden y su gira "Maiden England", junto a Anthrax, Megadeth, Avantasia, Ghost, Newsted, Tierra Santa, Red Fang, October File y Voodoo Six.
Red Fang (por Mandyngha)
La banda de Portland, creada en 2009, es un cuarteto que basa su música en una base rítmica muy contundente y machacona. Con un sonido muy decente descargaron buenos temas, muy cañeros.
Destacar de entrelos músicos al batería, que ponía caras todo el rato en plan divertido, con una camiseta que decía "¿Quién se ha peído?", destrozando las baquetas, como luego pudimos comprobar cuando las lanzó al público.
El cantante bajista llevaba las riendas de la actuación, con dos guitarristas que iban a los suyo, con riffs salvajes, destacando los temas "Wires", "Into the eye" o "Prehistoric dog". La batería y las guitarras retumbaban en el pecho. Al tener poco tiempo no se metieron en florituras, tema tras tema sin concesión, dejando un buen sabor de boca al respetable.
Tierra Santa (por Mandyngha)
Los riojanos, única banda española que participaba en el evento, empezaron arriesgando y de que manera, con el tema de su último trabajo "Más allá de la vida", un tema bonito pero algo lento para comenzar un concierto. Arriesgaron y salieron victoriosos, con un gran concierto, con sus canciones coreadas y ellos poniendo mucha energía y entusiasmo.
Con temas como "Legendario", "Héroe" o "El holandés errante" la banda se metió en el bolsillo a la gente y el cantante con su grandísima voz de siempre y buenos solos de guitarra y un bajista loco que transmite mucho al público.
Para la traca final dejaron "La canción del Pirata", la más aplaudida, que llevó al público, con cien cañones por banda, a disfrutar de un gran concierto, donde se mostraron más participativos que en los anteriores.
Newsted (por Javi JK)
Abría la actuación del nuevo grupo del ex Metallica Jason Newsted el ritmo machacón de "Heroic dose", mientras el sol golpeaba aún con fuerza aunque se podía adivinar que cuando este desapareciera iba a hacer frío.
Bastante gente se acercaba a ver lo que Jason y sus chicos podían ofrecernos mientras encaraban "Soldierhead", con unos "Hey, hey, motherfuckers" en medio para cosechar algunos gritos de los asistentes.
El carácter de festival daba la posibilidad de la presencia de menores, algo que nos alegra, ya que el acceso a la cultura no debe estar restringido. Así eran muchos los padres que habían traído a sus retoños al evento bien atuendados para la ocasión.
Mientras, en el escenario, seguían el show con "Godsnake" y "As the crow flies", con un sonido que iba y venía por las coléricas y gélidas rachas de viento.
La siguiente, "King of the underdogs", acabó con la parte final de "Creeping Death", haciendo así el primer guiño a sus ex compañeros, guiño que completarían con la versión íntegra del clásico "Whiplash", que obviamente fue recibida con gran entusiasmo por el respetable.
Una horita escasa de correcta actuación en la que a pesar del empeño del bajista, personalmente me dijo más bien poco.
Ghost (por Javi JK)
El turno siguiente estaba reservado para Ghost, a los que ya pudimos ver el año pasado, pero que esta vez habían subido como la espuma en el cartel, otorgándoles la importancia de ser justo los anteriores a Iron Maiden, con lo que el que más y el que menos, el que cogía posiciones y el que los disfruta, acabó viendo su concierto.
Del año pasado el mejor recuerdo que me dejaron fue la fabulosa introducción que hacían al escenario, saliendo primero los músicos y por último el vocalista anti-papa. Este ritual les llevaba un buen rato y en esta ocasión acortaron tanto la escena que perdió la espectacularidad.
El setlist empezaba con "Infestissumam" y seguía con "Per Aspera ad Inferi" y "Con Clavi Con Dio" pero, por lo menos a mi alrededor, no parecían enganchar a la gente. Esa puesta en escena quizá hace esperar mucha más caña que la que los suecos proporcionan, amén de un acople que les acompañó gran parte de la actuación. Continuaba la descarga con "Secular Haze", "Stand by him", "Death knell", "Year Zero", para mí la mejor de todo el repertorio, y finalizaban con "Ritual" una actuación que a mi parecer pasó casi sin pena ni gloria entre gran parte del público.
Iron Maiden (por Javi JK)
El indiscutible cabeza de cartel de esta edición, Iron Maiden, levantó la expectación prevista. Y es que esta gira, en la que recrean la del "Seventh son of a seventh son", era algo digno de ver (o recordar), aún sabiendo que no eran exactamente las mismas canciones que se recogieran en aquel vídeo, "Maiden England".
Todavía era muy de día, y no acabo de comprender como un grupo que lleva un escenario con unas luces tan espectaculares, pirotecnia y demás parafernalia, tocan a plena luz. La sensación es muy distinta si todo está oscuro y toda tu atención se centra en lo que pasa arriba en las tablas.
Se iniciaba la fiesta con "Moonchild", la primera del "Seventh Son" y con la irrupción en escena de los ingleses como un huracán. Los acordes nos envolvían y personalmente me remontaban a años pasados donde la doncella estaban en un nivel superior que los demás grupos.
El escenario estaba dispuesto de manera similar a como lo llevaron en 1988, con Eddies atrapados en hielo y un gran telón al fondo que iba cambiando según la canción que tocaban, todo ello sumado a la presencia en ocasiones de figuras de su "mascota" y pirotecnia varia.
Proseguía el show con "Can I play with madness", la rara de ver en directo "The Prisoner" y el clásico "2 Minutes to midnight". Así llegábamos al turno de "Afraid to shoot strangers" que la gente coreó a gusto y que puso los pelos de punta a más de uno. Un placer reencontrarnos con este tema en directo.
Las siguientes, clasicazos imprescindibles que nunca deberían faltar en un concierto de Maiden: "The Trooper" y "The number of the beast". Como era de esperar el público enloqueció. Mencionar la ya habitual casaca y bandera inglesa que porta Dickinson en "The Trooper" y que el telón del "The number" no correspondía al disco en cuestión, ni siquiera al single, sino al detalle de ojos y nariz del Eddie del "The final frontier", la aparición en escena de un diablo sentado y que durante la canción se produjeron unas cuantas llamaradas enardeciendo aún más al público.
Llegamos al, para mí, el mejor momento de la noche con la interpretación de "Phantom of the Opera", un tema casi siempre olvidado pero que a muchos nos llega hasta dentro. Soberbio.
Y para que no decayera la fiesta le tocaba el turno a "Run to the hills", otro clásico atemporal en el que además apareció un Eddie encarnando al general Custer que paseaba por escena y jugueteaba con la guitarra de Janick Gers. El recuerdo para su sexto álbum "Somewhere in time" vino con la fabulosa "Wasted years" y después aparecía en escena, tras los primeros acordes de "Seventh Son of a Seventh Son", un gigantesco Eddie. Otro de los grandes momentos de la noche.
Le siguió "The clairvoyant" y la aclamadísima "Fear of the Dark", canción ya ineludible en su repertorio aunque este pretenda rescatar canciones más antiguas.
Se llegaba ya al consabido final del concierto con "Iron Maiden" y una nueva aparición de Eddie, esta vez rememorando la portada del "Seventh Son". En esta ocasión se movía, sus ojos brillaban, el "fantasmita" encerrado trataba inútilmente de escapar y hasta apareció la llama que corona su cabeza. Muy espectacular.
Los bises empezaban con ese discurso de Churchill que todos sabíamos que desataría a la enérgica y magnífica "Aces High". La siguiente fue una imprescindible de aquella gira: "The evil that men do" y para finalizar "Running Free" que alargaron como solían hacer entre cánticos del público y presentación de los músicos de la banda.
Si bien he de decir que en las últimas ocasiones que había visto a Iron Maiden me habían dado sensación de fríos y de padecer excesiva profesionalidad, esta vez me resultaron cercanos. Quizá los temas antiguos rescatados les hayan transmitido esa frescura juvenil que encandiló por millares a los jóvenes de los 80. De los músicos decir que estuvieron realmente muy bien todos. Cada uno haciendo su papel, aunque previsible al menos parecían disfrutar con ello. Magistral lección de la doncella y recordatorio esencial de por qué fueron los número uno.
Anthrax (por Javi JK)
El segundo plato fuerte de la noche se presentaba en forma de thrash metal de la old school y Anthrax eran los encargados de servirlo. Con el escenario flanqueado por dos pentáculos que cambiaban de color según la canción y la 
portada de su disco "Worship music" de telón de fondo, los neoyorquinos empezaban la acometida con "Among the living", "Caught in a mosh" y "I am the law". Nada más y nada menos. Así para empezar los Belladona, Ian, Bello y Benante se metían en el bolsillo a la audiencia. Continuaban con "Hymn 1" e "In the end", en la que las imágenes de Ronnie James Dio y Dimebag Darrel sustituyeron a los pentáculos y brindaban el momento emotivo de la noche. El efímero respiro que nos dio esta se desvanecía con la versión de AC/DC "T.N.T." que allí berreó todo el mundo sin excepción.
Le siguieron "Indians" y otra versión que ya han hecho suya "Got the time", antes de "Fight 'em 'til you can't". Se acercaba el fin de la actuación y descargaron la vacilada "I’m the man", canción que en su día levantó ciertas ampollas entre los más ortodoxos pero que hoy todo el mundo le reconoce su valor, y en su parte final hubo tiempo para otro recuerdo emotivo. Esta vez a Jeff Hanneman de Slayer, recientemente fallecido, y para ello interpretaron los primeros compases de "Raining blood". Brutal.
Y con "Antisocial", otra versión hecha suya, ponían el punto final a una muy buena actuación llena de energía y tralla.
Megadeth (por Javi JK)
El tercer peso pesado en salir era Dave Mustaine y sus Megadeth que venían con su álbum "Super collider" aún calentito bajo el brazo aunque solo dos de este disco cayeron. Comenzaron con "Trust" y sin decir ni pío descerrajaron el temazo "Hangar 18". El frío ya a esas horas empezaba a ser intenso y aunque gran parte de la gente aún permanecía en el recinto sí que se notaba un descenso considerable en su número. "Kingmaker", "Public enemy No.1" y "A tout le monde" completaban una primera parte en la que se mostraron algo parados y sin apenas interactuar con el público.
Proseguían con "Countdown to extinction", "Architecture of aggression" y "Sweating bullets", las tres del disco "Countdown…", que fue del que más temas descargaron con un total de cinco canciones. Es un disco buenísimo por lo que era apuesta segura, sin embargo, puestos a elegir cinco de aquel yo hubiera escogido alguna otra. Otra del nuevo, "Super Collider", otra del "Countdown": "Symphony of Destruction" y un apoteósico "Peace Sells" para concluir, antes de salir de nuevo y darnos un motivo más para no pasar frio con "Holy Wars".
La actuación para mi gusto tuvo dos partes, una primera en la que se mostraron distantes y fríos y en la que tocaron canciones menos rápidas por lo general y otra en la que imprimieron carácter y pusieron calor a la noche y en la que recordaron porque Megadeth son considerados uno de los grandes. Aún así, me pareció una actuación en general bastante sosa, con un Mustaine solo a sus quehaceres y nada comunicativo. Me gustan bastante en disco pero el directo no me parece su gran fuerte, la verdad, por lo menos las veces que los he visto.
Avantasia (por Javi JK)
Con el viento casi polar arreciando ya a base de bien y con un telón muy nórdico de casas nevadas, salían a escena Avantasia, el proyecto paralelo del vocalista de Ed Guy, Tobias Sammet, y daban el contrapunto a Megadeth ofreciendo un concierto divertido y lleno de complicidad con los asistentes.
El concierto supuso además un desfile por el escenario de cantantes. Ronnie Atkins de Pretty Maids, Bob Catley de Magnum, Eric Martin de Mr. Big y el ex Helloween Michael Kiske, aparte de la pareja mixta de coristas y por supuesto el propio Tobias, pasaron por los micros durante la actuación.
Abrieron con "Spectres" de su nuevo álbum para seguir con "The scarecrow", "The story ain't over" y "Prelude". Kiske recibió una gran ovación cuando salió a cantar por primera vez en "Reach out for the light". Continuaban su descarga con "Breaking away", "Farewell" y "Lost in space", con un Sammet que se le veía muy agradecido con el respetable por aguantar semejante frío en junio.
"Twisted Mind" y "Dying for an Angel" acabaron el show antes de los dos bises con los que nos obsequiarían: "Shelter from the Rain" y un "Sign of the Cross" apoteósico con todos los vocalistas sobre el escenario para cerrar una brillante actuación y antes de prometernos que vendrían con su show completo próximamente.
Conclusiones (por Javi JK)
Así concluía una nueva edición del Sonisphere. Esta vez solo fue un día y eso se respiraba en el ambiente ya que no se percibía ambiente de festival sino de concierto. El cartel, más modesto que en otras ocasiones, tenía el grandísimo reclamo de Iron Maiden, sumados a Anthrax y Megadeth.
Sobre el recinto decir que esta nueva ubicación en Rivas fue un gran acierto porque da a los espectadores muchas ventajas sobre la típica explanada de festival. A saber: asfalto que evitaba nubes de polvo, barras y baños de obra amén de los prefabricados y dispuestos para atender a las masas, y gradas, que daban la opción de disfrutar aceptablemente y sentado de las actuaciones.
En la parte negativa mencionar la horrible coordinación que había en las barras, y que te hacía perder muchos minutos en pedir algo, tanto que a veces renunciabas a acercarte. Nada que ver con otros años donde las transacciones de bebidas eran más que rápidas.
En conclusión, un nuevo Sonisphere que será recordado por el frío y por el maravilloso espectáculo y repertorio que brindaron Iron Maiden. A ver que nos depara el año que viene.
- Mandyngha
