33 Malandras

Formados en el 2006 (aunque amigos de toda la vida), el grupo 33 Malandras son un claro ejemplo de la vitalidad y la energía que sigue habitando en los extrarradios de cualquier gran ciudad, en este caso el madrileño barrio de Vallecas. Lo suyo es un alarido de color y ritmo, una fresca bocanada de música libre y sin prejuicios.

Formados en el 2006 (aunque amigos de toda la vida), el grupo 33 Malandras son un claro ejemplo de la vitalidad y la energía que sigue habitando en los extrarradios de cualquier gran ciudad, en este caso el madrileño barrio de Vallecas. Lo suyo es un alarido de color y ritmo, una fresca bocanada de música libre y sin prejuicios. 33 Malandras son un sexteto (con chica a la voz) que plasma en sus canciones sus influencias más notables, estas fluctúan entre el rock urbano, la rumba vacilona, el ska y el reggae festivo o el soul eléctrico, en definitiva, los elementos que a lo largo de los años han dado forma a su banda sonora personal. Su colorista despliegue apuesta con visceralidad y desenfreno, desde lo lírico y lo musical, por la verbena sin complejos y por los mensajes directos contra las injusticias más comunes, eso si, se hace desde un prisma nada ingenuo y sobre todo incitando al espectador a tener los sentidos bien abiertos. A esto le añaden la contundencia del rock de barrio que les vio crecer con dos guitarras rabiosas, además una sección rítmica (bajo y batería) precisa y el apoyo de una trompeta que le da el toque distintivo. El grupo también gusta de mostrar versiones (Fabulosos Cadillacs, Bellrays ó Bob Marley, por ejemplo) dentro de su repertorio, dejando así patente que sus influencias son de muchos colores. Tras unos años de hacerse directos por Madrid están trabajando en una maqueta seria que les permita extender su radio de acción por todo el país.
Kike Turron.
Gargajo
Perra Vieja

Hardcore-punk feminista, Madrid. Somos mujeres que hacemos hardcore-punk, aparte de porque nos encanta este tipo de música, porque estamos hartas de que las mujeres siempre seamos objetos pasivos. Es una manera de exigir nuevos espacios, empuñamos nuestras guitarras, micros y batería, con los amplis a tope de distorsión para participar de manera activa y reapropiarnos de cualquier espacio de la vida.

Hardcore-punk feminista, Madrid
Somos mujeres que hacemos hardcore-punk, aparte de porque nos encanta este tipo de música, porque estamos hartas de que las mujeres siempre seamos objetos pasivos. Es una manera de exigir nuevos espacios, empuñamos nuestras guitarras, micros y batería, con los amplis a tope de distorsión para participar de manera activa y reapropiarnos de cualquier espacio de la vida.
Estamos cansadas de participar en un mundo creado sin nuestra opinión, por eso queremos cambiarlo, en todos los aspectos, tanto como mujeres, como sujetos sociales.
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