EDITORIAL: Lo Natural y lo Antinatural

,LUTER es el pseudónimo tras el que se esconde Eduardo García Martín. Este madrileño nacido y criado en el barrio de Lacoma, que canta, compone, toca la guitarra y  escribe, ha estado en grupos como Los Reconoces y GinevraBenci y actualmente se encuentra al frente de la  banda que lleva su mismo nombre, Luter.

El viernes pasado estuve a punto de morir en un incendio.

No voy a narrar los avatares de esta desagradable experiencia, pero es verdad que reafirma cada vez más una teoría que siempre ha simpatizado conmigo; la vida es absurda y bella al mismo tiempo.

Curiosamente en el mercado de Maravillas, donde mi madre me llevaba de pequeño para hacer sus compras, tuve una revelación: algún día iba a desaparecer. No recuerdo bien la edad pero debía de ser muy pequeño porque tenía nariz y frente pegadas al cristal de una carnicería y la imagen de algún cochinillo ensangrentado hizo despertar dentro de mí esta macabra idea. Yo le pregunté el porqué a mi progenitora y ella me dijo que no era el momento de pensar en eso. Pero aquel escalofrío haría cambiar mucho mi manera de pensar y de enfrentarme al mundo.

Cuento todo esto porque aquella consciencia era el resultado de cierta sensibilidad que me colocaría en una posición distinta e inmediata al arte, que es el encargado principal de la materia que nos ocupa.

Un día, en el colegio, escribí un cuento sobre una rana coja y gané un premio que consistía en una entrada al Zoológico pero lo rechacé. Con este gesto me estaba definiendo como persona. Un poco más tarde intenté acercarme a la música, que sigue siendo el medio de expresión artística más elevado dentro de la forma, y aquí con el paso del tiempo tropecé con dos tipos de personas: LOS NATURALES y LOS ANTINATURALES O NO NATURALES.

LOS NATURALES, son los que están cerca de la esencia, de la luz, de lo positivo, del verdadero sentido armónico. Ese instinto primario del hombre que se ha ido puliendo a lo largo de la historia hasta llegar a ser un código divino que sólo unos pocos pueden descifrar. Estos privilegiados son los encargados de transmitir y crear. Los naturales no compiten, siempre suman y asumen sus carencias, ellos mismos son poesía y la vida les habita y les regala su esplendor porque son capaces de concebirla. Son pocos porque son los elegidos.

Luego están LOS ANTINATURALES que están muertos en vida, creando tensión e intentando demostrarle al otro de lo que es capaz sin que se lo pregunten, incluso sin que sea necesario. No duermen por las noches, tienen úlceras, están llenos de miedo y dedican todo su tiempo a una mentira. Alimentan su ego, no entienden la belleza de la vida ni lo maravilloso de la serenidad, trepan por cualquier cuerda para llegar a su objetivo: LA FAMA. No les importa otra cosa. He conocido mucha de esta gente pero para mí no están en la música sino orbitando alrededor de ella porque no los admite. Estos tipos empuñan instrumentos sin saber tocarlos, hacen que cantan y escriben, se adueñan de los medios de comunicación, de las plataformas, de los recintos, de las actividades, de tu vida si les abres la puerta. Intentan llegar a luz pero no pueden porque son meros aficionados. Sólo sirven para copiar al natural y cobijarse en la sombra.

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