Tras más de 30 años de exitosa carrera, Killing Joke han vuelto a reinventarse con este Absolute Dissent. Quizá estemos hablando de una de las bandas más desconocidas por parte del público en general, pero si tenemos en cuenta que influenciaron a gente tan dispar (y tan aclamada) como Metallica, Foo Fighters, Nirvana o Fear Factory, seguramente la cosa cambia, y a alguno le entra el gusanillo por escuchar a los londinenses.

Su último "elepé" es una buena forma de introducir al oyente novel, ya que sintetiza a la perfección las dos últimas décadas de la banda. Ritmos divididos entre lo tribal y lo bailable, riffs cortantes, con la distorsión característica que siempre imprimió Geordie Walker y la cavernosa voz, salida de las mismas entrañas del infierno del visionario Jaz Coleman.

Aunque a partir de los 90 se los enclavase dentro del Metal Industrial, KJ nunca han sido amigos de abusar de los efectos electrónicos de otras bandas como puedan ser Pitshifter o Nine Inch Nails. Su corte más discotequero en el álbum sería “European Super State”, el perfecto ejemplo de que a pesar de lo longevo del grupo, están lejos de haberse quedado sin ideas. En otros como “Fresh Fever from the Skies” o “This World Hell” ofrecen la agresividad y crudeza de antaño, pero para nada sonando a recalentado o repetitivo. No se olvidan de sus inicios más post-punkis que pueden apreciarse en el tema “Depthcharge” ni de dejarnos alguna pieza más melódica como “Honour the Fire”. Para un oyente habitual de Killing Joke definiría el disco como un “Homónimo de 2003 salpicado por el folk de Democracy”.

Espero al menos haber despertado vuestra curiosidad por una banda tan legendaria y tan olvidada, a juicio de muchos, como son los Joke, y que le déis una oportunidad a este disco que incluyo en mi Top 5 personal de 2010