CRÍTICA ALBUM: Black Rock - Todo al negro

Black Rock - Todo al negro

1-Príncipe del vacío 2-En mi cama 3-Funeral 4-Aura 5-Sonámbula 6-Bajo el agua 7-Esclavo del rock 8-Vuela libre 9-Libertad 10-Fugitivo 11-Carne palpitante

  • Black Rock
  • «Todo al negro»
  • (Autoeditado)

Black Rock parece un grupo hecho a la medida de Bárbara Negro, su vocalista, mentora y principal compositora hasta ahora junto a Veray Corujo, en la actualidad fuera de la banda. Siendo así resulta perfectamente lógico que su sobresaliente voz sea la principal, sin ser la exclusiva protagonista de este “Todo al negro”, su primer álbum. Black Rock surge allá por el 2007 aunque no haya sido hasta ahora que puedan presentar su primer disco, después de que éste fuese grabado en el año 2010.

La suya es una propuesta íntimamente ligada al rock, con algunas reminiscencias del heavy ochentero, pero plenamente remozado y actualizado. Es más me atrevo a decir que el suyo pasa por ser un rock atemporal y por tanto siempre vigente y hasta original. En él se pueden intuir diversas y variadas influencias de las cuales saben recoger ideas y formas pero sin dejarse atrapar ni convirtiéndose en rehenes de las mismas. Esto probablemente diga mucho a favor de Black Rock y de la personalidad que ya denotan y que sin duda debería ir incrementándose gracias a futuras entregas.

La poderosísima y versátil voz de Bárbara supone un verdadero elemento distintivo con respecto al resto de bandas de su género. Su mencionado protagonismo a lo largo del disco, ya sea en las líneas principales de voz como en las segundas voces y los coros, es todo un parabién puesto que contribuye a realzar y a otorgar un mayor valor si cabe a unas composiciones que derrochan energía y fuerza, sin olvidar una ciertas dosis de sensualidad, y algunas pinceladas intimistas y muy emotivas.

A realzar los diferentes ambientes como digo, contribuye Bárbara con su impecable garganta, rica en matices y posibilidades, y a su lado una no menos rica instrumentación, en base a unos riffs ágiles y contundentes, una base rítmica que sabe adaptarse a cada tesitura y unos casi omnipresentes teclados que aunque en segundo plano se hacen imprescindibles.

En todos estos aspectos el disco resulta igual de solvente y meritorio. Incluso después de haberles podido ver en directo ya con la formación actual hay que decir que el resultado de sus actuaciones en absoluto desmerece con respecto a lo que aquí se recoge, sino todo lo contrario.

Cualquiera de las once canciones que componen este disco son merecedoras de una atenta escucha, pero por destacar alguna podríamos hablar sin ser la mejor de “En mi cama” de la que han podido rodar un videoclip que por diferentes aspectos resulta de lo más sugerente. También “Príncipe del vacío”, “Funeral”, “Esclavo del Rock”, la cual probablemente podría tomarse como toda una verdadera declaración de principios por su parte, “Vuela libre”, la más que insinuante “Carne palpitante”, o la preciosa e intimista “Libertad”.

En definitiva, un caramelo sonoro que espera deshacerse en este caso no en tu boca sino en tus oídos.

  • Emile Henry

Lo que nuestros lectores opinan