CRÍTICA ALBUM: Güru - Güru

Güru - Güru

1-Addiction Love 2-Salvation 3-Sometimes 4-Your Smile 5-Staring At Your Door 6-I Just Can't Get Away 7-No More Time 8-Flavour Of Desire 9-I Found My Way 10-Someone Else's Song 11-Your Energy 12-I Want You Out 13-The End Is Coming

  • Güru
  • «Güru»
  • (Autoeditado)

De una inusitada exquisitez podría calificarse esta primera obra de GÜRU. Inusitada en tanto que no son muchas las bandas en este país que practican un estilo de hacer rock tan elegante y hasta majestuoso en muchos momentos; y exquisito a tenor del resultado con el que lo hacen. La mejor prueba de ello es este disco homónimo, el cual cuenta además con una producción (a cargo de la propia banda) más que sobresaliente, la cual contribuye a situar a estos barceloneses en uno de los más altos escalones dentro de lo que al rock melódico se refiere.

Trece temas que suponen un auténtico compendio de virtuosismo dosificado y permanente elegancia. La suma de ambos atributos hacen de este un disco muy a tener en cuenta, y lo convierten en una referencia indiscutible para los amantes del estilo. Perfectamente capaz de competir con cualquiera de las grandes bandas internacionales que históricamente y todavía hoy en la actualidad se mueven dentro de parecidas tesituras musicales. Con esas demostradas cualidades personales y esa capacitación instrumental y creativa; y teniendo además, dicho en sus propias palabras, a un grupo como Toto como absoluta referencia es normal que el resultado sea tan sorprendentemente positivo.

David Palau (guitarra solista y voz) y Pau Sastre (voz y guitarra acústica) se muestran como los principales mentores de esta banda que edita ahora su primer álbum. Ellos junto a los otros tres miembros de la banda: Kike Serrano, David Simó y Jordi Portaz , todos ellos reputados músicos de estudio, son los que conforman desde hace alrededor de cuatro años esta que en otro tiempo hubiese dado en llamarse superbanda, y que hoy, lejos de magnificencia ajena alguna, su trabajo condensado en estas trece canciones ya les hace merecedores de tal etiqueta.

Espléndida en todo caso resulta su aportación instrumental, de todos sus miembros, incluida la sección de vientos presente en algún que otro tema, contribuyendo sobremanera a la riqueza sonora del álbum. Una tras otra estas canciones, todas ellas interpretadas en inglés, denotan sabiduría y buen gusto, remitiéndose continuamente a los mejores clichés propios del AOR, del rock melódico, del hard rock, incluso del soul en no pocos momentos.

Cualquier amante de estos sonidos sabrá entender que esta es sin duda nuestra apuesta nacional mas solvente.
En definitiva, este trabajo de GÜRU no es sino una lección de sonidos ricos y variados pero sobre todo atemporales. Esos sonidos que se facturan al margen de modas, sin tener en cuenta las corrientes y tendencias imperantes en según que momento, esas que en cada momento aspiran a teledirigir el destino musical de crítica y público, por ese orden.

Esa actitud propia, y como no, el resultado mismo que aquí se recoge lo convierte en un disco arriesgado pero sobre todo sincero. Porque no es sino desde la honestidad (y esto posiblemente no sea más que un personal juicio de valor) que un trabajo como este puede llevarse a cabo. La honestidad a la hora de elegir una dirección que no goza del favor de muchos, como si pudo ser en otro momento, pero que no por ello adolece de ese propósito fundamental e incuestionable de toda obra que como ésta parece pretender llegar al mismo sitio del cual parte: al corazón. Y todo ello se me antoja pensar que con el principal ánimo de transmitir emociones también diversas y variadas según el pasaje y el momento.

Canciones más intensas como “Adictive love”, o “Salvation” que sirven para abrir el disco conviven perfectamente con una mayoría de medios tiempos como “Sometimes”, “Your smile”, o “The end is coming”, y lo hacen igualmente y con el mismo buen criterio incluso con delicadas baladas como “Staring at you door” o “I found my way”.

A Gurü, y a tenor de la brillantez de este primer disco publicado no puede desearles suerte, sino más bien justicia. Porque un acto de justicia sería reconocer su valía. Me remito al principio de esta reseña: su resultado es insultantemente exquisito. Un verdadero lujo, para el corazón y los oídos.

  • Emile Henry

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