CRÍTICA ALBUM: Krull - Q-atro

Krull - Q-atro

1-El regreso 2-Cuando perdemos el norte 3-Piel de serpiente 4-Si tu 5-Ciudad en llamas 6-Con el mar en calma 7-A fuego lento 8-Mendigos de lujo 9-Viviendo al filo

  • Krull
  • «Q-atro»
  • (Autoeditado)

Krull son una ya longeva banda canaria de hard rock que pese a tener publicados cuatro trabajos discográficos (este que ahora os presentamos denominado “Q-atro” es su último lanzamiento) asombrosamente resultan casi unos perfectos desconocidos, al menos para la mayoría del gran público, lo cual insisto en decir, resulta absolutamente lamentable. Y lo son pese a su más que dilatada trayectoria y su tremenda calidad, la cual puede ser fácilmente contrastada con sólo echarse a los oídos cualquiera de sus discos, y por supuesto éste que es su más reciente lanzamiento. Todo ello debería servir para darse cuenta de que Krull merecen por trayectoria y valía un mayor reconocimiento. Esperamos y deseamos sin embargo, que este nuevo trabajo contribuya a hacerles finalmente merecida justicia.

Krull regresa a la actualidad tras un parón de cerca de quince años y lo hace con renovadas energías, nuevas incorporaciones y de la mejor manera posible. ¿Qué manera es esa? Trayendo nuevas canciones bajo el brazo. Arriesgando y apostando por su presente y deseosos imaginamos de estar de nuevo aquí, con el firme propósito de quedarse y de reivindicarse a sí mismos. Seguramente le hubiese resultado más cómodo y fácil retomar su carrera allá donde la dejaron, sin otro propósito que el de reincidir sobre lo ya anteriormente visto y oído, pero no, Krull ha querido regresar de la manera más sincera posible, sintiéndose una realidad viva, sabiendo sumar a todo su anterior rédito musical un interés añadido, y eso creo que les honra.

Pero vayamos a hacer un repaso de este “Q-uatro” que como decimos devuelve a Krull a la más inmediata actualidad. En él pese a una inevitable evolución se recoge su amplio y variado pasado creativo, lo cual viene a decir que es digno sucesor de toda su obra anterior, puesto que estas nuevas canciones se impregnan de aquella fabulosa forma de componer e interpretar propia de estos insulares. Manteniendo para ello casi inalterable la esencia de aquellos tres magníficos trabajos ya conocidos: “Hasta el límite” (1988), “Simplemente fuerte” (1992) y “Armas de paz” (1994) y que hicieron de Krull un referente dentro del hardrock melódico, incluso por momentos del AOR nacional y eso muy a pesar de su limitada trascendencia.

El regreso” es la canción que abre el disco y cuenta con un cierto toque épico, tanto en lo que a música como letra se refiere, pudiendo llegar a recordar por momentos aquellos parámetros en los que habitualmente se desenvuelven bandas como la de los argentinos Rata Blanca. “Cuando perdemos el norte” supone un rotundo ejercicio de autoafirmación, y lo es tanto musical como líricamente, devolviendo a la banda a tesituras que consideramos le son más propias aunque rotundamente decimos igual de efectivas. Un camino que ya prácticamente permanece inalterable hasta la finalización de la escucha del álbum. Y ello a base de una atractiva y cuidada labor instrumental, adornada de bastos matices y detalles, unida al particular por fantástico timbre de voz de su vocalista Juanma Rodríguez y a unos coros perfectamente abordados y desarrollados, en ocasiones muy acertadamente apoyados por voces femeninas. En definitiva, canciones más que notables como es el caso de “Piel de serpiente”, un tema que tiene una clara influencia de la vieja escuela hardrockera, incluso con ligeras aproximaciones al soul. “Ciudad en llamas” no escapa tampoco al menos en parte a esa misma definición clásica merced a ese teclado inicial puramente purpleliano. “A fuego lento” continúa en su interpretación de lo que debe ser el rock más influido y cercano al sleazy por atrevido y vacilón. “Mendigos de lujo” aunque mucho más sobria por la temática que aborda tampoco escapa de parecidas tesituras, y viene acompañada de una de las mejores letras que contiene este disco: “Nos hemos quedado sin revolución, mendigos de lujo. Somos tan felices porque tú lo dices. Hemos olvidado que sin rebelión estamos vencidos. Como deseamos vivir como esclavos.” Un verdadero alegato difícil de cuestionar en estos tiempos. Sólo hay dos piezas que vienen a contradecir al menos en parte ese denominador común que hace discurrir el disco por esa misma senda, “Si tu” una canción que deambula entre la clásica balada y la expresión más cruda y metalera con una letra de claro tinte épico y hasta mitológico, y “Con el mar en calma” especie de medio tiempo con se me antoja que un cierta influencia de “la serpiente blanca”. “Viviendo al filo” es la canción que sirve como broche de oro para cerrar este magnífico cuarto disco de Krull.

Ojalá, este nuevo trabajo sirva para otorgar les su debido protagonismo dentro de la cada vez mas renovada escena musical hardrockera de este país. Sería también una buena oportunidad para navegar en su trayectoria pasada y reivindicar su legado. Que así sea y que no les falten oportunidades para demostrar su valía.

  • Emile Henry

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