CRÍTICA ALBUM: Marea - En mi hambre mando yo

Marea - En mi hambre mando yo

1-Bienvenido al secadero 2-La majada 3-Sobran bueyes 4-El día que lluevan pianos 5-Canaleros 6-Ojalá me quieras libre 7-Ángeles del suelo 8-Las últimas habitaciones 9-Plomo en los bolsillos 10-Pedimento

  • Marea
  • «En mi hambre mando yo»
  • (Warner Music)

Tras una larga espera este pasado 27 de septiembre era la fecha anunciada para el retorno de Marea con su sexto trabajo de estudio “En mi hambre mando yo”. Han sido más de tres años y medio desde su último concierto oficial y más de cuatro desde su anterior paso por el estudio. Eso es mucho tiempo sin dejarse ver ni oír para quienes son uno de los grupos de rock más importantes de este país y nos ha hecho recibir el disco con más ganas si cabe.

Bienvenido al secadero (3:40)

El primer single del disco, que nos llegó un mes antes que el disco. Desde las primeras notas queda claro que es un gran tema. Suena contundente, 100% Marea y como nos habían prometido “rock sin matices”. La voz de Kutxi acompaña perfectamente el ritmo de la canción y casi sin darnos cuenta empezamos a tararear su pegadizo estribillo. La letra sigue la tónica del anterior álbum, más enrevesada que los primeros. Creo que es el mejor candidato para ser la canción que de inicio a sus conciertos en la inminente gira. Por buscarle un defecto se puede decir que la introducción se parece mucho al Breadfan de Budgie (1973) versionado también por Metallica.

La majada (4:15)

Otra gran canción de los de Berriozar, menos cañera que la anterior pero aun así perfectamente encuadrable en su estilo. La letra me parece un auténtico lujo con estrofas como:

Los sinsabores son las flores que perdí
mientras la orquesta no dejaba de tocar
y yo tiraba por la borda el pedigrí
que me hizo hombre que en las nubes quiere hozar.

Esta canción representa la esencia del disco; música rock muy trabajada, buen trabajo vocal de Kutxi y sus letras basadas en un vocabulario más complejo del habitual sacado del campo (bajío, sementera, majada, hozar).

Sobran bueyes (4:11)

Una lenta guitarra, una de las pocas concesiones a algo fuera del rock, nos introduce en este tema. Fue uno de los dos temas del disco que adelantaron para Spotify lo cual sirve para darnos una idea de que la canción es una de las candidatas a segundo single. Aunque la letra no acabe de enganchar su estribillo sí lo hace.

El día que lluevan pianos (4:07)

Otra intro a medio tiempo lleva a uno de mis temas preferidos del disco. Kutxi vuelve a confeccionar una letra de las que solamente él es capaz

así que mal y tarde te pido
quédate hasta el día que lluevan pianos,
quédate hasta que yo dé mi brazo a retorcer,
y fóllame, como si esta noche me fuera a comer
las estrellas una a una

Poco se puede decir de la música que no haya expresado ya, guitarras con la marca inconfundible de Kolibrí y la batería de Alen repicando fuerte durante todo el tema.

Canaleros (5:11)

La canción más larga del disco, aunque prácticamente un minuto se nos va con una introducción marca de la casa. Sin poder decir que sea mala, no me acaba de convencer. Puede que sea porque rítmicamente no acaba de arrancar, o porque la letra, a excepción de un pegadizo estribillo, vuelve a retorcerse demasiado. Podría haber sido la oportunidad de colocar una colaboración, como nos tenían acostumbrados en sus otros discos.

Ojalá me quieras libre (4:17)

Fue el otro corte que salió un día antes para Spotify. Para mí la mejor del disco. Aunque la canción no arranca con demasiado fuerza, hacia la mitad alcanza un tono que no pierde hasta el final. La letra vuelve a tener un nivel altísimo, es de esa canciones que hacen que de repente y sin venir a cuento te sorprendas cantando “Ojalá me quieras libre, ojalá me quieras”. Les ha salido una joya, de las que pasados unos discos el público esperará en los conciertos.

Ángeles del suelo (3:43)

Una de las canciones más cortas del disco. Musicalmente les ha quedado redonda, quizá con más matices que el resto, pero sin dejar de conjuntar con el resto de temas. La letra se adapta muy bien al ritmo que van marcando los acordes.

Las últimas habitaciones (3:38)

Un tema muy en la línea del anterior, aunque para mí gusto no tan bueno. A veces da la impresión de estar cantada en un tono demasiado bajo, de estar pidiendo más agudos. Aunque de haberlo hecho así sería más difícil que la defendieran en directo...

Plomo en los bolsillos (4:04)

Uno de los temas más lentos del disco. En mi opinión no resalta demasiado ni en letra ni música, pero se acomoda bien con al línea general del disco y no se la puede considerar una canción de relleno.

Pedimento (4:19)

Unos acordes “macarras” abren el último corte del disco que con su letra nos transporta el sur, aunque no con su música. Nos habla de la Sevilla de Silvio (Fernández, supongo), de los cantes del Cabrero, las Melismas de Molina y la Málaga de Tabletom. Un buen corte para acabar con buen sabor de boca el disco.

Conclusiones:

Lo primero que llama la atención del disco es lo bien que suena. Se nota mucho el tiempo que se han tomado en componer tanto la letra como la música, y se agradece. Además el tener a gente como Mike Fraser y Adam Ayan le ha dado al disco si cabe más empaque, y tienen pinta de ser un disco de los aguantan muy bien el paso del tiempo. La música presenta una evolución respecto al resto de trabajos, pero en ningún momento pierde el estilo Marea. Otra cosa que cabe comentar es que, como habían prometido en diferentes entrevistas en un disco de puro rock, ningún tema puede catalogarse en otro género. Esto crea una sensación extraña, porque se puede escuchar sin problemas del tirón sin que se haga cansino; pero en algunos momentos se echan en falta algo de variedad, quizá una colaboración o alguna canción con un estilo más variado. La letra es otro cantar. Kutxi sigue perfeccionando su estilo complejo y poético, y en mi opinión en muchas ocasiones hace difícil seguir el hilo de lo que está cantando. Esto se va acentuando un poco más en cada disco y de unas letras claras hemos pasado a un estilo más rococó, influenciado todo ello por un vocabulario cada vez más rico, pero complejo.

El disco les ha quedado muy defendible en directo. Al no haber hecho abuso de gran número de instrumentos o efectos todas las canciones serán posiblemente escuchadas durante la gira, el único “pero” es que se me hace difícil imaginar al público coreando de cabo a rabo todas las canciones por su ya comentada complejidad.

De los diez cortes del disco no hay ninguno que se pueda calificar de malo o de relleno, pero tampoco se puede decir que sea un compendio de obras maestras. No creo que sea el mejor disco de Marea, pero sí es un gran disco que continua con naturalidad la línea marcada por sus antecesores. A mi parecer los cortes más destacables del disco son “Ojalá me quieras libre”, “Bienvenido al secadero”, “Cuando llueven pianos” y “Pedimento” pero no estoy seguro que alguna de ellas esté entre las cinco o diez mejores canciones de Marea.

  • Albert Lozano

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