Tras una presentación deslumbrante se esconde este que es el primer trabajo discográfico del guitarrista Alberto de la Cruz. Un muy buen trabajo de metal alternativo, compuesto por un total de once canciones en las que un enjambre de estilos denota la capacidad compositiva de quienes forman de este proyecto, y en particular la de su mentor. Eso permite que diferentes sensibilidades dentro del metal discurran y confluyan dentro de un álbum contundente y poderoso. Repleto de notables riffs diversos también en cuanto estilos, pero en todo caso puestos al servicio de lo que pretende ser un conjunto de canciones redondas y concisas aunque complicadas en su ejecución y verdaderamente repletas de matices.

Fuerza instrumental que sin embargo convive con melodías vocales bien trabajadas y buenas construcciones ambientales, todo lo cual contribuye a dar una mayor y mejor dinamismo a este "fin de la era humana", que se publicaba en el 2012, muy probablemente influido por la serie de predicciones que vaticinaba para entonces el fin del mundo.

Canciones como "Amanecer" o "El jardín de los Secretos" dan buena cuenta de la calidad instrumental y por supuesto vocal que encierra este álbum que sin duda hará las delicias de quienes se identifican fundamentalmente con el metal más moderno o de todo aquel que no admita los clásicos prejuicios a la hora de acercarse a los sonidos más duros.

Cualquiera de estas once canciones contiene sus diferentes dosis de virtuosismo contenido lo que contribuye a hacer el disco audible, en tanto que conviven con otras partes que no exentas de calidad en ningún momento si están más directamente destinadas a conseguir rítmicas realmente apabullantes.

"Querida desconocida" admite aun si cabe más matices que cualquiera de los temas anteriores con pasajes realmente emotivos a los que contribuye no menos una letra que hace de esta canción uno de los momentos más álgidos de este trabajo.

Recomendable para quienes no se encuentren enquistados en ninguna de las étiquetas propias del metal.