Las Cheerleaders Asesinas, la verdad es que un buen comienzo. El nombre ya de por sí evoca mucho, especialmente entre los que nos gusta la “Serie B”. Igualmente podríamos quedarnos en la anécdota y no ir más allá. Estaríamos cometiendo un error.

La banda madrileña, formada allá por el año 2005, presenta el que es su disco debut, “Miedo a media noche”. No vamos a entrar a catalogar subgéneros, o subsubestilos, más que nada porque no hace falta, Las Cheerleaders Asesinas (o LCA), son un grupo de Rock, punto.

Lo primero que llama la atención es el propio diseño del álbum, es ya de por sí una preciosa declaración de intenciones. Una simpática muchacheja zombie con la cara ensangrentada chupando una piruleta en forma de ojo humano. Hay que felicitar tanto al dibujante Adrian Roso, como al resto de personas que participaron en la elección del diseño, todo un acierto.

Pero bueno, si estamos hablando de un disco, en algún momento habrá que tocar el tema de la música. El álbum lo abre “En tu cama”, una canción que cumple de sobra los cánones del rock, con mucha guitarra, ritmos pegadizos y ese toque macarra que nunca puede faltar. “Dame de beber” sigue esta estela clásica del rock. Recordando a otro amigo de esos que nunca fallan, el alcohol como válvula de escape.

El tercer corte es uno de los que mejor entran en las primeras escuchas, “R'N'R Guerrilla”, que pese a ser bastante larga (más de siete minutos) en ningún momento se hace pesada. Todo lo contrario. Expresa, y no solamente en los versos, toda esa rabia, empuje y fuerza de quien siente el rock corriendo por sus venas. “Miedo a media noche”, tema que da nombre al disco, profundiza en el ya mencionado ámbito del cine de terror, de la sangre, las vísceras. Y es que ella es un Zombie como bien refleja la portada del disco.

Rockandolla, podría haber estado compuesta por Angus & Malcolm Young y cantada por Brian Johnson si supiera castellano. Ante esto a mí ya se me ocurre poco que aportar. El sexto corte es “Lady Anfetamina”, si no fuera ya de por sí suficientemente explícito, la resumiremos mejor con una pequeña estrofa. “Te da igual ocho que ochenta, mujer con piel de serpiente. Ya te conoce la gente, como te vas a poner”. Creo sinceramente que haría buenas migas con la chica de portada, especialmente cuando el día clarea.

Ya afrontado el tercio final de lo que son las nueve canciones que componen el disco llega “La mano del muerto”, que profundiza con la temática de mujeres habitantes de la noche ¿Adivinan la especialidad? “Sencillo Rock And Roll” deja atrás las historias nocturnas, no engañando tampoco a nadie con el título de la canción. El último y noveno corte es “Adicto al porno”, una pequeña “stravaganza” que no podía faltar en un disco repleto de guiños hacia el terror-gore, pues muchas veces estos géneros están mucho más cerca de lo que parece. Que se lo pregunten a Jess Franco.

LCA es un grupo que abre la primera puerta con su nombre, se cuela en el pasillo de casa con el diseño del disco, y cuando lo escuchas decides invitarles a tomar un Bloody Mary, pero literal, de sangre de virgen, nada de zumos de tomate. Miedo a media noche es un disco de rock, de buen rock de un grupo que está empezando, tiene frescura, desparpajo y más bien poca vergüenza. Además te lo puedes descargar desde aquí. ¿Necesitas algo más para darles una oportunidad?

Como dicen en R'N'R Guerrilla: “Desde Vallekas, violencia y actitud”.