No Konforme, banda que ya lleva unos años fogueándose en diversos escenarios, nos presentan su primer trabajo. Partamos de una premisa, no buscan engañar a nadie y desde un primer momento, incluida la k en su nombre, sabemos lo que nos vamos a encontrar, y es un disco punk-rock. Ni más ni menos. El de toda la vida, el que llevamos escuchando años y que recorre caminos ya conocidos. A los que nos clarea la azotea y nos blanquea la barba es difícil que encontremos algo que nos sorprenda en este tipo de discos, pero no por eso dejamos de disfrutarlos y apreciarlos, a lo que hay que añadir el hecho de que generaciones más jóvenes buscan sus referentes en grupos más nuevos, y son No Konforme un ejemplo de que el punk-rock sigue vivo y vigente.

El disco está muy bien editado y el sonido es claro y definido, sin perderse en un exceso de distorsiones tan propios del punk, sino más bien buscando que los instrumentos queden limpios y se puedan escuchar con claridad, con una voces tal vez excesivamente planas, pero acompañadas de buenos coros y unos arreglos muy medidos que le dan más cuerpo a las canciones. Tal vez sea un disco un poco corto, lo poco más de media hora que dura no es una extensión demasiado larga y le habría venido bien un par de temas más para completarlo y darle más cuerpo.

Se podría decir que el disco tiene dos partes, una primera donde No Konforme hace un repaso de todos esos grupos que les han influenciado a la hora de componer, como es el caso de Vertedero Infantil, con la colaboración de Fernando Madina y sonido claramente Reincidentes, o con Malakresta, canción que automáticamente recuerda a los primeros años de La polla, un tema cervecero, para bailarlo y con algunos toques de ska. En la segunda parte el disco mejora bastante, sobre todo con los temas Ojos color miel, Tu condena e Infierno. Las letras están más trabajadas entrando en temas más sociales que políticos, así como la composición, más elaborada y definida. Una idea de por dónde pueden ir los tiros del grupo en futuros trabajos, cuando afinen definitivamente su propio sonido.

En definitiva, un disco que no engaña a nadie, punkrock clásico, letras contestatarias y buenos ritmos para pasar un rato la mar de entretenido. Un buen trabajo.