CRÍTICA ALBUM: Sakeo - La Muda

Sakeo - La Muda

1-Saliva 2-Guillotinas 3-La banda peligrosa 4-La muda 5-Kamikaze 6-Primate 7-De regaliz 8-De regaliz (bonus) 9-Hora de comer 10-Muertos de sed 11-Cara de culo 12-Ella lo sabe 13-Guillotinas (Bonus)

  • Sakeo
  • «La Muda»
  • (Maldito Records)

Natxo Zabala y Rafa Redín, el esqueleto de lo que un día fue Koma, vuelven a la carga en esto de la música. No estarán solos. Arkaitz Miranda, voz y guitarra, y David Lotero, batería, les acompañarán en la andadura. El proyecto recibe el nombre de Sakeo, coincidiendo además con el último trabajo de la banda extinta. El disco, La muda, consta de 11 cortes (y 2 bonus), grabados en los Estudios Alakrania de Pamplona. Por otro lado, las baterías fueron grabadas en Sonido XXI (Navarra) y la masterización corrió a cargo de Crossfade Mastering (Valencia). El legado de Koma sigue vivo.

El disco empieza con Saliva, y ésta respondiendo al porqué de Sakeo: “No voy a callar mientras quede saliva”. De la misma manera, percibimos con claridad los mimbres del LP. Si bien es cierto que el tono vocal de Arkaitz recuerda sobremanera al de Brigi, y que el rollo de la banda sigue la estela de Koma (algo que podría ser obvio), no lo es menos que se advierte carisma propio, empezando por cierta tendencia hacia el rock y el heavy en detrimento del metal.

Aunque tampoco es cuestión de llegar a equívocos, la pátina de metal es más que evidente, y se nota en cortes como el mismo Saliva, Kamikaze u Hora de comer. En ellas, encontramos una preferencia por las guitarras pesadas y contundentes, así como estribillos muy de la última fase de Koma, directos tanto al cerebro como al corazón. A todo esto, la tercera de las mencionadas hace gala de otra de las señas de identidad, la comicidad. En esta línea tenemos La banda peligrosa, donde se recuerda a los clásicos del rock (Sid Vicious, Hendrix y Boham) desde una visión alternativa, y también De regaliz, que repasa con un fraseo casi naif -y magnífico- la realidad de los ídolos infantiles y cómo pueden influir en los más pequeños. A continuación, el primer bonus track, 40 segundos de rockabilly cantado a capela (doo wop); básicamente el estribillo.

Conviene destacar los cortes dos y once, Guillotinas y Cara de culo respectivamente. Ambos colocan a Sakeo en el presente. Ante una mayoría de temas de carácter humano, éstos aluden a la sociedad del momento y sus problemas. La primera recoge el descontento del pueblo y plantea soluciones propias del siglo XVIII; la segunda es mucho más exacta (año 2014) y nos sitúa en las preferentes. Quizá estemos ante el primer tema que trata el caso de forma concreta.

En otro orden de cosas, también se muestran originales con las melodías. Por un lado, juegan a mezclar el jazz, el flamenco y el punk en Primate. Notable corte cargado de energía que trata la deshumanización de la sociedad y aboga por una involución hacia lo primitivo. Por otro lado tenemos la balada, Muertos de sed, donde los juegos vocales de Arkaitz le avalan y las cuerdas reflejan desesperación de forma ineludible.

Por último, se pone a prueba la capacidad de Redín a la hora de escribir la letras, como ya hiciera en Koma. Directas, pero dejando entrever su capacidad para ocultar levemente el contenido. Es el caso de Ella lo sabe y La muda, corte que da nombre al disco. El álbum remata con una versión acústica de Guillotinas.

Tenemos ante nosotros un disco que muestra un paso más en la carrera de los ex Koma Natxo Zabala y Rafa Redín. Lejos de amedrentarse, consiguen un producto que no sólo devolverá la ilusión a los seguidores de la finiquitada banda, sino que enganchará a los más neófitos del género. Se disfruta, y mucho. Ideal para descargar energía. Koma nunca debió irse, y por suerte, tenemos en Sakeo al más fiel relevo.

  • Alberto Pozo

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