Nunca ha sido un artista de masas, ni mucho menos. Quizá tampoco lo ha pretendido… Pero a veces sólo queda dar las gracias por tener el honor de pertenecer a las minorías que disfrutan con él. El pasado 2010 fue un año que vino cargado, afortunadamente, con un nuevo disco de Lapido, “De sombras y sueños”, el sexto ya de su carrera en solitario, en el que tuvo el honor de contar con colaboraciones como las de Quique González, Miguel Ríos o Eva Amaral, y con el cual el músico andaluz emprendió una gira por diversos puntos del estado, con parada este viernes en Valencia, concretamente en la sala Wah Wah.
Sin teloneros, y con un recinto ni mucho menos a plena capacidad en cuanto a cantidad, aunque sí en cuanto a entusiasmo y ganas de disfrutar el concierto de los asistentes, salía la banda a escena a eso de las 22.45. El que fuera guitarrista y compositor de 091 comenzaba su actuación con “Paredes invisibles”, el último de los cortes del nuevo disco. Pudimos comprobar que la mayor parte del repertorio se basa en los temas del disco que nos presentaba, así que tuvimos ocasión de escuchar, si no todas, una gran muestra del conjunto de los temas del “De sombras y sueños”, sin olvidar sus canciones más emblemáticas, como “Luz de ciudades en llamas”, con la que no tardó en deleitarnos.
Poco amigo de las palabras, centrado en el rock and roll que tan bien se le da, no fue hasta después de la cuarta canción, “Algo falla”, cuando se dirigió en saludos al público. Tampoco fue necesario más, la gente prefería escucharlo tocar, y eso era buena señal de que el concierto se estaba desarrollando de la forma esperada. Con una banda a la altura de las circunstancias, fueron cayendo, entre otras, “El más allá”, “Antes de morir de pena”, “Sueños que dejamos ir”, “En medio de ningún lado” y “Nunca se sabe”.
Uno de los momentos emotivos de la noche llegó con la interpretación de una versión de “La canción del espantapájaros”, uno de los temas más míticos de los 091. Se notaba el aprecio de la gente por la banda granadina, ya que los hubo que se dirigieron a él pidiéndole algún que otro tema de aquella etapa. No obstante, el guitarrista continuó centrado, principalmente, en los temas de su último disco, con la interpretación de canciones como “Lo creas o no” o “La hora de los lamentos”, para más adelante proceder a la presentación de los cuatro componentes de la banda que lo acompañaba.
Poco antes de proceder al primer bis de la noche, nos obsequió con “La antesala del dolor” y “Más difícil todavía”, temas con los que nos recordó el “En otro tiempo, en otro lugar”, así como a la vuelta al escenario de la banda llegó el turno del “Cartografía”, con “Algo me aleja de ti” y “Cuando el ángel decida volver”.
Volvieron a retirarse del tablado, pero aún había tiempo para la traca final, con, ahora sí, un par de guiños a 091, ya que interpretó “Esta noche” y se despidió con “Espejismo nº 8”, entre aplausos de un público que quedó más que satisfecho con el concierto desarrollado durante, aproximadamente, dos horas y cuarto por el músico granadino y su banda.
