CRÓNICA: Bruce Springsteen & The e Street Band en Barcelona (Mayo de 2012)

Bruce Springsteen & The e Street Band en Barcelona (Mayo de 2012) Estadi Olimpic
Barcelona

17 de Mayo de 2012

Puedo presumir de haber visto a los Rolling Stones en directo varias veces y también a AC/DC. Para completar la santísima trinidad del rock me quedaba ver a Bruce Springsteen & the E-street band; un poco por casualidad se me presentó la oportunidad de comprar una entrada el mismo día del concierto y la aproveché para redimirme.

Como llegamos con mucho tiempo por delante y la cerveza la cobraban a precio de tinta de impresora me dio por fijarme en detalles, por empezar a hacer comparaciones con los otros dos gigantes. El escenario era discreto, para lo que se puede esperar de antemano. Nada de macro-construcciones temáticas ni de estructuras complejas. Lo más destacado era una bandera catalana en un lado y una de EEUU en el otro. El equipo de sonido era de discreto, pero como la calidad se paga no me atrevía a aventurar si había potencia o no. Y como gran cagada, la caseta del técnico en medio del campo de fútbol, es cierto que luego retirarían el toldo que la cubría, pero aún así restaba mucha visibilidad a los ya de por si lejanos espectadores de más allá de mitad del círculo central.

Bruce Springsteen & The e Street Band en Barcelona (Mayo de 2012)Cuando quedaban diez minutos para empezar el concierto el Lluís Companys presentaba menos de media entrada. Entre eso, que para subir a Montjuïc hay pocas opciones y muchos atascos, que era aún de día y que a las estrellas les gusta hacerse esperar; el inicio se retrasó más de 45 minutos. Pero como los fans del jefe son muy muy fans apenas se escucharon unos pitidos de reprobación e impaciencia.

Las Dance de la recién fallecida Donna Summer sustituyo a la típica canción popular de la zona del concierto como intro. Por las pantallas fue desfilando la banda con especial atención a Soviet Estrelle, al tío Sil vio “Soprano” y por último a Bruce, que con un “1, 2, 3” dio inicio al concierto. Una introducción más que simple para empezar con "Badlands" y dar las buenas noches a “Bardalona”(sic) y a Catalunya en repetidas ocasiones, todavía con los focos encendidos.

Con unas cuantas frases en catalán, “És una història de holas y adeus, de qui marxa i qui es queda”, introdujo “My city of ruins” con la que además presentó a la banda con media hora escasa de concierto. Y después más parrafadas leídas del suelo, de las que tanto gustan.

Volviendo al apartado técnico del concierto, era lamentable ver como las pantallas estaban a ras de suelo y apenas se podían ver, incluso desde las filas más cercanas. Sobre los 45 minutos de concierto se aprovecharon de un segundo par de pantallas sobre las primeras, para empezar a dar la sensación de concierto grande. Era el turno de “Out in the street” genialmente interpretada por la E-street band. Bruce se mostraba, como siempre, con muchas ganas, muy animado, firmando camisetas entre el público a chicas, de esas que luego no ves en más conciertos durante el año. También robaba cervezas a las primeras filas y se tiraba más por encima de la que llegaba a beber. En el impás entre canciones recogió una cartulina que pedía la nada habitual “Talk to me” y esa fue la siguiente canción, bonita casualidad. Hay que reconocer que Springsteen es único con estas cosas. La mayoría de bandas cuando salen a girar se preparan 20-30 temas, algunos se estiran hasta los 40. Luego están los grandes de verdad que se preparan de 70 para arriba. En esta categoría solo hay dos.

Bruce Springsteen & The e Street Band en Barcelona (Mayo de 2012)Ya con un buen trecho de concierto me empecé a dar cuenta de que con Bruce Springsteen y la E-street band se juntan tres conciertos en uno. Por un lado una banda de folk impresionante. Nunca he visto tantos músicos juntos sonando tan bien, filarmónicas aparte. Fui incapaz de llegar a contar cuantos músicos había sobre el escenario, por 17 perdí la cuenta, y entre todos se puede contar con los dedos de una mano las notas erróneas que hicieron. Por otro lado tenemos la parte más aburrida, cercana a un canta-autor al que le gusta verse sobre los focos. Eran muy recurrentes las canciones en las que durante una larguísima introducción tocaba Bruce solo con las luces apagadas y unos focos apuntándole a él. La primera vez resulta emotivo, al final cansa. En esta parte entran especialmente canciones de los últimos discos. Por último está la superbanda de rock. Bruce Springsteen, Steven Van Zandt, Nils Logfren, Garry Tallent, Roy Bittan, Jake Clemmons... Se me pone la piel de gallina solo con repasar la lista ¡y están reforzados por una portentosa sección de vientos! Cuando tocan sus temas, temazos, entiendes de donde viene tanta mitología tienes a todo un Olimpo de músicos tocando para ti.

Volviendo al concierto... al igual que hiciese en Sevilla dedico una canción, "Jack of all trades", a los indignados y al 15M y por primera vez el estadio se lleno de mecheros (y móviles). El público se lo estaba pasando en grande, durante una de las canciones incluso montaron un improvisado “castell”. Y lo mejor aún estaba por llegar. "Waitin´ on a sunny day" fue uno de los momentos de la noche, con todo el público coreándola. ¡Qué fácil se canta “lalala” en inglés! También supusieron la vuelta de las pantallas grandes y de una gigante detrás del escenario. Hacia el final de la canción Bruce subió al escenario a cantar a una niña pequeña ¡Que se sabía el estribillo! Y en un más que correcto inglés.

Ya va siendo hora de abordar uno de los asuntos peliagudos, ¿Qué tal Clemons Junior?

Bien, muy bien. El sobrino del añorado Big Clarence, estuvo a la altura de su pesado apellido, en especial en un duelo contra Bruce a la armónica. El sonido del concierto fue como suele ser en estadios y espacios abiertos, depende de donde estuvieses. Desde donde me encontraba yo, se oía perfectamente, de lujo.

Tras eso una mini pausa, quizá la primera, fuera luces, unos acordes de armónica y la locura, "THE RIVER" (esta canción se debe escribir en mayúsculas o los dioses del rock se ofenden). Otro subidón con "hungry heart" seguida de "the rising". Y van dos horas y cuarto de concierto. La cosa se empieza a poner sería, pocos muy pocos, y ninguno entre los grandes, se hace conciertos tan largos. Y ahí tenemos al bien llamado “el jefe” encima del escenario encarando otro buen rato de concierto. Me gusto mucho como hacían juegos de luces, encendiendo y apagando, para logra intimidad en un recinto con 60.000 personas y 17 músicos. Sobre las dos horas y media de concierto dimos un paseo por la carretera del trueno ("thunder road") donde vi a un hombre hecho y derecho llorar de emoción.

Bruce Springsteen & The e Street Band en Barcelona (Mayo de 2012)Una pausa de un minuto escaso y de nuevo sigue la fiesta. "Rocky ground" fue el momento de lucimiento para la corista, que se acerco a primera línea del escenario para cantarla con el líder y ponerle una parte rap. Y de allí para adelante todo fue magia. ¿Estáis listos Barcelona? Y casi se cae el estadio con la canción protesta, no lo olvidemos, "Born in the USA" empalmada con "BORN TO RUN" (ya saben, las mayúsculas...) con las luces ya encendidas como diciendo “gente, que esto se acaba”. Pero no, esto no se acaba hasta que el jefe lo dice, y al jefe le apetecía tocarse "Bobby Jean" y además acabar con "Dancing in the dark", momento que aprovecharon desde el público para sacar una pancarta: “Desde mi barriga, mi bebe está bailando en la oscuridad”. ¿He dicho despedirse? ¡Qué no! Esto no se acaba hasta que el de Nueva Jersey quiere; y quería marcharse con "Tenth avenue freeze out". Justo cuando la canción dice “And the Big man joined the band”, la banda dejó de tocar y pusieron un pequeño vídeo de The big man, que fue coreado con mucha emoción por el público. Dejaron unos minutos para la ovación y reemprendieron la canción para, esta vez sí, dar por acabado el concierto y dejar el escenario.

Tres horas y cuarto de concierto. Casi sin pausas, la más larga no llegaría a tres minutos. Grandes momentos, con las emociones a flor de piel. También con felicidad, con ganas de bailar. Algún altibajo, sobre todo con los temas más nuevos, pero todo se perdona si te regalan una última hora como la que se puede vivir. Discutible la decisión de llevar unas pantallas no demasiado grandes, y sobretodo ponerlas a ras de suelo. Más cuando hay unas más grandes que se usan puntualmente, una idea más de novato en esto de girar estadios que de uno de los más grandes. Pero nuevamente, aunque con más dificultad se le perdona, si suenan como suenan. Si lo dan todo en el escenario. Si te lo hacen pasar genial. Como diría aquel: “es otro nivel”.

  • Albert Lozano

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