Rosendo llevaba ya unos cuantos años con la idea de trasladar sus canciones a un entorno tan íntimo y exquisito como el teatro. Recordando en parte a las míticas actuaciones que se celebraban en el Monumental de Madrid allá por los años 70 donde fue el primero en comprar la entrada de su admirado Rory Gallagher. En esta ocasión el de Carabanchel nos deleitó en el cierre de su gira el pasado 17 de mayo con un gran concierto en la capital.
Sin grandes artificios y resguardado a ambos lados por sus fieles escuderos Rafa y Mariano, dieron el pistoletazo de salida a una noche de rocanrol un poco atípica al estar poco acostumbrados a visualizar un concierto del “jefe” desde una butaca con gente alrededor comiendo palomitas como si de una película se tratara.
Con estricta puntualidad el power trio se arrancó con “De nada más”, tema inédito en los set list del madrileño y que ha rescatado acertadamente para esta gira.
La verdad es que es una autentica gozada el poder escuchar canciones como “La cera que arde”, “Para cuando desatino” o “A la sombra de una mentira”, ya que nunca suelen caer en los directos del de Carabanchel y que han sido seleccionados exclusivamente para esta gira.
Momento emotivo fue la participación de Rodrigo Mercado (hijo del propio Rosendo) que salió a cantarse con su peculiar voz “El Alma se Colma” perteneciente al disco "Canciones Para Normales y Mero Dementes".
El concierto avanzaba y a la gente le quemaba el asiento por lo que escuchar los acordes de “Salud y buenos alimentos” fue una buena excusa para levantarse y comenzar a animar el cotarro.
Sorprendente e inesperada fue la versión de la canción de Nacha Pop “Lo que tú y yo sabemos”, con una referencia muy emotiva al desaparecido Antonio Vega lo que provocó que se nos pusiera a más de uno los pelos como escarpias.
El recuerdo a Leño siempre está presente y con una dedicatoria a los de “su quinta” Rosendo nos regaló un himno en toda regla; “Entre las cejas” que hizo las delicias de un público que estaba más que entregado a la causa.
La traca final del concierto vino con “Flojos de Pantalón”, “Masculino Singular”, “Loco por Incordiar” y “Agradecido”. Tras esta última, el grupo abandonó el escenario entre los aplausos del respetable.
No tardaron mucho en volver y el riff de “La Fina” nos puso en alerta a todos para darnos cuenta de que “no era fina sino estrecha”. Con “Y dale” Rosendo y sus chicos salieron ovacionados por segunda vez.
Pero esto no era el final ya que se guardaban un as en la manga para dejarnos con un gran sabor de boca al interpretar la inmortal “Maneras de Vivir”, que puso el Teatro Coliseum patas arriba y que contó además con la colaboración improvisada de un irreconocible Miguel Ríos que apenas recordaba la letra y tuvo que consultarla en más de una ocasión desde su iphone.
Ojalá todos los inviernos podamos tener la posibilidad de ver a Rosendo desenfundando su stratocaster en un gira de teatros como esta en la que nos da la oportunidad de escuchar todos esos temas que siempre habíamos soñado con ver en directo. ¡¡¡Larga vida al padre del rock urbano!!!
