Cita ineludible en la capital con el paso de la gira de dos pesos pesados del metal extremo como son Kreator y Morbid Angel, que además venían bien escoltados por Nile y Fueled by Fire.
Tras un cambio de sala de última hora nos trasladamos a la sala Penélope aunque cuando accedimos los thrashers norteamericanos Fueled By Fire ya habían empezado su descarga. Aún así nos dio tiempo a disfrutar casi todo su, por otra parte reducido, setlist.
El cuarteto interpretaba "Unidentified remains" mientra el público, ya numeroso en ese momento, agradecía la entrega con varios pogos. Cabe destacar la destreza de Chris con las seis cuerdas que a base de punteos muy thrashers de corte clásico, daba brillo a las composiciones. Siguieron con "Dreams of Terror" y "Thrash is back", donde pidieron a los asistentes que formaran un circle pit. Antes de afrontar "Eye of The Demon" recordaron al resto de bandas que iban a participar en el evento y acabaron con un "Muchas gracias Madrid, hasta luego".
Más que digna actuación de Fueled by Fire, que si bien no tenía el gusto de haber escuchado me sorprendió gratamente su apuesta.
Tras el cambio de cachivaches en el escenario llegaba la propuesta deathmetalera de Nile.
El cuarteto de Carolina del Sur empezaba su show con "Sacrifice unto Sebek" para continuar con "Defiling the Gates of Ishtar" y "Kafir!". El buen sonido y una buena actitud les acompañaron durante toda su actuación. Quizá se echó de menos algo más de iconografía egipcia en el escenario pues lo único que ambientaba sus canciones eran los parches de la batería y un ankh que llevaba colgado al cuello Karl Sanders.
Seguían con "Hittite dung incantation", "Ithyphallic" y "Permiting the noble dead to descend to the underworld" mientras la dureza de su música contrastaba con la casi constante sonrisa de Karl, que estuvo posando y bromeando con los presentes.
Llegaba ya la recta final y acabaron con "Sarcophagus" y "Black Seeds of Vengeance", que hicieron las delicias del respetable, y que más de uno desafiara la elasticidad de su columna vertebral. Entre un mar de cuernos se despidieron.
Gran actuación de Nile que optaron, siempre dentro de su contundencia habitual, por temas rápidos más acordes con el cartel del que formaban parte.
Llegaba el turno de Morbid Angel, una de las leyendas vivas del death metal, y tercer combo estadounidense del cartel. Entre Nile y estos el tiempo de espera, incluido cambio total de batería, se hizo algo pesado.
Un público que llenaba la sala y con el escenario lleno de humo y luces que prácticamente recreaban el infierno, saltaban, uno a uno, los de Florida, mientras sonaba una introducción compuesta básicamente por ruidos y gruñidos.
Empezaban la descarga con "Immortal Rites", del clásico "Altars of Madness", seguida de "Fall From Grace", "Rapture" y "Maze of Torment". Un comienzo demoledor con temas míticos es la mejor fórmula para meterse al público en el bolsillo a las primeras de cambio. La indiscutible presencia de Morbid sobre las tablas era más que notable, acompañado todo por el tremendo vozarrón de David Vincent y la insultante potencia de la guitarra de Trey Azagthoth. La parroquia, por su parte, respondía a la perfección con movimiento de melenas, cuernos y varios "Hey, hey, hey!".
Continuaban la tormenta con "Existo Vulgoré" y "Nevermore", dos colosales trallazos de su último trabajo de estudio, "Illud Divinum Insanus", de 2011. Como anécdota cabe contar que mientras tocaban "Chapel of Ghouls" la guitarra de Trey dejó de sonar, tuvo que cambiarla y durante el solo afinar su nueva herramienta.
Un pequeño amago de abandonar el escenario y prosiguen, ya afrontando la parte final del espectáculo. "Where the slime live", "Bil Ur-Sag" precedieron al agradecimiento a las otras bandas por su presencia y buen hacer. En esos momentos, con la sala abarrotada, el calor empezaba a ser sofocante y los Morbid soltaban su traca final con "God of emptiness" y "World of shit (The promised land)" rompiendo las pocas cervicales que aún quedaban sanas en la sala.
Grandiosa actuación del cuarteto americano, que respondieron a las expectativas de los más exigentes.
Nuevo cambio de escenario, este aún más largo (cuarenta minutos), pues primero se vació por completo y luego se llenó con todo el aparataje de Kreator más unas telas con detalles de la portada de su último disco, "Phantom Antichrist", colocadas estratégicamente . Desconocemos si el "montaje 3D" que se anunció era esto o que por el cambio de ubicación no se pudo realizar el planteamiento inicial. Sea como fuere el resultado de la escenografía no resultaba demasiado espectacular aunque lo realmente importante era comprobar el estado de forma de Petrozza y sus chicos.
El escenario, oscuro como boca de lobo, recibía a los alemanes mientras sonaba la introducción, "Mars Mantra", de su último disco, seguido por dos temas del mismo: "Phantom Antichrist" y "From Flood Into Fire". Sí, Kreator siguen en forma, sin duda. Para mi una de las bandas que mejor han sabido envejecer y transformar su thrash metal ochentero en un thrash moderno y para nada anacrónico. Tras un "Gracias España" y asegurarnos que estaban encantados de volver, nos asaltaban con los ya clásicos "Enemy of God" y "Phobia". Los germanos sonaban compactos y precisos mientras las huestes metaleras lo disfrutaban a lo grande, quitando un borracho/quedado empeñado en molestar por la zona donde me encontraba.
Vuelta en el setlist a los últimos tiempos con la descarga de "Hordes of Chaos", el último single "Civilization Collapse" y "Voice of the dead" antes de otro paréntesis de clásicos con "Extreme aggresion", que enlazaron con "People of the lie".
Seguía el show con otra del último, "Death to the world", "Endless pain", donde se montó un pequeño cirlce pit y "Pleasure to kill", la cual Petrozza presentó preguntándonos "Are you ready to kill?".
Se iba acercando la recta final pero aún quedaban ases en la manga para que la fiesta no decayera. "Violent Revolution" precedía a "Unite in hate", en la que Sami Yli-Sirniö lució guitarra acústica y hubo hasta un momento para dar palmas. Tres veces nos hizo repetir, bandera en mano, la frase "It’s time to rise the flag of hate" antes de tocar "Flag of Hate", desatando ya la locura final, sabedores que esto terminaba, y enlazándola con "Tormentor", finiquitando la actuación.
Una vez más, al igual que el año pasado en Fuenlabrada, que nos quedábamos con las ganas de escuchar "Betrayer". Personalmente me hubiera gustado que no descartaran "Terrible certainty" en esta gira, aunque sabía que no la estaban tocando y no la esperé. Sin embargo el caso de "Betrayer" no deja de ser curioso pues la habían tocado en todas las fechas anteriores e incluso los días siguiente en Galicia y Barcelona también la incluyeron. Igual un daño colateral del cambio de sala que hizo que recortaran el setlist, aún así la maldición Madrid-Betrayer continúa.
Con todo ello, una muy buena actuación, quizá no espectacular en la puesta en escena pero soberbia en ejecución. Siguen en plena forma, tanto en estudio como en directo y eso es algo que no tantos pueden decir.