Habían pasado muchos, muchos años desde la última vez que tuve la oportunidad de ver a Los Suaves en directo, en concreto fue en un concierto que se hizo en Cantabria, no me preguntéis donde, en compañía de otros grupos que tampoco soy capaz de rememorar, y que sí recuerdo que me dejó una muy buena impresión.
Como podréis imaginar, las ganas de volver a verlos eran gigantescas. Es más, me pasé media semana escuchando sus viejos temas, y el mismo viernes no paré de tuitear canciones y canciones, imagino que para desesperación de me exiguo timeline.
La sala estaba llena, con mucho espectador talludito ya, todo hay que decirlo; había un ambiente realmente bueno, expectante, ansioso de oír esos temas que llevan tanto tiempo acompañándonos, un repertorio que para nada defraudó donde se repasaron todos sus clásicos. Y que mejor manera que empezar con No puedo dejar el rock y Cuando los sueños se van, y con este esquema, de bloques de cuatro o cinco canciones enlazadas y descanso entre medias desgrananon temas 
como La Ciudad se llamaba Perdición, Pardao, donde Yosi sacó su guitarra para darle un toque acústico y concluir con Dolores se llamaba Lola, para dar paso a dos bises donde con El afilador, La noche se mueve o Peligrosa María, donde pudimos ver la mítica plantada de banderas con un Yosi enfundado en la camiseta del atleti.
El sonido era realmente bueno, limpio, claro y donde se podían apreciar todos los detalles. Cereijo desgranó grandes solos que se pudieron apreciar con toda su intensidad, bien acompañado de Fernando Calvo, ambos muy bien compenetrados, un bajo sencillo pero muy contundente en manos de Charly y una batería, que tal vez por mi situación en la sala me dio la impresión que sonaba un poco baja, simple pero clavando los ritmos cual metrónomo.
Pero la cuestión es que no disfruté en ningún momento del concierto. Es más, a medida que iba avanzando el concierto, más ganas me estaban dando de marcharme y no paraba de mirar la hora, poniendo mi canción límite en Pardao. Los Suaves son una banda histórica, fundamental en el rock en España, eso es innegable, sólo comprobando el repertorio uno se da cuenta, temas un millón de veces entonados incluso por gente que no tiene ni la más mínima idea de quienes son. Y me duele mucho lo que voy a decir, así que si quieres dejar de leer en este punto lo comprenderé.
Lamentablemente, Yosi no es ni la sombra de lo que fue. Lo dio todo en el escenario, sus ganas y pasión fueron totales, pero no es suficiente, ni mucho menos. No puede ser que en ningún momento del concierto escuchase una estrofa completa, ya sea por olvidos, ya sea por cansancio a la hora de cantar. Si alguno de los espectadores que acudieron no 
conocían a Los Suaves, o fueron por dos o tres temas que conocen, se estarían preguntando de que narices iban las canciones, si no fuera por un público totalmente entregado que no paraba de corear los temas. No es el mejor método para atraer nuevo público, ni mucho menos, pese a que le valga a los incondicionales.
Cuando voy a un concierto de este nivel, exijo ese nivel. Si esto mismo lo hace una banda internacional, el público acabaría despotricando que no es posible, que es una vergüenza, y si lo hace alguna de las bandas comerciales más conocidas, el escarnio que se hace con su prestigio en todas partes se vería hasta en las noticias. ¿Entonces por qué no decirlo con Los Suaves? ¿Por qué no hacerlo con nuestras bandas históricas? Mike Jagger hace una actuación similar y le están lloviendo palos hasta en Mercurio y pidiendo su retirada. Y esto es así.
Los Suaves tienen que plantearse hacia donde dirigirse. Porque todo el concierto tuve la sensación de estar viendo dos actuaciones diferentes, una del grupo, y otra de Yosi. Y no puede ser. Pensar en incorporar un cantante tiene que ser una opción, no es ni la primera ni será la última vez que esto sucede, y en muchas ocasiones con mucho éxito. Yosi es un grande, un histórico, pero no da más, y pedirle un paso a un lado, ojo, no una retirada que todavía tiene que ofrecer, sería conveniente. Los Suaves son algo más, bastante más que la gente que está en el escenario. Son sus letras, son su música, son las historias que nos cuentan, y me gustaría escucharlo y sentirlo, y no sólo intuirlo.
¿Con esto quiero decir que no se vaya a ver a Los Suaves? No, jamás. Por dios, son Los putos Suaves, hay que ir a verlos siempre que se tenga oportunidad. Sólo había que ver al público, entregado y colaborando con el grupo. Y hubo un momento en el que conseguí imbuirme de esa energía cuando un espectador que estaba a mi lado hizo una apasionada defensa de Los Suaves, discutiendo conmigo e invitándome a un par de cervezas (gracias Javi). En ese momento, justo cuando estaba pensando marcharme, me animó a continuar y pude disfrutar más del concierto, aunque pasamos más tiempo charlando que otra cosa. Y es esa energía, esa pasión, compartida por los gran mayoría de los espectadores, lo que hace grande a este grupo. Y la verdad, me daría pena que se perdiese.
Un saludo.
Nota: Esta es sólo mi opinión personal, no la de ZonaRuido. Cualquier discrepancia o debate, por favor, dirigida a mí. Estoy por las redes sociales.
- Robe Alonso
