Viernes, y Gatillazo tocando por 10 eurillos en As Pontes, a una hora en coche desde Coruña, así que no había excusa para faltar a una lección de punk de Evaristo.
Gracias a Google Maps y a las indicaciones de un colega, encontramos rápidamente la sala Oh Caramba, con la zona (amplia) de aparcamiento ya tomada por la fauna conciertil cuando todavía faltaban un par de horas para que empezara la música. Mientras calentábamos motores saludando a los colegas y a los habituales de los conciertos (al final somos una pequeña gran familia) nos fijamos en que la edad media era relativamente alta, por encima de los 30 de largo, parece que está complicada la renovación generacional para el punk, pero está claro que la “vieja guardia” sigue al pie del cañón.
Empiezan los bolos, y entramos al son de Lendakaris Muertos, pero versionados por el grupo Dpyss. Nunca fuimos muy fans de los grupos de versiones, pero no se les puede negar su efectividad a la hora de calentar el ambiente, desde el primer momento se veía bastante movimiento cerca del escenario, sobre todo cuando empezó a sonar la tan manida "Kualkier Día" de Piperrak.
Como detalle positivo, salvo ese tema no hubo demasiadas canciones híper conocidas, Segis, Reinci y otros grupos sonaron durante una hora. Como detalle negativo, el sonido, sobre todo la voz, que parecía que era lo único que estaba amplificado fuera del escenario, y siendo la sala tan alta (dos pisos altos), el rebote generaba mucho ruido.
Y a ritmo de punk llegamos al segundo grupo de la noche, Argon, de Fene, igual que Dpyss, pero estos optan por temas propios (no reconocimos ninguna versión) y por un estilo muy hardcoreta con mucho toque metalero. Según nos dijeron, llevan nada más que un año tocando juntos, y la verdad, no se notaba, parecían tener muchas más tablas, un concierto muy serio, con mucho ritmo que mantuvo a la gente muy atenta a pesar de que la mayoría no conocíamos las canciones. Un grupo muy recomendable que ver, desde luego andaremos atentos a verlos otro día, porque durante su bolo se mantuvieron los problemas de sonido, y en este se notaba mucho más que el problema era la voz, pues cuando no cantaba se escuchaban las guitarras nítidamente y al entrar el cantante retumbaba por todas partes, provocando demasiado ruido. Es una pena que un asunto técnico estropee la sensación final, pero aún así los dos grupos cumplieron 
dignamente con su papel de teloneros, caldeando el ambiente para el gran postre final: Evaristo.
Temiéndonos que los problemas de sonido continuaran y como no nos habíamos llevado el chubasquero antilapos, optamos por alejarnos de las primeras filas y acercarnos al lugar de trabajo de Fran, el técnico de sonido habitual de Gatillazo. Y al grito de “Da por hecho que tienes derechos que jamás vas a ver ni en pintura” se arrancó Evaristo con "Crónicas de un Cerdo", el tema que cierra su último disco, "Siglo XXI", dando paso a un bloque de unas quince canciones sin una sola pausa entre ellas, más que las breves presentaciones habituales de Evas, con mención especial para "Guerra Social" y "Es el Odio", en las que tanto la caña de los temas como la expresividad del llamado por muchos "dios del punk" hicieron que en todas las gargantas presentes en la sala se corearan con mucha rabia hacia el sistema que nos atenaza día tras día y que tan hábilmente sabe describir.
Un momentito de pausa, para afinar y coger aire, pero rápidamente los amplis volvieron a atronar, y de los problemas de sonido no quedaba ya ni el recuerdo, ahora ya sonaban todos los instrumentos por toda la sala, y aunque en una sala tan grande es complicado, en general sonó muy bien una vez pasadas las habituales dos-tres canciones de “aclimatación”.
Esta segunda parte del concierto arrancó también con un tema del nuevo disco, en este caso la primera, "Hemos venido a Divertirnos", pero durante todo el bolo mantuvo un perfecto equilibrio entre los temas de los primeros discos y los del 
último, y aunque se notaban sectores del público que aún no habían escuchado los nuevos, y otros que al contrario, sólo conocían los del "Sangre y Mierda" o "Siglo XXI", ni unos ni otros tenían tiempo a dejar descansar la garganta antes de que los vascos (con un poco de gallegos) les “obligaran” a desgañitarse en la siguiente canción. Mientras tanto Evaristo desarrollaba su habitual y algo escatológico show que describe de manera gráfica lo que dicen sus canciones. Además, los habituales impertinentes empezaron a ser más valientes a la hora de subirse al escenario a creerse cantantes por un minuto, hasta el punto de que uno se agarró el micro de un guitarra y casi acaba llevando un par de leches (merecidas) del pipa. Pero los de Álava están bien curtidos en estas lides y la total indiferencia de Evaristo hizo que no fuera más destacable que unas líneas de relleno en esta crónica. (jeje)
Mención especial en esta parte merece el momento en que empezaron a sonar los acordes de "Txus", pero en vez de tocarla, Evaristo autoversionó a La Polla pero con una variación de la letra de "Allá en el Rancho Grande", las risas por toda la Oh Caramba fueron épicas.
Y cuando ya iban casi dos horas, la típica pausa para pedir bises, auguraba que no quedaba mucho más de fiesta, así que nos dispusimos a gastar las pocas energías que nos quedaban mientras Evaristo nos alentaba a liberarnos de las cadenas esclavistas del capitalismo con el tema que da nombre al disco, "Siglo XXI", para dar paso a algunos de los himnos más conocidos, "Deja de Fumar", "Johnny", "Fosa Común" (la herida sigue abierta!) y de remate, "Odio a los Partidos" (odio a las banderas!!).
En total más de cuatro horas de música en directo, una perfecta manera de pasar una noche de viernes, y si es con dos buenos teloneros y un grupazo como Gatillazo, ni siquiera es un problema no tomarse más de dos cervezas y conducir una hora de vuelta hasta coruña, que aunque no estaban los señores de verde, a nadie le apetece acabar en una cuneta.
- Nakasha
