Guadalajara y su famosa franja morada aún lloraba la desaparición del poeta Panero, mejor sitio no podía ser, como el bastión musical que es la sala Óxido, sirviendo de escenario para una noche de versos rebeldes y punk rock. Tristemente, poca afluencia de público si tenemos en cuenta precio, cartel y sala. Dado que la Óxido es una sala en toda regla, combinando en justa medida la gente que empieza a la vez que grandes grupos ya consagrados. Un espacio tremendamente grande (en todo) para la pequeña capital donde se ubica.
Los madrileños KE+DA, con más de catorce años en sus espaldas, quinteto curtido en mil escenarios, eran los encargadas de abrir fuego. Buen detalle (no sé si por elección propia, sorteo, o que sé yo). El hecho de ser primero en un concierto, rompiendo con el mito de primer grupo, que la gente atribuye a los grupos que empiezan, dando buena cuenta que estos chicos, podrían pasearse por el escenario central de cualquier festival en "prime time" como lo hacen los otros."Estaba cantao", la primera bala, de un cargador repleto de metralla de punk rabioso en un set list muy cuidado. Desde el principio un gran nivel, sin desfallecer, sin pausas, sonido definido con muchísima fuerza. Fueron cayendo "Nadie Sabe", "Ke fácil", "Operación ful" crítica a los reality musicales, "Mala Suerte" y "Hoy por ti", buen repaso a toda su discografía. Sin olvidar de su último disco, "El peso de tener siempre razón", del que sonaron "Niños robados" y "Noches de deskontrol", entre otras. También había tiempo para versiones,"Yo seré tu abogado" de los compadres EUKZ, a los que acompañaron en su gira Mexicana en el 2011. No se podía quedar en el tintero "Pablito", con la que pusieron fin a la casi hora de furia y fuerza de un grupo asiduo a las grandes citas y a las grandes noches como la que te hable...
Inmediatamente La ceja de Blas entraban en escena. Tres grupos en cartel, el tiempo apremiaba. Cuatro chicos y una fémina, alcarreños de Molina de Aragón, los más "novatos "del cartel, jugaban en casa y eso se nota. Abrían fuego con el "planeta ruido" de Tahúres Zurdos, buen comienzo para presentar su primer disco "Quien lo diría…". Un directo muy cercano, de menos a más, con canciones personales, conciliadoras y reivindicativas, jugando con todos sus componentes, como voces principales en cada tema, combinando sus temas, acertadamente, con numerosas versiones, terminando así su tiempo con "Ama" de Extremo, "Mil colegas"de la Polla y la más sorprendente, pero no menos buena, "Lágrimas de Sangre" de los desaparecidos Muertos de Cristo. Fieles a un estilo muy trillado, La Ceja de Blas dejó un buen sabor de boca y todo más que caldeado para el último grupo.
Desde Alicante llegaba Disidencia, un grupo que ha tenido mil formaciones puesto que los más de 17 años en liza desde aquel trío originario, han pasado numerosos músicos, pero sin perder esa esencia que nos recordaba tanto a la mítica banda londinse The Clash. Y así comenzaban con la fuerza del viento de tramuntana con el "Se respira diferente". Era el pistoletazo de salida al vendaval que iba a asolar durante las siguientes dos horas la capital alcarreña. Directo duro, sin concesiones, por bloques para dar poco respiro al personal e ir al grano: Genuino Punk-Rock. Se dejarían pocas canciones de las más relevantes 
de sus ocho discos. Sonaron fidedignas y con la fuerza de siempre. "El mítin", "Cuabateos Culture", "El Árbol", "Israel IV Reich" inclusive, del disco "Antología poética", como la gran versión de Joan Manuel Serrat "Cantares". Llegó el momento de escuchar en directo su nuevo EP, "Hablarán las armas", buen título, dando continuidad al gran disco "Hablarán las piedras". Bien defendido, muy genuino al sentir de la banda y sus inquietudes intactas tantos años, solos de guitarra duros, con cambios de ritmo, de la mano del doble bombo del bueno de Nano. Excelentemente defendido en un directo muy rápido y lleno de reivindicación. Hasta en las pocas pausas obligadas para coger el poco aire de la sala, la rabia y la memoria seguían presentes sin música, con dedicatoria incluida a la memoria de Salvador Puig Antich, buen guiño a la historia más triste de este Estado. Lo mejor llegaría al final, "Cansado", una versión de Zer Bizio? muy currada, como el "Es un crimen" de la historia viva del punk, Eskorbuto, los genios de Santurtzi. Obligado es en Disidencia verles acabar con el himno "A todos ellos", que ponía el fin a un directo de una banda con altibajos en formación, que no en trabajo, un trabajo que algún día les volverá a premiar.
Y así acaba un conciertazo, con claro denominador la poca afluencia y la impuntualidad de los asistentes, momento, que el que suscribe, con permiso del lector, se toma la reivindicación y pataleta de decir que la única manera de escuchar algo nuevo, es viendo a los "teloneros" (nunca menos malos, sino primeros por la sencilla razón que alguien lo tiene que ser), en resumidas cuentas flaco favor a la música y al espectáculo que da esta. Hasta el próximo, porque la vida es aquello que te pasa entre concierto y concierto. Hasta el siguiente, que allí nos veremos.
- Paloma Novo
