La tarde del martes se presentaba repleta de ruido con la comparecencia en Madrid del Tour of Chaos del Resurrection Fest, que traía a la capital las actuaciones de Hatebreed, The Exploited, Napalm Death y Hummano.
La hora de comienzo, demasiado temprana e incompatible con otras ocupaciones, hizo que al acceder a la sala solo pudiéramos ver el último tema que Hummano descerrajaba sobre una aún escasa audiencia. Poco pues podemos decir de la actuación de los madrileños, salvo que el sonido era infernal y que deseamos poder muy pronto verlos en todo su esplendor.
Unos cuantos minutos después y con el local recibiendo un río de espectadores daba comienzo el show de los británicos Napalm Death que tomaban el pulso del público soltando los primeros hachazos, respondidos con unos pogos entre las primeras filas. El sonido había mejorado aunque aún era bastante confuso, salvo la voz de Barney que se oía a la perfección. Seguía la descarga y el carismático vocalista mostraba su agradecimiento con un "Gracias y bienvenidos amigos y claro, amigas." Para la tercera el sonido había mejorado considerablemente y se pudo apreciar el juego a dos veces entre Barney y el guitarrista. Poco después caería el clásico, fenomenalmente acogido, "Suffer the children" del disco "Harmony Corruption" como bien presentó el cantante.
Seguía la descarga observándose el primer mosh de la noche y llegamos al temazo "Breed to breathe", que arrancó un buen pogo. Posteriormente el personal de seguridad desalojaba a un espectador de la primera fila no sé bien por qué. Las luces, aparte de pobretonas, se mantenían, algunas de ellas, fijas sobre las caras de los asistentes lo que hacía molesto mirar al escenario pero seguían los de Birmingham la descarga brutal de decibelios y caóticos ritmos con "Scum", calurosamente recibida. Para el final habían dejado "Una canción antifascista de los Dead Kennedys, desde California": "Nazi Punks fuck off".
Poco más dio de sí, salvo la despedida con "Amigos y amigas, muchas gracias por su atención" y gritos de "Napalm Death", de una actuación intensa y vibrante cargada de la mala baba habitual que gastan los británicos.
Turno para la otra leyenda de las islas de la noche, esta vez del punk hardcore: The Exploited. Wattie y compañía comenzaban fuerte con "Let's start a war" y "Fightback" y el público, en plena forma, respondía con saltos, pogos y movimientos de cabeza. "Dogs of war" y "UK 82" continuaban arrancando gritos de un activo Wattie.
Para zanjar la eterna polémica que les persigue desde hace ya décadas y que les reportó un desagradable episodio la anterior vez que pisaron Madrid, una pancarta colocada sobre la barra del fondo de la sala rezaba lo siguiente: "We are agaisnt fascism. We are against racism. A message to all nazis, nazipunks and intolerant left-wing", posicionándose claramente. Seguían y con "Chaos is my life" donde vimos el primer stage diving y el reparto de micrófono proporcionado por el cantante a las primeras filas. "Alternative", "Holiday in the Sun" y "Troops of tomorrow" contribuían a calentar aún más la sala a base de guitarrazos. En "Never sellout" un espontáneo subió al escenario con tan mala fortuna que casi cae entre valla y tablas, pero Wattie, atento, le recogió. Agradecido el espectador le dio un abrazo y voló sobre las cabezas de los asistentes.
Incansables y sin tiempo para respirar seguían con el bombardeo, esta vez con "I believe in anarchy" y "Beat the bastards" en la que, por primera vez, y fueron varias, el micro dejó de funcionar. Unos golpes en la cabeza para comprobar el estado del nuevo que le habían dado y procedían con "Cop cars". Más problemas con el micro en "Fuck the system". La recta final se compuso de "Army life", "Fuck the USA" y "Sex and Violence", donde Wattie subió al escenario a un espectador para que, entusiasmado, se echara unos cantes y bailes antes de lanzarse al mar de brazos y cabezas. La apoteosis final llegó con "Punks not dead".
Dos días después Wattie sufrió un infarto durante la actuación en Lisboa, con lo que tuvieron que suspender el resto de la gira. Deseamos su pronta recuperación aunque ya sabemos que Punks not dead.
Dificil lo tenían los norteamericanos Hatebreed pues el listón estaba muy arriba tras las actuaciones anteriores, aunque no se amilanaron ni un ápice y saltaron a las tablas enérgicos con un "Let’s go Madrid" que prendió la mecha del barril de pólvora. Arrancaban a buen ritmo dejando claro que iban a darlo todo de su parte. El público, contagiado desde el primer momento, respondía de maravilla botando y coreando cada canción.
Mostraron sus respetos a Exploited y a Napalm Death y según iban cayendo temas el vocalista iba presentando a los miembros de la banda. El sonido había ido mejorando durante la noche lo que hacía aun más intensa la descarga. "Straight to your face" daba paso a "Honor never dies", donde el público colaboró muy activamente en los coros.
Un momento de receso para coger resuello precedió a "Proven" y Jamey Jasta nos preguntaba si queríamos algún tema más "Want some more? Are you tired? Una más?", que por supuesto reclamamos desde abajo desatando un gran circle pit.
Aunque parecía que no iba a dar mucho más de sí el concierto, aún quedaban unas cuantas balas en la recámara, para disfrute del personal, que ya sudoroso se movía sin parar. Unos cuantos disparos más antes de gritarnos "Are you ready? Let’s go!" como preámbulo de la traca final con una apoteósica "I will be Heard" y con "Destroy everything", vacile incluido con el respetable y juego de voces entre arriba y abajo del escenario en el estribillo.
Soberbia la descarga de los de Connecticut y soberbia la descarga de decibelios de la noche. Varios días de pitido en los oídos dieron fe de ello.
- Alfredo Villaescusa (La Heavy-MariskalRock)
