Había muchas ganas de ver cómo se las gastaba El Drogas en esta definitiva y nueva aventura en solitario. Y es que desde que presentara el segundo disco de Txarrena "Azulejo frío" allá por la primavera de 2011 el de la Txantrea no había pisado el "foro" para presentar material nuevo. Desde entonces han pasado muchas cosas; su controvertida salida de Barricada a finales de ese mismo año, la continuidad de Txarrena, el cambio de nombre al proyecto por el suyo propio hasta ver como su banda madre decía adiós el pasado mes de noviembre después de año y medio de lenta agonía.
Pero la actualidad es la que manda y ahora tocaba dar el pistoletazo de salida a la gira donde presenta su reciente triple disco titulado "Demasiado tonto en la corteza". Un nuevo proyecto en forma de disco triple que para Enrique Villarreal es un reto más en su carrera, dejando claro que no va a dejar de ser un culo inquieto ni una "oveja negra".
La cita era en la sala Shoko de Madrid, y se avecinaba una buena, ya que desde las 7 de la tarde se podía ver la enorme cola que se formó en los aledaños del recinto. La sorpresa previa de la actuación de los de Pamplona fue la aparición de Ángel Casto y los Honestos como banda telonera, con un repertorio de temas clásicos que seguro que a más de uno le va a sorprender por lo familiares que le van a resultan los componentes de dicho conjunto ya que prometen dar mucha guerra abriendo las noches de esta gira.
A las 20.15 el público abarrotaba la sala y desde el fondo del escenario ya asomaba la chistera del Drogas por lo que la ovación fue tremenda cuando interpretó los primeros compases vocales de "Cómo son" mientras se iban incorporando poco a poco el resto de la banda.
Tras este tema, la atronadora batería de Brigi dio paso a "Tentando la suerte" mítica canción de Barricada que ya nos iba poniendo los dientes largos ante las tres horas de velada que se nos iban a venir encima. "Con tu presencia" y "Sueños rotos" dieron paso a "Pétalos" y al consiguiente homenaje a las Trece Rosas Rojas.
El Drogas ataviado por un elegante traje rojo y pantalones en una onda más punki fue alternando el concierto con bloques de canciones de su reciente disco. Hay que decir que los momentos de mayor respuesta por parte del público se vivieron con la parte de "Matxinada" mientras que ciertos temas de "Alzheimer" e "Y Glam" amenazaron por momentos con un "relax" que pronto se vio disipado por algún tema de Barricada.
También hubo tiempo para rememorar a La Venganza de la Abuela, ese proyecto de Enrique Villarreal de finales de los 90 donde se fusionaba el rap-metal, con canciones como "0,7" y "Fue 24 de diciembre".
Al Drogas se le veía en un estado de forma pletórico. Gozando de la libertad de poder escoger las canciones que más le apetece cantar de las que ha compuesto en sus más de 30 años de dilatada carrera en el mundo del rock&roll y también de poder acompañar al grupo ya sea con guitarra acústica, eléctrica, pandereta o incluso con la armónica en el caso de la canción "Debajo de aquel árbol".
Hay que destacar también la enorme complicidad de los músicos que acompañan a Enrique. Desde el maestro Txus Maraví con su excelente gusto a la hora de tocar la guitarra, pasando por Flako Txarrena y su actitud encima de las tablas metiendo ruido con el bajo hasta el intrépido Brigi Duque dirigiendo la batuta desde atrás, regalando sonrisas y caretos que incitaban al cachondeo.
Con "Oveja Negra" llegábamos a la mitad del concierto, a uno de esos momentos que nos trasladaron al pasado y que por desgracia El Drogas nos refrescó y aprovechó para denunciar las recientes 14 muertes de inmigrantes subsaharianos a orillas de Ceuta y Melilla.
Aunque muchos de los temas de Demasiado Tonto en la Corteza ya empiezan a destacar como futuros clásicos de Enrique, bien es cierto que se trataba del primer bolo de la gira y que posiblemente tendrán la oportunidad de ir probando poco a poco su aceptación entre el público. Hay que destacar la enorme versatilidad de este trabajo y la diferencia que existe entre los tres álbumes, tanto en ambientación musical como en las letras a tratar.
Con guiño a Carlos Tarque en "No das Pena" se dio paso al bloque Matxinada con tres cañonazos como "Que mal rato", "Verte en la Mierda" y "Barro en la alpargata".
No podía faltar tampoco el gran clásico de Alarma "Frío" donde muchas veces el propio Enrique reconoce que le cuesta acordarse de que el tema no es suyo debido a que lo tiene demasiado familiarizado. Con "Sofokao" y "Todos los gatos" nos terminamos por acercar a la parte final de la velada tras más de 2 horas y media de concierto.
Pero el grupo tenía ganas de más y prueba de ello fue como juguetearon con una entradilla de puro rock&roll donde Brigi, Flako y Txus hicieron una base solida para que El Drogas se arrancase con "Empujo pa ki" uno de sus clásicos de su primer disco con Txarrena allá por el año 1992.
Con el "rapeo" de "Victima" el grupo abandonó las tablas, dejando al respetable coreando la inmortal frase "esta noche no es para andar por esas calles" poniéndonos los pelos de punta y recordándonos que la sombra de Barricada será siempre muy alargada.
Y no pudieron volver con mejor cara, ya que las risotadas de El Drogas hacían presagiar que acabaríamos en la "La silla eléctrica" con toda la sala botando al son del estribillo "daos prisa, daos daos prisa"….
Seguidamente el conjunto pamplonica se arrancó con "Peineta y mantilla" la canción del nuevo disco que posiblemente haya tenido mayor aceptación en el respetable por esa continua referencia (entre otras cosas) a la entrañable secretaria general de tan detestable partido.
Con "Azulejo frío" himno reciente pero que ya es inmortal se encendieron los focos para dar paso a la última canción "Otros Tragos" donde Brigi Duque abandonó las baquetas para acompañar a la guitarra al grupo y recordándonos que "se iban a ir sin irse".
Como bien se encargó de repetir El Drogas durante todo el concierto; "a gusto", pero sobre todo encantados con un repertorio que como él dice es "acorde al precio de las entradas" para no defraudar a nadie, y es que como muchos pudimos comprobar el de la Txantrea tiene cuerda para rato, demostrando ser un líder natural y sobre todo arropado por una bandaza que después de tres horas de concierto nos acabó cantando las 40.
- Charly rock and roll