Vuelve a la carga el grupo brasileño Sepultura con su nuevo trabajo titulado “Kairos”, en otro intento de mantener a flote el nombre de esta ya mítica banda... sin mucho éxito. Y es que nos encontramos ante un álbum, que desde luego posee la fuerza y mala leche que ha caracterizado a estos brasileños durante años a pesar de los cambios en su formación, pero una fuerza ya en un estado descendente y que no consigue, y seguramente nunca conseguirá, estar a la altura de su pasado más glorioso cuando los hermanos Cavalera formaban parte de sus filas.

Esto no significa que sea del todo un mal trabajo, ya que los miembros actuales que componen la formación se han esforzado en conseguir un disco potente y con algunos momentos destacables en su composición, aunque finalmente suene algo repetitivo.

El disco abre con “Spectrum”, un tema rudo, pesado y bastante simple, aunque cumple su función de introducirnos al siguiente corte, que da título al disco “Kairos”, más ágil y ligeramente más rápida, incluso se le puede escapar algún cabeceo a más de uno mientras se da paso a “Relentless”, con cierta mejora en la composición, incluso en algunos momentos casi se puede apreciar el antiguo sonido de la banda.

Y cuando parecía que según avanzaba el tiempo, las canciones mejoraban en composición y fuerza, e incluso podríamos esperar encontrar algún tema realmente bueno, llega “2011”, un interludio que en mi opinión no pinta nada ahí, seguido de “Just One Fix”, un cover de Ministry, que a mí entender es el mejor tema de todo el disco.

El siguiente corte es “Dialog” con una estructura bastante trillada, al igual que prácticamente el resto de los temas como “Mask”, “Seethe” o “Born Strong”, con una composición y estructuración repetitiva, casi clonada, lo que hace que a estas alturas el disco ya se empiece a hacer pesado y cansado de escuchar.

Con un par de temas más en el mismo estilo como “Embrace The Storm” y “No One Will Stand” y algún otro interludio como “5772”, llegamos por fin al último tema del disco “Structure Violence”, lento, casi ambiental y aburrido.

En definitiva, pese al esfuerzo dedicado, este “Kairos” no deja de ser un disco más en la carrera de la banda, que se deja escuchar, y aunque algo mejor que sus últimos trabajos, no aporta nada en especial y termina siendo un disco cansado y saturante, en el que el mejor tema es el cover de otra banda, lo que desde luego en mi opinión hace cierto ese dicho de cualquier tiempo pasado fue mejor.