CRÍTICA ALBUM: Boikot - Lágrimas de rabia

Boikot - Lágrimas de rabia

1-Sin tiempo para respirar 2-Enloquecer 3-Lágrimas de rabia 4-Gasolina, vidrio y mecha 5-Golpear de pie 6-Naita na 7-Botes de humo 8-Quiero volver 9-Sexo, drogas y rocanrol 10-Que no nos vengan a engañar 11-Instinto animal 12-Acompáñame 13-Mi ciudad ruidosa y gris

  • Boikot
  • «Lágrimas de rabia»
  • (Maldito Records)

Ya está en la calle lo nuevo de Boikot, su último trabajo recibe el nombre de “Lágrimas de Rabia”, homónimo de su reciente producción documental, uno de los discos más esperados de este año.

Un álbum que ya venía prometiendo desde hace casi un año, y es que la banda madrileña ha optado en esta ocasión por una herramienta de promoción diferente. Los temas han ido presentándose a modo de videoclip por las redes sociales, como un tanteo mediante el cual el grupo podía ir percibiendo las distintas impresiones que podía causar su disco.

El comienzo lo marca “Sin Tiempo Para Respirar”, con sus ya inconfundibles coros, que nos introducen desde el primer momento en lo que, sin lugar a dudas es el retorno al sonido Boikot. Después de su “Amaneció”, la banda vuelve a sus orígenes, sintiéndose fuertes incluso como para grabarlo en casa, en los estudios Oasis, pertenecientes a Kosta.

Con “Enloquecer”, la banda aborda el problema nacionalista, desde un punto de vista conciliador, con el que pretende dejar claro que la libertad de elegir, que deben tener los pueblos, no está relacionado con violencia ni terrorismo. La canción lleva la voz de Kosta, que aporta un tono suave a una pista más bien tranquila en lo musical.

La canción estrella, “Lágrimas de Rabia”, que lleva el nombre del disco, nos habla de la memoria histórica y cultural de nuestro país, una memoria cercenada por un régimen fascista, que tiñó de oscuridad todo pensamiento libre. A los maestros y a los poetas concretamente, va dedicada esta pieza, que destaca por su carácter combativo y en la que se puede vislumbrar un tono punkarra, ya clásico en la formación.

Sin alejarse de lo reivindicativo, pero en esta ocasión con ambiente festivo, “Gasolina, Vidrio y Mecha” trata la situación de represión que se viene desatando en España en la actualidad. Un sistema que se sabe sin salida pero que los poderosos defienden contra viento y marea, y en el que, quienes protestan, están de más. Reseñable es la brillante inclusión de vientos, que encajan perfectamente en esta página, confiriéndole un tono alegre y bailable a un asunto peliagudo donde los haya.

Naita Na” supone un regreso a su anterior disco, o eso puede parecernos a algunos. Y es que el trabajo de Txiquitín destaca en este tema, y no es para menos; un ritmo frenético marcado por la trompeta y un ska de lo más contagioso, envuelven una letra que mete caña a los jefes de las grandes empresas.

En “Sexo, Drogas y Rocanrol”, la que fuera la primera canción presentada en videoclip, Boikot hace una crítica especial a ese sueño de cartón, un llamamiento al compromiso social dentro de las bandas de rock. Todo ello aliñado, por supuesto, con humor y en esta ocasión con un baile muy particular, el cual ha sido trasladado a sus directos.

Y como tema hermano de este último, llega “Instinto Animal”, una canción de amor llena de melancolía, que describe la relación de una pareja punk y que refleja precisamente ese sueño de cartón, anteriormente mencionado. Una letra capaz de conmover y un ritmo pausado enlazan con la voz de Alberto, característica donde las haya, que consigue describir un tono macarra entre tanto sentimentalismo.

Boikot, después de su largo recorrido, se da cuenta de no haber dedicado nunca una canción a toda esa gente incondicional, que les acompaña de escenario en escenario y que ha crecido con ellos, y sobre todo con sus canciones. De esta manera deciden incluir en este álbum “Acompáñame”, que hace mención a todos sus fans.

Para cerrar el disco eligen “Mi Ciudad Ruidosa y Gris”, un ska cargado de crítica e inconformismo, en esta ocasión referido a la vida de los obreros en la gran ciudad. Su difícil día a día, la precariedad laboral y la imposibilidad de cumplir sus sueños, todo ello una oda a la resistencia de la clase trabajadora, y a la lucha por conseguir algo mejor.

En general un trabajo maduro, un despliegue musical impresionante y un sonido limpio. Una mezcla entre todo lo anterior, quizás en esta ocasión la aportación vocal de Juankar sea excesiva, y echemos de cuando en cuando en falta algunos agudos, pero este apunte no deja de ser una observación, ya que la parte que se refiere al bajista es impecable.

Boikot continúa con vida, y no sólo eso, sino que han regresado con energía renovada y con un mensaje fresco y actual, muy necesario para los tiempos que corren.

  • Gonzalo Millán

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