Cuarto disco de estudio de los de Gernika tras la anterior publicación de un directo con tres canciones extras. Son solo siete canciones que a primera escucha se hacen un poco extrañas pero a las que se les va cogiendo el punto poco a poco.

Abriendo brecha "Run-run katie" con el característico bajo de Mikel y la personal voz de Alex, mientras el maestro Haimar a la guitarra va decorando con destellos de calidad todo el tema. Una canción con mucho feeling y mucho groove, que dirían los americanos.

Continúa con el tema elegido como sencillo de adelanto "Bixotza suten", quizás el tema que más nos recuerde a su anterior disco y en general a su sonido más característico. Un bonito y efectivo riff marca de la casa.

"Pausu bet atzera" empieza muy despacito, con un Gaizka marcando el ritmo desde su batería y otro tremendo riff. Destacaría el pedazo de letra sobre la amistad, o más bien sobre cuando esta termina. Haimar continuamente presente adornando con sus punteos, fraseos y riffs todas las canciones. Es una gozada ir prestando atención a cada detalle que va metiendo. “No hay nada que hacer, vete ya. Tu y tus putas historias sois pasado desde ya” canta el bueno de Alex en castellano para que lo entienda quien lo tenga que entender. Definitivamente un tema al que uno particularmente le va a tener un cariño especial el resto de su vida. Lo tengo claro.

La delicadeza se hace presente en el cuarto corte del disco. "Hartu berriz gitarrie" (Coge de nuevo la guitarra) se desliza dulcemente hasta que al llegar al estribillo estalla en una oda a la vida en el rock n roll. “Zure zai gagoz, hartu berriz gitarrei, bixitze sor deutzegu eta rock n rollari” (Te estamos esperando, coge de nuevo la guitarra ya que le debemos la vida al rock n roll). Es el típico tema que a la primera escucha quizás deje un poco frío pero a las pocas escuchas se va metiendo cada vez más en el cerebro, con esas guitarras slide y ese sonido tan "americano".

"Gabak zerueri begire" comienza con la batería de Gaizka en solitario para ir entrando coros y guitarras. Otra de las que entra a la primera y hace que te pongas a bailar. Verdaderamente divertida. La sensualidad se filtra por toda la letra. Para terminar se marcan una especie de batucada/bossa nova bastante sorprendente.

La más rockera del disco llega en el sexto corte: "Gora kopak!" (¡Arriba las copas!). Esta también versa sobre amistades y desencuentros y de cómo en realidad muchas veces los amigos son cuatro, los mismos que nos han acompañado siempre. El estribillo es un brindis para esos fieles amigos de siempre. Otra canción redonda que en directo seguro que va a funcionar a las mil maravillas y que va a gustar a sus seguidores de las diferentes épocas.

Y cierra el álbum una especie de balada acústica titulada "Biarritz" con un Alex predominante a las voces y unas guitarras muy western acompañadas por un piano.

A los fans de su primeros discos quizás les cueste cogerle el punto a este nuevo trabajo, pero el grupo ya dio síntomas de evolución en su tercer disco de estudio “Laino guztien gainetik, sasi guztien azpitik” y con este cuarto creo que ha ahondado más por esos derroteros llevando su música a otro nivel, quizás menos potente, pero destilando calidad por los cuatro costados.