Hubo un tiempo en que el rock alternativo estaba en boca de todos. Corrían los años 90 y los nuevos grupos que surgían estaban más interesados por el sonido experimental y la creatividad a flor de piel, que por sonar a clones de clones.

En este contexto nace el grupo de Villena Ingresó Cadáver, dando a entender desde su propio nombre, que la cuestión venía por el lado de la bella deformidad en resultado de letras irreverentemente metafóricas, acordes espaciales y planetas muertos.

Tuvieron un gran impulso en 1996, cuando dos de los temas de su primer casette, los titulados “Máquinas en celo” y “Terrorismo sentimental”, fueron incluidos dentro de la película “Tésis”, dirigida por el entonces desconocido director de cine Alejandro Amenábar.

En 1999 graban su primer CD “Armas de casa”, y luego cambian de formación para seguir dando conciertos. Pero es recién en 2012 cuando vuelven a presentarnos el disco que tengo en mis manos, “El hombre comestible”.

La primera escucha vale para situarnos en el universo sonoro de Ingresó Cadáver. Un universo que tal vez no sea apto para los amantes de la sencillez y la música digerida. Letras crípticas de una belleza baudeleriana moderna, sumada a sonidos por momentos sutiles y atmosféricos, y por momentos con guitarras monumentales y bajos muy presentes, ya sea con grooves funk o con frases paridas del post punk.

Una segunda escucha ya se convierte en adicción para todos los amantes de lo bizarro, o como ellos especifican “OVNIS y algas, charcos de fuego, diluvios dorados, casas de plástico, espadas de luz, flores envueltas en papel de celulosa, zombis quemados por sol, machos triturados por robots de cocina…” Afrodita A, Luke Skywalker, R2D2…

Si nada de esto te llama la atención, tal vez Ingresó Cadáver no sea tu grupo, pero si al menos te da un poco de curiosidad, no te defraudarán. El disco tiene calidad por donde se lo mire. La primer canción es “Qué dirán mis fans”, con una atmósfera que recuerda a los Cure más recientes. “¿Qué dirán mis fans si no me suicido, si no caigo asesinado a las puertas de un hotel?”.

El disco avanza entre sonidos británicos y no tanto, pero siempre matizados por una personalidad reconocible, la personalidad que hace que este disco destaque entre otras producciones nacionales. Grandes canciones como “Vida inteligente”, “Sin Higiene” o “El octavo pasajero”, son apenas una pequeña muestra de la versatilidad del grupo.

Atrévete a descubrir este extraño mundo y sumergirte en las profundidades de los ríos más oscuros. Atrévete con “El hombre comestible”, él, ya Ingresó Cadáver…