De los restos de lo que fue la formación Distorsión 50 surge el grupo Mala Muñeca, y este que tenemos aquí es su primer trabajo. Un disco con un aroma a rock de antaño, tanto en la música como en las historias que nos cuenta. Un disco que se aleja de la ola reivindicativa que arrasa actualmente el punk-rock, y sobre todo de la manía de incluir la típica versión reagge o ska. Sólo rock, del sencillo, sin apenas punteos, coros y escasos arreglos. Una voz, una guitarra, distorsionada por supuesto, un bajo de líneas sencillas pero muy marcadas y una batería simple pero contundente.

Lo primero que notas en el disco es que tienen muy claras las referencias que impregnan las canciones, y que automáticamente te recuerdan a grandes grupos a los que homenajean pero no por ello dejan de ser canciones que tienen su clara personalidad. Se hace imposible no pensar, en The Ramones en Vampirofilia, en Loquillo en el tema Novias de alquiler o en Los Rebeldes en Negocios sucios, por citar dos ejemplos. A destacar que no presenta ningún altibajo, se mantiene una línea a lo largo de todo el trabajo sin que destaque ninguna canción, ni por arriba ni por abajo. Un buen modo de realizar un primer disco.

Las letras tienen todas un denominador común, las chicas del rock´n´roll. Y con ese puntito machista, como en La chica del vestido corto, que le dan un poco más de fuerza, aderezado con unas cuantas botellas de alcohol y unas gotas de gasolina, temática que se mantiene en todo el LP. Y se agradece, a veces simplemente tienes ganas de levantar el labio como buen rockero y disfrutar de un disco sencillo pero agradable como es éste.