Manakel es el proyecto que parte de las manos habría que decir en este caso tratándose de un guitarrista como es su caso, y que responde al nombre de Tony Sánchez-Gil. Más conocido por ser miembro de la banda de Hard-Rock Offtopic, la cual cuenta ya con cuatro referencias discográficas anteriores a la presentación de este nueva entrega, ya bajo el nombre de Manakel y que tiene por título "Luz".

Más de uno y a tenor de esas mínimas referencias temerá estar en frente del proyecto de otro de tantos guitar heroes que de vez en cuando todavía surgen con el casi único interés de demostrar a los demás compañeros de su gremio sus facultades y destrezas en una particular lucha de egos de la cual los únicos que salen mal parados casi siempre son los oyentes.

No es el caso por tanto. Más bien este disco está a años luz de ser una demostración de ombligo para sí ser un verdadero cruce de caminos. Ágil y atractivo, deseable y audible por cualquier oyente habitual de hard rock e incluso de metal melódico. Plural en cuanto a influencias se refiere y abierto en cuanto a las sensaciones que provoca su escucha.

A ello han contribuido sin lugar a dudas la elección del amplio elenco de vocalistas que participa en el mismo, empezando por Ignacio Prieto cantante de Eden Lost y anterior frontman de los también madrileños Atlas. Juan Olmos, que hace lo propio en el grupo de Javier Mira, Punto de Mira. Rosa Ibáñez, vocalista de los ya mencionados Offtopic, que también acompaña aunque sólo sea en parte a Toni en esta nueva aventura junto a Baol Bardot y Diego Valdez, quizá menos reconocibles estos últimos pero en absoluto carentes de calidad.

Diez canciones repletas de calidad, melodía y elegancia son las que Toni ha repartido entre estos magníficos vocalistas. Haciendo unos y otros que el resultado final del disco resulte absolutamente sobresaliente. Muy por encima de la media de los grupos nacionales que sin duda alguna merecen todo el respeto del mundo pero que no siempre aciertan con el registro conveniente ni la actitud precisa como para que sus trabajos puedan en algún momento ser considerados como clásicos o como indispensables.

Este, me atrevo a decir, que posiblemente lo termine siendo, y no sólo gracias al paso del tiempo sino a la repetida calidad de sus composiciones. Basta echarse a los oídos un tema como "Sin compasión" que además abre el disco de manera inmejorable para percibir esa inexcusable sensación. "Puedes cambiar" volcada en un sonido hardrockero continua por la misma senda y amplía aun más ese amplio abanico de influencias diversas que preside el disco. Resultado de esa amalgama genérica surge "Predicador" con un sonido más sólido y contundente orientado hacia el metal melódico. Se nota la influencia que cada uno de los vocalistas aporta a los temas que le toca interpretar. De ahí probablemente la influencia más rockandrollera que se percibe en un tema como "Para" interpretado por Juan Olmos.

No falta un hueco para las canciones más emotivas y quizá por ello sugerentes como es el caso de “Juntos tu y yo" y sobre todo de "Yo te tengo a ti", una delicada balada magníficamente ambientada. El resto de canciones que a lo largo del disco se suceden repiten con idéntico magnífico resultado el esquema anterior, manteniendo en todo lo momento la coherencia compositiva y una soberbia interpretación musical.

Un disco pleno. Lleno no sólo de canciones sino de buenas canciones. De esas que necesitan ser escuchadas, almacenadas en el disco duro de nuestra memoria y tenidas en cuenta dentro del panorama del rock y del heavy rock nacional. A buen seguro que nadie que sienta atraído por semejantes referencias estilísticas habrá de sentirse defraudado con el amplísimo haz de luz que aporta Manakel en ésta que esperamos sólo sea su primera obra.