Los madrileños Habeas Corpus están de aniversario. Nada menos que veinte años son los que cumplen en la brecha, en la trinchera, en la barricada. Para celebrarlo como debe ser han publicado un álbum en el que, acompañados por una legión de amigos, autoversionan quince de sus canciones más emblemáticas.

Por orden cronológico van repasando su discografía y escogiendo canciones de su extensa creación, desde aquel "Sociedad mecanizada" de 1994 hasta el "O todo, o nada" de 2011. Un recorrido que nos va mostrando todas las caras musicales que los madrileños han mostrado al mundo. Desde aquel primigenio metal rapeado hasta el hardcore melódico, pasando por el metalcore muestran su amplitud de miras, su inquietud y su deseo férreo de no verse nunca encasillados. El único referente que ha permanecido, y a buen seguro permanecerá, es el compromiso con sus ideas. Habeas siempre han tenido clara desde su creación la militancia y sus letras combativas, críticas y revolucionarias a la par que inteligentes y alejadas de clichés que siempre han impregnado su música.

El disco en cuestión podía haber sido un recopilatorio al uso pero, acertadamente y como decíamos antes, se trata de revisiones de sus propias canciones y así no dudan en cambiar ritmos o letras, actualizándolas o dándoles otro enfoque. Algo que también consiguen con el aporte de los colaboradores.

Encontramos así una casi desconocida "La calle está llena de pistoleros" con el añadido de la voz ragga de Oskar de Reversal, la letra que muta en "Expresión directa" por parte de Nega y Toni de Los Chikos del Maíz, "A las cosas por su nombre" con Sho Hai de Violadores del Verso y Fermín Muguruza cantando a ratos en euskera, Xune de Dixebra haciendo lo propio en asturiano en "La rabia y los sueños", en la que también canta Óscar Lujuria con una voz que casi asusta.

Carlos Escobedo de Sôber da el toque melódico a la par que Mentenguerra rapea en "La realidad hace daño a la vista", Naroa con su voz da un punto tierno a "Distancia" mientras que Juan de Soziedad Alkohólika y Raúl de Cripta dan el contrapunto feroz en "A sangre y fuego". Varios son los que colaboran en el himno "Fascismo nunca más", lo mismo que en "No en mi nombre", donde Juankar de Boikot pone el toque punkrockero al igual que Placi de Segismundo Toxicómano en "Consumismo". Los omnipresentes colaboradores Kutxi Romero de Marea (sorprende oirle en este disco) y Fernando de Reincidentes ponen su voz en "Antes morir que vivir muertos" y "Sois ejemplo" respectivamente, y así llegar al final del álbum.

Un gran disco que no defraudará en absoluto a los seguidores del grupo y donde se mantiene intacta la esencia de Habeas Corpus, aparte de un excelente modo de que, si aún queda, alguien que no los conozca se acerque a una de las bandas más íntegras y combativas de las que podemos disfrutar por aquí. ¡Muchas felicidades y que sean veinte más por lo menos!