CRÍTICA ALBUM: Los Tronchos - Imparable

Los Tronchos - Imparable

1-Se hunde el capital 2-Por las ramas 3-En la misma piedra 4-Deudas 5-Enemigos del amanecer 6-Otro día 7-Interludio 8-Algo debe arder 9-Imparable 10-De rave 11-Violència 12-Al acecho 13-Renovarse o morir 14-No inventes mi futuro

  • Los Tronchos
  • «Imparable»
  • (Maldito Digital)

Cinco años han tenido que pasar para que Los Tronchos saquen nuevo disco, y para tal cometido decidieron poner en marcha un crowdfunding vía Verkami. Éxito. El vástago se llama Imparable. Ha sido grabado y producido por Riki Tornado en los estudios RGB Audio de Castelldefels (Barcelona) y los estudios Wheel Sound de Cerdanyola del Vallès (Barcelona), mezclado en los HiGain Studios de Usurbil (Guipuzkoa) por Haritz Harreguy, y masterizado por José M. Rosillo en los estudios Audiomatic de Madrid. Punk rock que consolida a la banda, atestiguando que Los Tronchos es un proyecto con mucho futuro.

Se hunde el capital es el primer corte, insistente en el tañer de la batería y con un leve incremento del factor melódico en el estribillo con respecto al resto de la partitura. Irónica letra sobre las prioridades del país: salvar a los bancos y dejar a los más desfavorecidos en paños menores. El capital por delante de los niños y las mujeres... Le sigue Por la ramas, el tema escogido como single del disco. Intenso con las guitarras y crítico con la figura del político, por atemorizar al votante así como por idiotizarlo a través de su vacuo discurso. El mensaje podría enraizarse con las movilizaciones ciudadanas, que poco a poco anulan el discurso con el fin de cambiar las tornas. El grito hacia el final del tema es la furia de la esperanza y la presión.

Con mimbres de rock and roll empieza En la misma piedra, que insta a reponerse de los fracasos, errores y cicatrices. Aprendiendo, claro. El punk afloja su velocidad e intensifica su dureza en Deudas, que repara en la situación de millones de españoles, el vivir “sumergido en deudas”; a día de hoy una carrera de fondo que te permite casi licenciarte en la materia. Madre, “tranquila que ya me he licenciado”. El corte cinco es Enemigos del amanecer, donde se destila un sonido próximo al punk americano de los 90. Como si de una invasión zombie se tratase, el grupo asemeja su música a una explosión de sonido imposible de olvidar, que crea una burbuja ajena al mundo.

Otro día más es una de de esas canciones que se cantan tras una mierda de día, con el vaso en alto, bailando y salpicando por doquier. Junto a Evaristo Páramo (La Polla Records/Gatillazo), Los Tronchos cantan al subterfugio, ese bar que todo el mundo tiene para apaciguar las penas a base de alcohol. Desde ya, una imprescindible de los directos. Diazepam en vena. A mitad de disco, Imparable decide tomarse un descanso con Interludio, un minuto de playa, bebida refrescante y música de chiringuito playero.

El álbum retoma la caña en compañía, ya que Daboto (Kasparrata) ayuda en los coros de Algo debe arder, un canto al estallido social ciudadano en vista de la situación imperante. Punk rock sólido gracias al compacto sonido de la batería y al más que interesante juego de guitarras. Tras esta pista, llega el turno del tema que da nombre al LP, Imparable. El track, en la misma línea musical de su predecesor, esconde una romántica huida hacia la libertad revolucionaria. Como sucediese anteriormente, el disco hace otro parón, De rave, esta vez más corto, para ilustrar la adolescente fiesta extrema.

Avanza Imparable y por primera vez en la discografía de Los Tronchos, encontramos un tema en su otra lengua, el catalán. El resultado es sencillamente brillante, ya que Violència resulta un de los cortes más atractivos del LP. En el mismo, Triki da la réplica vocal a Riki en el estribillo, una dupla que con el paso de los minutos resulta harto atrayente. Aunque no menos que su temática, explícita en el título: “Desobedecer no es ningún delito, si la injusticia es quien nos gobierna”, afirman. Un tema para venirse arriba. Y tras los minutos de gloria de Triki, René pasa a la vanguardia vocal. Al acecho muestra un sonido mucho más rudo y tosco: hardcore por parte de la banda, ‘screaming’ por parte del cantante. Trata sobre el hostigamiento en las fronteras mexicanas, temática poco habitual, casi desconocida se podría decir.

Finalmente, el grupo se despide con Renovarse o morir y No inventes mi futuro, la primera una crítica hacia el valor de lo material, la segunda narra el camino hacia la autodestrucción. Ambas punk rock en la línea de sus dos discos anteriores, A sekas! y Warcelona, más un extra reggae.

Ha tardado, pero valió la pena. Desde el corte uno hasta el catorce, pasando por el estupendo diseño comiquero (a tres colores: rojo, negro y blanco) del compacto, obra de Riki y Mauro Serafini (El bruno). Punk rock, con reminiscencias hardcore, que aúna tendencias ibéricas y americanas, el futuro de la escena a poco que se lo trabajen.

  • Alberto Pozo

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