CRÍTICA ALBUM: Malos Vicios - Ruido de fondo

Malos Vicios - Ruido de fondo

1-Ebrio funambulista 2-El dolor umbilical 3-Incondicional 4-Fuera de cobertura 5-Sin freno 6-Un ciudadano ejemplar 7-La vergüenza 8-Tu centro de atención 9-El resbalón 10-Bajo cero 11-La peste y el ruido

  • Malos Vicios
  • «Ruido de fondo»
  • (Autoeditado)

Malos Vicios nunca defraudan. Y por suerte, están de vuelta con nuevo trabajo. El cuarteto ha bautizado el álbum como Ruido de fondo. Grabado, mezclado, masterizado y producido en los estudios Rocketes de Castellón de la Plana, en sí consta de un paquete de once temas con especial énfasis en la condición humana, una balanza de pros y contras en pleno siglo XXI. Aunque sin dar la espalda a la realidad social y política del país. Como de costumbre, bajo las reglas del prisma particular del grupo: unas letras cuidadas hasta la milésima, un sonido que impregna todo como el sol en verano y saber hacer, mucho saber hacer.

Ruido de fondo se pone en marcha con Ebrio funambulista. Un efecto cerrado tapa los instrumentos hasta que éstos se despojan de su entorno opresivo y estalla el ruido de la música. De forma próxima, casi familiar, Malos Vicios abordan el tema de la ingesta alcohólica, la sumisión de quien no puede escapar de un entorno empapado en supuesto valor, descontrol e inercia. A lo largo de los poco más de dos minutos que dura el tema, la batería marca el ritmo de forma implacable y las guitarras suenan potentes y se desenvuelven a ráfagas de rabia. Tras la euforia desmedida del primer corte, toca cambio de tercio. No sólo en cuanto a estilo, sino en cuanto a temática. El dolor umbilical es la historia trágica, y Víctor, a través de su sentido timbre de voz, lamenta el pesar del nefasto descubrimiento (“a pata quebrada”), la muerte de una madre. Pastillas, alcohol...la receta para no despertar nunca. Por el camino quedan las enseñanzas y el amor, porque éste siempre perdurará. En la misma línea de la temática, las notas caen con la constancia de la distorsión.

En el lado opuesto se sitúa Incondicional. De la muerte se pasa a la vida. De acuerdo que la reproducción forma parte de la naturaleza humana, pero cuando unos hechos comunes se ponen sobre el papel y se les pone melodía la cosa cambia, y todo asciende hasta la categoría de excepcional. Así es el corte tres, una pequeña joya entre el mar del punk rock, una forma de expresar lo que es tener que cuidar de algo pequeño, indefenso y con gran entidad. La primera y la enésima muestra de altruismo. Asimismo, un ejemplo de la capacidad que tiene Víctor para absorber su entorno, canalizarlo y extraer experiencias vitales enriquecedoras.

Una tercera parte del disco ha de pasar para que Malos Vicios asesten su primer golpe a la sociedad. Fuera de cobertura ataca a la cada vez más extensa vertiente del hombre desinformado, o como ellos dicen, “sobrestimulado, sobreprotegido y sobreidiotizado”. La dictadura de lo banal, de la cual sólo están a salvo quienes permanecen en su propia burbuja. El corte cinco es Sin frenos, tema que el grupo escogió como adelanto del LP. Vertiginosa. Adrenalínica. Una caída libre pura y dura. Sin frenos, como reza el título. Afianzada sobre los pilares del primer tema, habla sobre la autodestrucción, la del ser humano como individuo independiente y la del ser humano como especie. “Nos tratan de arrogantes por ser lo que parecemos” resume a la perfección el mensaje, “seremos invencibles mientras quede combustible” pone la guinda.

Apuntando un poco más arriba está Un ciudadano ejemplar, el ataque hacia el poder en la sombra, ese cuya persona goza de la suerte, los hilos para mover a su antojo y la horda de seguidores que a buen seguro le odian en la penumbra. En esa línea de acción para con uno mismo también tiene cabida el auto-conocimiento. La vergüenza discurre sobre la idea de no saber reconocer las debilidades o las situaciones claramente adversas, e ir hacia delante cuando lo que toca es observar: “Antes que pedir perdón, enséñame a pedirte ayuda”. Malos Vicios dixit.

Tu centro de atención destaca por el uso de la primera persona. “Soy”. Quizá el tema más ambiguo y hermético. En apariencia, trata sobre posicionarse en segundo plano debido a la poca autoestima. El no hacerse valer ante los demás; el cero a la izquierda. Mención especial al solo al escaso minuto de acabar el tema, así como a la relajada voz de Víctor, algo poco habitual en este Ruido de fondo. El corte número nueve, El resbalón, recuerda levemente en su inicio al la magnífica Encantado de conocerte (Por amor al arte), tan característica en la ejecución de la batería. Una vez más, las baquetas cobran fuerza y marcan la pauta. La canción apela a lo primario, al coraje que llega de repente, que a su vez motiva “el vandalismo para el alma”. Cambios de ritmo para un tema cargado de ímpetu.

Dos últimas píldoras de Ruido de fondo, Bajo cero y La peste y el ruido. Ambas se acercan al entramado político del Estado, aunque desde una visión muy humana. La primera tiene como el eje central es el sector bancario y su actuación con el pueblo. Los más bailable del disco, 100% recomendable para el directo, con un tempo más lento a mitad de tema, con el que cantar a coro, y un final in crescendo. La segunda vale como réplica, teorizando con el optimismo de pensar que quienes sufren las consecuencias tienen también la llave para salir del problema.

En resumen, Malos Vicios firman un trabajo excepcional. Empezando por la portada del disco (del propio Víctor), que luce impactante por su cromatismo, por la figura del payaso -un clásico-, y sobre todo por el concepto: el del miedo y el terror apabullado por el ruido, el sonido de una sociedad cada vez más deshumanizada. Después de 20 años de trayectoria, los de Castellón siguen en forma, como el primer día. Letras fantásticas, cargadas de metáforas, ironía y mala leche; una melodías diferentes, riffs con profundidad y solos interesantes; y lo que es más valorable, ganas y sensibilidad para componer. Aplaudimos su vuelta, porque no han defraudado.

  • Alberto Pozo

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