Tercer álbum de la banda toledana, creada en 2003, que para este trabajo han dejado atrás los estudios y el sonido “Finlandia” para centrarse en un sonido mas salvaje y propio.

Realmente lo han logrado. Un sonido muy potente, una buena instrumentación, mucho metal y bases rítmicas repetitivas y machaconas, que se convierten en unas muy buenas composiciones al unirse con las letras directas y críticas con el poder, la religión y una sociedad en decadencia.

Temas como Mi pequeño secreto, Hienas y lobos o Ciegos son pura crítica de la sociedad, muy buenos, cañeros, con la voz jugando entre las partes mas melódicas y las mas cañeras, pasando de una voz cálida a un bramido del infierno en segundos.

La casa de las serpientes, tema que da título al disco, es espectacular, con unos solos de guitarra vertiginosos, buenas bases de batería, cambios de ritmo extremos, pasando de la velocidad a la calma en un segundo, luego una parte más lenta y densa, un temazo.

Medusa es el tema más largo y más completo en mi opinión, desde su comienzo acústico y tranquilo que se convierte en caña pura y terminando con un solo de guitarra tremendamente intenso.

Jódete y baila es una crítica política, literalmente no deja títere con cabeza, ya que la intro de la canción es un extracto de una película donde se habla de pasar a todo el mundo por la guillotina, reyes, ministros, clero…

Y cierra el disco la crítica más salvaje, S.T.U.P, la canción más bestia del disco, no musicalmente, sino por su letra, crítica al catolicismo español más rancio. Están rabiosos y se vuelven locos, un tema irreverente y sarcástico.

Un gran disco, muy buenos músicos que han conseguido a la vez buenas canciones y buenas críticas de la sociedad. Además con las letras en castellano e incluidas en el libreto, para que te enteres exactamente de lo que quieren decir y contra quién lo dicen.