CRÓNICA: Mojinos Escozios en Guadalajara (Abril de 2011)

Mojinos Escozios en Guadalajara (Abril de 2011) Oxido
Guadalajara

1 de Abril de 2011

Por primera vez este humilde reportero pudo asistir a un concierto íntegro de los Mojinos Escozíos después del semifiasco que supuso el Festival Mundo Idiota en noviembre del año pasado. Para poneros en antecedentes si no acudisteis simplemente comentar que la actuación de los Mojinos, aún siendo cabezas de cartel, sólo se pudo disfrutar durante 45 minutos escasos. Y da miedo cuando les dejan más tiempo y se encuentran a sus completas anchas, os lo aseguro.

Comenzamos con algo de retraso sobre la hora prevista de inicio, que eran las 22:30, pero si llegamos a saber lo que nos esperaba, les hubiéramos pedido que nos hubieran dejado descansar un ratito más, porque la que nos prepararon desde las 23:20 (apx.) hasta las ¡¡2 de la mañana!! fué de agárrate y no te menees. Y en todo el tiempo que duró el concierto no pararon. Hala, por pedirlo y decir que “no tenemos prisa”.

Arrancamos con uno de sus temas más conocidos: “Que güeno que estoy”. El primer guitarreo de la noche sumado a la sorpresa de ver cómo un tío con la pila de años que tiene “El Puto” pueda tocar la batería así a su edad (que si hacemos caso a las biografías oficiales del grupo puede ser mayor que la de Isabel la Católica si aún tuviera el detalle de estar por estos barrios). Tras un par de canciones más, llegamos a uno de los puntos álgidos de la noche… al ritmo de “La copita” Miguel Ángel Rodríguez, más conocido por “El Sevilla”, más conocido como “el gordo de pelambreras del Mira Quien Baila” y, a partir de ese momento, conocido por el público asistente como “cabrondetiocomosopla” se metió entre pecho y espalda unos cuantos (6) copazos (pero copazos) de anís (el mono estaba asustado en la etiqueta).

Mojinos Escozios en Guadalajara (Abril de 2011)Ante la duda de si se trataba de anís o de algún líquido menos dañino para el medio ambiente mandamos a nuestra reportera gráfica a sacar unas fotos por allí cerca. A su vuelta pudo atestiguar que sí, que era anís, porque en una de las peleas del Sevilla con un micrófono rebelde (en el momento que le echaba el aliento se ponía a girar como la cabeza de la niña del exorcista, normal) deleitó a la primera fila con un chorrito de la botella por cuenta de la casa. Unas cuantas risas y miradas de odio después, continuamos con la crónica.

Tras doce temas en los quedaron repasados gran parte de sus éxitos, después de amenazar a su guitarra Chicho con la introducción vía supositorio de un micro que ríase usted de las mangueras de los bomberos, después de endiñarse dos latones de cerveza a gañote abierto, después de teorizar sobre por qué los gritos del público sonaban distintos según para qué fueran (diferencias entre wheeee, wheeee y wheeee) y mandarle un afectuoso saludo a Fernando Alonso acordándose de su cuello (debe ser el único en toda España que lo ha visto), parecía que iban a acabar… meeeeec!! Error. Primer bis. Y vosotros diréis “normal, no van a irse así como así”. No, si se veía venir, pero lo que no se atisbaba ni de coña era la casi hora de después.

Esta segunda parte del concierto comenzó como un homenaje al Puto, al “tío que ponemos detrás para que no se vea ahí delante” y, al ritmo de “demasiao perro pa’ trabajar, demasiao carvo p’al rocanrol” nos hizo muestra de su gran cariño por el Sevilla (para mayores de 18 años), amén de los estragos del tiempo en las melenas para hombres mayores de 200 años. Y continuamos para bingo con tres de sus canciones más conocidas: “Jerónima”, “La granja” y “Las niñas de Lasalle” con la que volvimos a pensar que finalizaban el concierto pero… meeeec de nuevo, que esto sólo era el comienzo del segundo (y a la postre definitivo) bis.

Mojinos Escozios en Guadalajara (Abril de 2011)A la postre quedaban sólo tres canciones más, incluida la demostración de cómo con un solo ritmo y, como aquel que dice, cuatro acordes (y no era el Canon de Pachelbel), se podían tocar cualquiera de ellas: “No vale pa’ ná”, “Todo el mundo le llamaba gordo” y “Sevilla, capullo” finalizando con un último ataque hacia la primera de ellas para presentar al grupo que nos hizo disfrutar como enanos durante dos horas y media: Vidalito (el “hijo de Puto”), Zippy (el “hermano de Puto”), Chicho (“Guarra”, de Guan RRamón), el Puto (n.c.) y, cómo no, el señor Miguel Ángel Rodríguez (el “Sevilla”).

En resumen, a pesar de la discreta afluencia de público a la sala (medio aforo aproximadamente), estos chicos, que llevan juntos la friolera de quince años haciéndonos disfrutar de sus gamberradas siguen teniendo un directo brutal, ya no solo por la potencia de su “música”, sino por un frontman tan espectacular, irreverente y “cashondo” como puede ser el Sevilla, al que no le haría falta más que un micro (y no necesariamente enchufado) para tener al público completamente entregado.

  • Vero
  • Juna

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