Sábado 26 de noviembre de 2011, llegamos a la sala Caracol sobre las 8:50 pm, en la puerta se amontonaban bastantes personas aunque el derbi madrileño de la noche hacía que los más futboleros se refugiaran en los bares aledaños a la sala. Pero esta no sería una noche más de fútbol, sino de música en mayúsculas, el cartel no era para menos, con motivo del 5º aniversario de Iratxo se reunían , los madrileños Salsola, La raíz desde Gandía y la banda “cumpleañera”, los madrileños: Iratxo.
Los primeros en aparecer, puntualísimos, tras retirarse el telón de la sala fueron Salsola quienes nos deleitaron con una mezcla de estilos tan llamativa como bien lograda, durante los 30 minutos de actuación consiguieron calentar el ambiente que se iba llenando poco a poco con los primeros curiosos. Escuchamos una mezcla de estilos desde el Folk, al Ska, pasando por Rumba y Flamenco y tintes de Jazz, que hicieron arrancar en bailes a la sala que se iba llenando por momentos…
Tras los madrileños (y el descanso obligado para fumadores ) llegaron los chicos de Gandía, La Raíz comenzó fuerte y ya en los primeros temas se pudieron oír himnos como “El lado de los rebeldes” de su último disco, un concierto lleno de organización a la hora de los cambios en el escenario de los cantantes ( siempre con tres vocalistas en frontal y uno a los 
coros) y una potencia impresionante, que hicieron saltar, empujar y bailar a la sala que ya estaba cerca del lleno con su repertorio más movido, temas raggamufin como “Noches en Babilón”, reivindicativos como “Zarzuela y castañuela” o temas bailables y llenos de salsa como “De Mar en Mar” fueron los culpables de que empezara a subir la temperatura del local. Sorprendentes, con una fusión de estilos que por tabú o norma se niegan a ir de la mano, estilos tan dispares como el rock, Punk Rock, Hip Hop, Ska o Reggae fueron combinados magistralmente por los valencianos que dejaron más que un buen sabor de boca y “ganas de más” entre los asistentes al evento.
Bien pasadas las diez y media de la noche la sala estaba al completo gente desde el escenario hasta las puertas de salida, un calor agobiante y mucha expectación ante el telón cerrado. Vítores y aplausos a la banda que cumplía un lustro cuando aparecieron en el escenario de Caracol con los primeros acordes de “Iratxo” y “Los colores del arlequín”,con una complicidad con el público de la ciudad capital que dejaba claro que si se puede ser profeta en tu tierra, cabe destacar que durante los siete primeros temas tuvimos al bajo a un amigo, compañero y mejor persona del que hoy os escribe, el señor Bustillo el cual estuvo a la altura del grupo en su primera prueba de fuego. Siguieron con temas como “la tierra que me vio nacer”, “Mala vida” En el ecuador del concierto hubo un problema con el parche del bombo que supieron solventar con un dueto acústico: “ciego” que emociono a más de uno de los presentes, mientras por atrás el batería arreglaba en apenas unos minutos el dichoso parche, a la pregunta de Juanma, “ ¿ Como se arregla un parche de bombo?” la respuesta que 
oímos desde la parte trasera del escenario fue “Siendo el puto amo” colmando de risas el local, tras el incidente se arrancaron con “No es la primera vez” y como Juanma se temía el dichoso bombo volvió a fallar justo antes del estribillo, error que fue subsanado en segundos prosiguiendo con más fuerza (aún si cabe) este tema cargado de energía y dedicado a esa plantita que tanto nos gusta a algunos. Tras descamisarse como ya es habitual en Juanma de Iratxo siguieron temas que ya tenemos todos grabados como “Lavapiés”, “quiero más”, “La madrugá” o “Al carajo, pico y pala” sacándonos a todos la últimas energías del día (que algunos teníamos agotadísimas) y culminando así un concierto que acabó a la 1 de la mañana, con algo más de dos horas a la espaldas, un directo lleno de vida, fiesta, y fusión mucha fusión como viene siendo en la banda madrileña, que seguro que hizo soñar a más de uno con poder ser uno de esos piratas de las callejuelas de Lavapiés o quizás vestir los colores del arlequín… en este mundo loco.
Y ya de vuelta a casa sonrío al encender el cigarrillo aliñado…no es la primera vez…
Felicidades Iratxo!
