Habiendo asistido a este evento desde que, hace cuatro años ya, se celebró el primero en la sala Heineken, mi opinión personal es que se le podría aplicar perfectamente el dicho “morir de éxito”; en su inicio la idea era revolucionaria en su género, no se limitaba a unos conciertos en los que un par de grupos de estilo humorístico se juntaban en una sala pequeña y daban un concierto ante un público no muy numeroso. El segundo año (sala la Riviera) fue, desde mi punto de vista, el mejor de ellos: un número de grupos aceptable, unos precios razonables y una sala con una acústica buena, la gente asistía en masa animada por el éxito del año anterior y su progresión.

Antes de comenzar esta crónica debo pedir disculpas por no poder realizarla sobre el festival entero, ya que debido a unos problemas físicos debimos abandonar el recinto antes de lo previsto, por lo que, de todos los artistas presentes, sólo reseñaré hasta que Lendakaris Muertos finalizaron su actuación.

¿Por dónde empezar?... se hace difícil y creo que debería dividirse en dos aspectos: organización y conciertos “per se”.

ORGANIZACION

Habiendo asistido a este evento desde que, hace cuatro años ya, se celebró el primero en la sala Heineken, mi opinión personal es que se le podría aplicar perfectamente el dicho “morir de éxito”; en su inicio la idea era revolucionaria en su género, no se limitaba a unos conciertos en los que un par de grupos de estilo humorístico se juntaban en una sala pequeña y daban un concierto ante un público no muy numeroso. El segundo año (sala la Riviera) fue, desde mi punto de vista, el mejor de ellos: un número de grupos aceptable, unos precios razonables y una sala con una acústica buena, la gente asistía en masa animada por el éxito del año anterior y su progresión.

Es normal que lo que triunfe se intente aprovechar al máximo, se intente crecer para cada vez llegar a más gente y poder seguir entreteniendo al personal... pero, siempre a mi manera de ver, hay que conservar la esencia de lo que se quiere hacer.

Tanto el año pasado en Vista Alegre como éste en Rivas fueron para mi muy flojos en cuanto a organización se refiere y, concretando en el de este fin de semana se podrían destacar ciertos aspectos que la gente mitiga con el hecho de habérselo pasado teta:

– El cambio de fecha respecto a la que había comenzado a ser una tradición, ubicada la noche de Halloween. Si le añadimos el hecho del cambio por “enfermedades raras” del componente de un grupo que ni siquiera tocó en la nueva asignación.

– La ubicación: si, el recinto es muy bueno y muy bien adaptado para la celebración de eventos pero está demasiado lejos y, aunque se venda lo contrario, la manera más cómoda de acceder es en coche (lo cual se hace incompatible con el alcohol que normalmente se ingiere en este tipo de eventos).

– El vaya-usted-a-la-otra-taquilla: Sin aviso, todo el mundo que quería acceder a la carpa debía pasar por unas taquillas que estaban en la otra punta del recinto para volver a entrar por una puerta que se encontraba en su parte media, con el consiguiente paseo. Mención aparte merece también la falta de puntualidad a la hora de abrir puertas y de iniciar el evento (con la previsión de grupos a tocar y de tiempo a repartir, máxime empezando a las seis de la tarde, no debería haber supuesto ningún problema el haber sido puntuales).

– ¿Charanga? ¿Artistas del Gremio? ¿Animaciones entre actuaciones? ¿Concurso de disfraces?... Efectivamente, faltó mucho por pulir.

Por contra merece un reconocimiento el tema del avituallamiento, con dos barras de bebida y una pequeña plancha para repartir bocatas, tanto fríos como calientes, aunque hubo ciertos problemillas con los grifos de cerveza, que se plantaron en huelga a medio festival.

Mi humilde opinión respecto a la organización es que el año que viene se debería pasar a un formato menos cansado para la gente, con menos grupos, pero que sean los que realmente mueven al cotarro. A ser posible en una sala terciada y, por favor, con una acústica medio decente.

GRUPOS

Pasemos al lado más amable de esta crónica, ya que los grupos que llegamos a ver fueron muy remarcables:

CICLOS ITURGAIZ: “Como se puede hacer más con menos” - dijeron en un momento del concierto y tenían toda la razón; siendo solo dos componentes caldearon el ambiente cuando solo éramos un pequeño grupo de unos 30 – 40 asistentes, aportando frescura, unas canciones completamente irreverentes y una colección de caretas que ríase usted del carnaval de Venecia. Estos vascos supieron dar con la tecla que encendió los motores con el penoso deber de ser los menos conocidos y los que abren fuego preparando el terreno para los primeros espadas. Merecen la pena, la verdad.

MANOLO KABEZABOLO Y TONIRITO LERÉ: Sí señoras y señores, este buen hombre sigue vivo y brindó una actuación memorable acompañado por el guitarra Tonirito Leré, con el que repasó el tracklist de su disco en común: Aversiones. Demostró una buena forma envidiable con los años y lo que tiene este buen hombre encima, brindándonos temas como “15 gramos”, “Spiz amarillo”, “Narco” o “Kasimiro”. La peña empezaba a animarse y la casi horita que se tiró Manolo en el escenario cundió y se hizo muy corta. Esperemos que esté para algún festival más que otro, porque el gamberrismo que destila y ese punk-versionante-arrabalero se echa de menos.

CHIVI: el pornocantautor redimido e irredento en su segunda participación consecutiva en el FMI, donde nos ofreció una actuación mas rockera y movida que la que pudimos disfrutar el año pasado en Vista Alegre; merecía, como bien tuvo, una presencia de público mayor y una acogida brutal mientras desgranaba su discografía (haciendo hincapié en su último disco de estudio “Estado Natural”) con toda la fuerza que el alter ego de CHIVI, José Córdoba, es capaz de desplegar en un escenario. Se sumaron, incluso, dos de los componentes de Despistaos, su cantante Dani e Isma, bajo, para cantar como penúltima entrada de su actuación, el tema “Dedicado”, terminando con su himno “Radikal”.

GANDULES: en este punto es cuando mando el objetivismo a la cama, ya que, aun intentando ser lo más neutral posible, estos maños son uno de mis grupos preferidos pero, antes siquiera que aposentaran sus batas en el puf que presidia el escenario (otra evolución, de cajas de botellines a un sofá y ahora un puf, se están volviendo minimalistas, por lo que se ve), apareció otro maño que no tenía nada que ver con los maños menos por el hecho de ser... ¿maño?... bueno, eso y de ser el futuro inmediato de la canción chorresca pero con una letra que no tiene que envidiar a muchos cantautores. Sobrio pero a la vez potente preparo el terreno para dar entrada a Escafandra y, de ahí... si no habéis estado en un concierto de Gandules, os estáis perdiendo uno de los espectáculos monologo-musicales mejor del momento; de hecho creo que a partir del año que viene es que ellos cobren porque cante el público, ya que era raro el que no conocía sus canciones (y el que no cantaba estaba bastante ocupado riéndose). Su setlist se resume en “lo de siempre pero como nunca”, dándonos pinceladas de lo que en algún momento será su enésimo disco. Como siempre, grandísimos, con la mención, como no, de su exitazo “Cuídame el gato”. Altamente recomendables y que no pierden cuerda, oiga...

LENDAKARIS MUERTOS: desafortunadamente aquí llega el final de mi crónica, justo en el momento álgido de la noche; en esos momentos en los que uno se debate entre el sueño, la melopea llegan estos navarricos y te despiertan a golpe de “Gora España”... claro, ¡así como no se espabila alguien! Los minutos siguientes a este primer estallido se convirtieron en una verdadera guerra campal-musical, se sucedieron los pogos, los osos panda y un “Encuentra a Wally” personificado en Aitor que, como no, se paso una buena parte del concierto entre el público “Drogopropulsado” pidiendo “Dame Punk” incluso una “Cerveza sin alcohol”. Llegados a estas alturas la noche prometía e incluso cuando finalizaron el bis con “Veterano de la Kale Borroka” la gente quería mas... yo entre ellos, os lo puedo asegurar pero la anatomía no dio para mas y hubo que batirse en una retirada forzada y forzosa.

Una verdadera pena, ya que faltaban todavía grandes momentos con los Petersellers y el último concierto oficial de Engendro, ya que después del sábado (domingo por las horas) cierran una trayectoria corta pero muy buena a mi parecer. Mis disculpas de nuevo, compañeros, por no haber cubierto el evento entero y habéroslo podido plasmar en la crónica tal y como me hubiera gustado. Espero que nos leamos pronto.

¡¡SALUD Y OSOS PANDA!!

• Veronica Diez
• Juna