Para empezar bien el año, teníamos un cita que se ha convertido en casi una tradición. Año tras año, Despistaos han ido celebrando su aniversario en distintas ciudades de la geografía española, y en este 8º cumpleaños decidieron que nos desplazáramos todos a Salamanca. Lejos queda ya aquel primer concierto en La senda del tiempo, y, al igual que el número de seguidores de Despistaos ha ido aumentando, también lo han hecho los aniversarios, hasta llegar a este en el que no ha sido un día, ni dos, sino tres días de música, risas, fiesta, cañas, y sobre todo amigos, muchos amigos de todos los puntos del país que nos juntamos en Salamanca.
Así pues, el 13 de enero cogimos los bártulos y nos fuimos a la capital charra. Al ser un jueves, sólo estábamos una pequeña avanzadilla, suficientes para llenar La Sociedad, el bar donde nos esperaban los monólogos de J.J. Vaquero y Nacho García. Aunque en un principio estaba anunciado para las 21:00, se fue retrasando bastante, cosa que no importó a nadie, ya que era un momento de reencuentros y de saludos a amigos a los que hacía tiempo que no veíamos, y ayudado, claro está, por una fiesta de Mahou con regalos. A las 12 en punto apareció J. J. Vaquero, monologuista de la Paramount Comedy y colaborador y guionista de El Hormiguero, presentando a su compañero Nacho García, también monologuista de la Paramount. A partir de ahí tuvimos una hora de monólogos y risas continuas, primero a cargo de Nacho García, luego J. J. Vaquero, y finalmente los dos juntos, en la que nos hicieron reír con sus historias sobre Madrid, el tunnig, el Facebook, el alcohol… e interactuando con el público. Al ser el primer día, el plan era, en teoría, tranquilo, y al finalizar los monólogos ya sólo quedaba irse a dormir o continuar la fiesta por los bares, opción que elegimos la mayoría.
El viernes la cosa ya empezaba a plantearse más movida. A las 20:30 estábamos citados en el Irish Rover, en cuya puerta se encontraban Dani e Isma (Despistaos) entregando personalmente los regalos de aniversario, un sombrero y un llavero diseñados por Kukuxumusu. Un rato después daba comienzo el primer concierto de la noche, con Luter sobre el escenario interpretando No me interesa, tema de su último trabajo Ignora, en cuya gira de presentación se encuentran inmersos. Con algún problema de sonido al principio, que rápidamente fue solucionado, los Luter fueron animando al público con un repertorio que incluía canciones de sus dos discos, entre las que pudimos escuchar Esperpento, Arrabales y Quitabien (Asustaviejas). Con la sala prácticamente llena, pero sin agobios de gente, fueron pasando los minutos mientras Luter a la guitarra, Fauno al bajo, y Jandri a la batería iban consiguiendo calentar a un público que, realmente, no les puso muchas pegas. Como no podía ser menos, no se olvidaron de sus anfitriones, a los que Fauno se encargó de 
dedicar unas palabras. Tras una breve parada después de Progresa Adecuadamente, volvieron a salir al escenario para regalarnos tres canciones más, entre ellas En un zarzal, más conocida por muchos de los seguidores de Luter como Buscando Disneyland, para terminar con Objetos perdidos, después de algo más de una hora en la que pudimos disfrutar de esa poesía hecha música que Luter tan bien sabe hacer. Y después de esto, tocaba cambiar el chip, dejar a un lado el rock y sumergirnos en los desvaríos musicales que nos ofrecen Los Gandules. Para quien no los conociera, la presencia en el pequeño escenario de un sofá ya debió de ser un indicativo de que no se trataba de un grupo normal. Y así fue, comenzando con una breve actuación de los Escafandra, que dio a paso a los aragoneses ataviados con una bata y una guitarra, dispuestos a soltarnos todo aquello que se les pasaba por la cabeza. Y así, entre chistes e improvisaciones, también nos dejaron escuchar temas como Sepia o Mármol, aunque sin duda la gran triunfadora (de la noche y del fin de semana) fue Jacinto Benavente, que no les hizo falta cantar puesto que ya se encargó el público de eso. En la recta final de su actuación, contaron también con la presencia en el escenario de Suzanne Vaga, miembro de Los Somardas, banda que ocasionalmente les acompaña. Y tras los conciertos, la fiesta continuaba, esta vez en el P’aki p’allá con DJ Geñin a cargo de la música.
Tras dos días de fiesta, aún nos faltaba el día grande, el sábado, que empezaba fuerte desde las dos de la tarde con un recorrido por bares de la ciudad acompañados de la charanga Los Artistas del Gremio, quienes durante algo más de seis horas se encargaron de hacernos cantar tanto en las calles como en el interior de los bares, para terminar en la Plaza Mayor con Isma y Dani cantando Ponme de beber. De allí nos trasladamos a Camelot donde, con una puntualidad británica (cuando entramos ya había empezado) estaba actuando el Chivi, acompañado de la banda Supernadie. Con una sala prácticamente llena desde el principio, el conocido “pornoautor” nos dejó muestras de su variado repertorio, entre las que pudimos escuchar desde El abuelo es gay o Verdades como puños, hasta La Mala Vida del disco Estado Natural, trabajo que publicó como José Córdoba. También hubo tiempo para que Supernadie nos regalaran uno de sus temas propios, Tnt, así como para la presentación del nuevo single del Chivi Bolita (o las profecías de Leire Pajín). Después de esto, llegó el turno de los homenajeados. Era su gran noche y, por si fuera poco, también estrenaban batería. Con los lógicos nervios de su primer día y entre las bromas de sus compañeros, Lázaro marcó los compases de Y a ti que te importa, con la que comenzaron un concierto de dos horas y media en el que incluyeron temas de todos sus discos, versiones y colaboraciones. Así, al poco de empezar, ya pudimos escuchar un fragmento de Falsos dioses de Transfer mezclada con Soportales, y más tarde, junto al Chivi, Dedicado, tema de este último en el que colabora Dani. Mientras entre el público la fiesta no paraba, por el escenario continuaron desfilando amigos, y pudimos ver a María Villalón en Cuando lloras y con su canción más conocida La Lluvia. Otra de las versiones fue P’aquí p’allá, de La Fuga, para la que contaron con la presencia de dos de sus miembros, Pedro y Nando. Era una noche especial, en la que lo más importante era pasarlo bien, tanto arriba como abajo del escenario, y para ello los alcarreños se prepararon un set-list en el que, además de sus temas habituales, recuperaron otros que hacía tiempo que no tocaban o que pocas veces se habían escuchado en directo, como Dibujando primaveras. La única pega que podemos poner es la elección de la sala, ya que era demasiado pequeña para poder 
disfrutar a gusto del concierto. Y aunque durante todo el bolo el público no paró de cantar, fue con Física o química con la que más se vinieron arriba, para terminar con un gran final con En la nevera. Y después del gran concierto que habíamos tenido, la fiesta continuaba en Lasanta, con la música en manos de DJ Ronaldo, que nos hizo seguir moviéndonos durante toda la noche.
En resumen, podemos decir que Despistaos año tras año se superan en la organización de sus aniversarios, en los que tienes la diversión asegurada, sabiendo además que vas a ver buenos conciertos y contando con unos anfitriones de lujo que se preocupan hasta del último detalle para que todo el mundo disfrute. Gracias Isma por currártelo, gracias Despistaos!!
