Alrededor de 150-200 personas se reunieron para ver a Josele en la Casa del Loco de Zaragoza. Público y artista entregados. Mucha camiseta de los Enemigos presente entre los asistentes y tarareos en todas sus canciones por un lado, por el otro; Josele, dos horas, 22 canciones y todo un escenario lleno simplemente con su presencia. Solo con la compañía de Pablo Novoa, Josele Santiago demostró porque lleva más de 25 años sobre los escenario.
Alrededor de 150-200 personas se reunieron para ver a Josele en la Casa del Loco de Zaragoza. Público y artista entregados. Mucha camiseta de los Enemigos presente entre los asistentes y tarareos en todas sus canciones por un lado, por el otro; Josele, dos horas, 22 canciones y todo un escenario lleno simplemente con su presencia. Solo con la compañía de Pablo Novoa (productor, guitarrista, y tantas cosas suyas…) Josele Santiago demostró porque lleva más de 25 años sobre los escenario. Con su voz, su carisma y sus guitarras no se echaba de menos al resto de su banda.
Concierto extenso que le sirvió para repasar temas de todos sus discos y presentar los temas de su reciente último disco Lecciones de Vértigo. Todo un repertorio de los “palos” del rock and roll posibles…con gente con Josele siempre queda la duda de que pasaría si hubiera nacido en Kentucky y se apellidase Johnson…
Abrió de forma divertida y amena el bolo con Pensando no se llega a ná, toda una declaración de intenciones de la forma de ver la realidad que trasmite con sus canciones. Sus gestos, ese tono de voz tan suya y sus palabras ya lo llenaron todo. Siguió con De Papel donde pidió disculpas a su manera de ser solo dos y no cinco, su formación habitual.
Ya calentado el público, se arranco con El Lobo de su último disco del que se negó a hacer ninguna “promoción comercial”. El tono sarcástico contagio a todos los presente. Risa que se amplió durante los varios segundos que tardo en arrancar la canción al olvidar por unos instantes como comenzaba la misma. Entre las risas, Josele argumentaba que era culpa de los pocos bolos que le salían pero que mejor eso que subirse a un andamio, jolgorio que continuó con Canción de Próstata, para diversión del personal. Su continuo alegato de que no era una canción autobiográfica y que ello durara no hizo más que hacer reír más al público.
De seguido continuo con la tranquila Soy un tipo pausado y Mar de Fondo donde aprovechó para presentar a Pablo Novoa a quienes no lo conocían. Para acabar el ciclo con Sin Dolor, también del disco nuevo, donde pidió disculpas por meter la palabra Gimnasio en uno de sus versos.
Continuando con su chulería y recordando a aquellos que dicen que con su nuevo disco ha vuelto más al rock eléctrico se toco varias tranquilas seguidas donde siguió haciendo coñas comparándose con el Orfeón Donostiarra o invitando al público a pedirse una copa mientras tocaba Euforia , Rosas y Mosquitos y Baila el Viento.
Afines y silencios incómodos entre medias cambiaria de tercio a mitad de concierto para cargar de emotividad sus temas, primero con Vuelo de Volar, donde recordó a Martín y Guillén, Siguió con Sol de Invierno, donde las palabras, el público y las guitarras desgarraron la noche, acordándose de los que siguen vivos… “Porque también cuentan” y acabo la serie con El Baile de los Peces y la Cachorrilla, sacando todo el rock que llevaban dentro ambas guitarras y animando al personal a cantar y seguir el ritmo, sobre todo con la Cachorilla a pesar de algún problema de acoples que hubo con esta última.
Después cambiaría de guitarra agarraría su Ibanez y haría dos de sus grandes temas Han ganado nosotros: “una canción protesta de las que no interesan a nadie” y Fragtales que corearía todo el mundo.
Y acabó la noche con Tragón, donde le dio un ataque rockero en un eterno bis de Escupe que casi rozaba el punk, Prima de Riesgo y Ole Papa la cual dedicaría a su propio Padre.
Primeras despedidas y la llegada de un bis que tardó más de lo habitual ya que le costó encontrar el afinamiento de Hagan Juego que sería con la que continuarían. Se dio un homenaje a él mismo tocándose un tema a capela have you seen my baby de Randy Newman. Al menos curioso escuchar a Josele en Inglés.
Acabaría, la noche con el Estibador, 22 canciones, casi dos horas después, tras tocar temas de todos sus discos y usar todos los ritmos propios del rocanrol americano.
30 años de Rocanrol bien trabajados…y que duren. Que el año que viene vuelven Los Enemigos.
