Un año más, y van unos cuantos, la cita invernal del Gazpatxo Rock era más que obligada en este inicio de la temporada festivalera. De nuevo, como en la edición anterior, en el pabellón municipal, y recuperando una tradición como la gazpachada gratuita a mediodía para todos los asistentes al festival, era este 3 de marzo, algo más tarde que otros años, la fecha elegida para la celebración del evento.
Si por algo se ha caracterizado el Gazpatxo desde siempre ha sido por la diversidad de estilos en su propuesta de grupos, si bien este año la apuesta estaba más enfocada a bandas del panorama punk-rock estatal o rock urbano, según se mire. Como todo esto influye según los gustos, para algunos esto significaría una gran noticia y otros echarían en falta bandas del corte de Skunk D.F., Hora Zulú o Habeas Corpus, por citar algunas que han tocado en Ayora en los últimos años.
Con música durante toda la tarde para ir caldeando el ambiente en las inmediaciones del recinto, eran las 20 la hora señalada para el inicio de las actuaciones. Los encargados de dar el pistoletazo de salida fueron los valencianos Desera, que venían a presentarnos su último disco, “El nuevo rumbo”, cuyo corte “Mañana” fue la primera en sonar. A pesar de ser el grupo que abría la lata, no era mala la asistencia de público presenciando el concierto. Un concierto en el que tampoco 
podían faltar temas del anterior disco de los valencianos, “Matices”, como “Explícame”, “Al tajo”, “La venganza de la tierra” o la entrañable “Mi buen amigo”. En la recta final del bolo cayeron canciones como “Diarios” o “La jaula de un necio”, despidiéndose la banda con la interpretación de “De otro color”.
Sus paisanos Los de Marras cogían el testigo, ante bastante más gente, ya que se trata de un grupo de mucha más trayectoria y que goza de bastante buena aceptación por la zona. Presentando su último disco, “Oscuridad”, no faltaron temas habituales de siempre en el repertorio de la banda, como “Así es la vida”, “Intolerante”, “Sexo en la calle” o la versión de Ismael Serrano, “Papá cuéntame otra vez”. Ya finalizando el concierto, en el que el grupo demostró estar en bastante buena forma, otro de los clásicos, “Pasión x ti”. Muy buena sensación dejaron los valencianos a los asistentes a su concierto.
Y seguíamos con Valencia, ya que los siguientes en aparecer fueron los Benito Kamelas, un grupo con muy buena aceptación en este festival, como ya pudimos comprobar hace dos años en su última presencia. No en vano, Quini, la voz de la banda, tiene sus raíces en Almansa, localidad próxima a Ayora y en la que el grupo cuenta con una importante legión de fans. Fans que no salieron decepcionados del recital que incluyó los temas de su último disco, “Buena energía”, aunque los puntos culminantes de sus conciertos siguen dándose con sus clásicos, canciones tan emblemáticas ya como “Cocaína”, “Aquellas cosas que solíamos hacer”, “Ayer soñé” o “Valencia ciudad”.
Quizá el grupo menos acorde con el resto del cartel en cuanto a estilo eran los andaluces Trashtucada. No obstante, la banda es una clara referencia ya en el panorama festivalero, y el progreso que están llevando a cabo a lo largo de los años es más que significativo. De hecho, sólo hay que ver la aceptación que ha obtenido el grupo desde su última presencia en el Gazpatxo, allá por el 2009, en lo que no es sino una muestra del trabajo bien hecho. El concierto no 
defraudó, mucha fiesta arriba y abajo del escenario, la gente volcada con el grupo y el nuevo disco, “Tírate del puente”, cada vez más asentado, sin olvidar canciones anteriores en el tiempo como “Racka Placka” o “Penélope”. En los últimos coletazos del bolo, “De festi vale?”, que empieza a convertirse ya en una especie de himno.
Turno seguidamente para el carismático Evaristo y los Gatillazo, que presentaban la novedad en la batería de Ziga, sustituyendo temporalmente a su hermano Tripi, lesionado. Y lo que parecía que iba a volver a ser un concierto más de Gatillazo trajo la agradable sorpresa para muchos de los asistentes con la presencia de un importante número de canciones de La Polla en el repertorio, sonando incluso himnos como “No somos nada”, “Txus” o “Carne pa’ la picadora”, para gozada de la gente. Todo ello sin olvidar los temas de Gatillazo, con canciones como “Gora Mari”, “Vendido” o “Sr. Juez”, pero lo que está claro es que, sin menospreciar a Gatillazo, la gente arde en deseos de escuchar las canciones de La Polla, y el motivo de satisfacción principal con el concierto fue gracias a ellas.
Salían a escena Reincidentes y con ellos la pregunta de siempre. ¿Tocaría la de cal o la de arena? La verdad sea dicha, los hemos visto veces mejores. Pero también peores, mucho peores. Así que en líneas generales no se podría considerar un mal concierto por parte de los de Sevilla, ni mucho menos, ya que encima el repertorio fue muy bueno, con gran presencia de temas del mítico directo “Algazara”, los cuales fue una gozada disfrutar en directo. El inicio del bolo ya nos ponía las pilas con “Rip-rap”, seguida de “Nazis nunca más”. Grandes momentos también con canciones como “Un día más”, “Grana y oro”, “¡Ay! Dolores” o la carismática “Vicio”, sin olvidarnos de temazos no tan habituales en los repertorios de los últimos años de la banda como “La historia se repite”, “Camela 3” o “Vota a nadie”. El final del concierto llegó, como muchas otras veces, con “Jartos d’aguantar”, versión del “Schönen Gruss, auf wiederseh’n” de los Die Toten Hosen.
Para el fin de fiesta, como sucede otras tantas veces, una banda tributo, en este caso se trataba del grupo local Los Olvidados, en su homenaje a Los Muertos de Cristo. Homenaje tanto en canciones como en espectáculo, ya que las 
indumentarias y vestimentas eran idénticas a las que usaba (o sigue usando, según se mire) la banda de Lorenzo Morales. En un repaso a distintos temas de la banda, no faltaron canciones como “Los gritos del silencio II” o “Dios salve al rey”.
Poco después del concierto nos indicaban que fuéramos desalojando el recinto para empezar las labores de limpieza. Era ya muy tarde, pero el festival a algunos se nos hizo hasta corto, prueba de lo a gusto que estuvimos una vez más en el Gazpatxo. Con una asistencia que esperemos les permita salvar los muebles y un sonido más que aceptable una vez más para tratarse de un pabellón cubierto, sólo nos queda dar las gracias a la organización por todo y esperar poder volver al año que viene a por más y, si se puede, mejor.
- Nuria López, Jorge a.C
