Día lluvioso de finales de enero. Un día gris para visitar por primera vez el Doka del barrio del Antiguo de Donostia. Sábado tras la fiesta grande de la tamborrada en honor a San Sebastián, la ciudad de resaca, y allí nos acercábamos para ver a Koma con muchas ganas de poder disfrutar su último disco: "La maldición divina".
Al entrar vemos que la sala no es muy grande y nos apresuramos a coger sitio en las primeras filas. El escenario nos queda a la altura de las rodillas. Sin teloneros con los que poder comprobar la calidad del sonido saltan los cuatro navarricos a las tablas...
Suenan los acordes de la intro de su nuevo trabajo y al igual que en éste empiezan por "Sin oxígeno"... a la luna los mandaba yo... A machete y sin cuartel otro nuevo tema, "Los idiotas", y empiezan a aflorar las primeras sonrisas con la letra de la canción. No es para menos. Brigi nos habla de que está en la operación toxina y que la casca que lleva no se la va a quitar. Aunque al final acabaría por sucumbir al calor. Sudando como un condenado y sin mucho respiro da paso a "Imagínatelos cagando" de su "Sinónimo de ofender".
Comprobamos que en primera fila la voz se escucha algo baja, aunque al irse uno un poco hacia atrás se nota que allí todo es nítido. A pesar de parecer un tanto local de ensayo y de estar la sala hasta los topes el sonido era bastante bueno.
Y turno para el que bajo mi punto de vista es el mejor tema de su álbum "Sakeo": "Jipis". Continúan desbordando sarcasmo a raudales mientras atruenan con sus instrumentos. Juan Karlos como una apisonadora a las baquetas. Me encanta la forma de tocar de Rafa a las 4 cuerdas. Siempre me encantó. Natxo gesticulante y expresivo como siempre a la par que certero en sus punteos, y Brigi en lo de hacer gestos no se queda atrás. Pose rockera y líder con carisma.
El público se lo está pasando en grande cuando llega otra del nuevo, "No te lo tomes a mal" que me recuerda un tanto a sus primeros discos. Seguido "Vaya carrera que llevas, txabal", un clásico de su tercer trabajo (El catador de vinagre) en la que el cantante cedió el micrófono a las primeras filas e incluso se zambulló entre el público.
Y nos hacían retroceder a su disco debut con "El pobre". Mítica. La gente tomando la voz en el estribillo... y para acompañar el flash back nos sueltan "Caer". Esa solitaria línea de bajo... ¿Qué cojones queréis si más bajo no puedo caer? Todo lo contrario a lo que reza su letra.
Pequeño parón y Natxo se acerca al micro. Empieza a tocar su tango y comienza con el "tengo en la nariz...". El himno fumeta "El muro de Berlín" ha llegado, ese punteo del no llores por mi Argentina que todos conocéis, arrabaleros.
Y a mitad del repertorio uno de los temas que yo iba buscando, desde la primera escucha de su nuevo trabajo fue la 
canción que más me impacto y me enganchó, y la gozada que supuso escuchar "Me vacío" en directo es indescriptible. Los sostenidos de mitad del tema son una pura delicia. Y al que no haya venido ni quiera venir que le den!!!! Sí señor.
Tras el orgasmo llegaba algo inesperado, una grata sorpresa en forma de "Pensamientos fúnebres" otra del "Sinónimo". Como diría aquel, les quedó ni-que-la-da. Todo un gustazo poder volver a escuchar esta canción en directo. Siempre pensé que el puente antes del punteo suena muy a los Megadeth del "Rust in peace" y según iba escuchándolo volvía a reafirmarme. En este tipo de temas se nota a las claras lo buenos instrumentistas que son cada uno de ellos. Y lo mejor es que parecen tan cercanos, destilan tan buen rollo y además de la crítica tan unida al rock te hacen sonreír con sus gestos y sus ironías.
Llegaba el tema en euskera. Esta vez eligieron "Bagare" que para ser sincero es de sus temas en euskera que menos me gusta, quizás por que tenga en la memoria siempre la versión de los Etsaiak que me parece tan genial. No voy a negar que hubiera preferido un "Marea gora" o un "Baga, Biga, Higa"...
Y guardando el orden de su último trabajo, a ésta le siguió "El exorcista". Ya puestos a elegir me quedo tan feliz jugado solo... Una de las letras más introspectivas y personales que le recuerdo a los Koma. Riffs con cierto sabor a Pantera que en directo se acentúan. Y el Natxo cascándose un punteo antológico.
Otra de las míticas tenía que aparecer, nuestro amigo del presidio "Jack Queen Jack"; siempre es un placer la visita del extirpador de amígdalas, como no.
Otra de las sorpresas de la noche llegaba en forma de colaboración con la familia Goñi ayudando a los vientos, trompeta el pequeño y saxo el mayor, para recrear en vivo "El sonajero" y su son tropical...
¿Y que sería de mi en un concierto de mis adorados Koma sin "Protestantes"? Momento álgido. De ahora en adelante a la lista negra... Genial.
Otra vez Natxo se acerca al micro, vamos intuyendo el cartel del poblado del Lejano Oeste que nos saluda con su "Bienvenidos a degüelto". La gente se vuelve loca y no para de bailar.
A continuación otra vuelta a sus orígenes a jugar con el "Tío Sam", la gente botando como loca. Hasta cuatro temas se pudieron escuchar en representación de los viejos tiempos.
El tema de apertura de su muchas veces olvidado "Criminal" hacía acto de presencia: "Menos mal". Me hubiera encantado que recuperaran alguna más de dicho disco.
Esto iba tocando a su fin, una verdadera pena por que toda la concurrencia estaba disfrutando a tope. Cuatro músicos empapados en sudor continuaban con el "Sakeo". Gritos y Brigi que nos invita a cantar: "maltrechos al sakeo, sakeo, sakeo; sin techos al sakeooo, sakeo, sakeo"
Paroncito y se liaban con su particular popurrí de clásicos del grupo enlazados: "El marqués de Txorrapelada", en la que Natxo nos hizo carcajear con su canto de "Abran paso que se acerca Urdangarín"; "Aquí huele como que han fumao", y de nuevo toda la sala pegando brincos, el recuerdo de todos para "Mi jefe" y su monumento, y el consejo de que no es bueno trabajar tanto, que nos va a dar "El Infarto"... Brutal.
Y para cerrar dos horas de conciertazo el que ha sido el sencillo de su último álbum, "La almohada cervical" que sí, que lo nuestro siempre fue heavy metal. ¡Y a mucha honra! Éxtasis.
Ciertamente eché de menos algunos temas a los que les tengo especial cariño ("Se donde vives", "La chulería" o alguna que otra más de su disco "Criminal") y me hubiera gustado escuchar canciones de su "La maldición divina" como "Blanco de los nervios" o "¿Quién sobra?", pero la cosa estuvo superior como estuvo. 25 canciones espléndidas.
Gran sabor de boca y esa sensación de alegría, de haber pasado un rato divertidísimo, como siempre que tenemos la suerte de cruzarnos con estos cuatro simpáticos navarricos.
Que sea por muchos años.
- Itxaso Garcia
