CRÓNICA: Doctor Deseo en Madrid (Diciembre de 2012)

Doctor Deseo en Madrid (Diciembre de 2012) Penelope
Madrid

21 de Diciembre de 2012

La cantidad de sensaciones y emociones que trasmiten Doctor Deseo con sus canciones y sus directos es más que difícil explicarlo, casi diría que es imposible pero fíjate que nada más terminar el concierto me encuentro con Kike Suarez (o Kike Babas, como se prefiera) y me lo decía de esta manera “No te puedes imaginar la de veces que me he emocionado con ellos y he llorado con “Abrázame”, se me pone la piel de gallina”.

Sencillo pero eso es lo que es Doctor Deseo, emociones, sentimientos, deseos, sueños, sensibilidad e instinto animal. Todo ello se ve representado en un puñado de composiciones que son perfectas, intachables y que con el tiempo cogen un cierto regustillo exquisito, el tiempo no pasa por ellas y claro está que uno ve una evolución musical a lo largo del tiempo de existencia de la banda que culmina en su último trabajo, “Al amanecer seguir soñando” que nos sumerge en un mundo de sueños, de anhelos y esperanzas para lograr seguir adelante.

Francis, vocalista de la banda es un perfecto frontman que se suele decir habitualmente para decir que domina el escenario y conecta con el público nada más salir y echar la primera mirada, aunque también hay que decir que se encuentra muy respaldado por el resto de la banda que aunque sean más tímidos no quiere decir que no tengan importancia ya que todos forman un bloque donde no hay ninguna fisura. Simplemente perfectos.

Doctor Deseo en Madrid (Diciembre de 2012)Hoy seremos tan valientes” inicia la noche con una caricia de aliento, de seguir adelante, de soñar, de mezclarnos y mostrar nuestros sentimientos sin dudarlo. No se podía comenzar de mejor forma, uno de los temas de su nuevo disco que más me gusta de todos junto con “El Perdedor (Con un as en el bolsillo) y ya de entrada podemos darnos cuenta del tremendo magnetismo de Francis que nos tiene a todos completamente entregados y hace con nosotros lo que quiere. Se baja del escenario, se pone a bailar con cualquier persona del público, mira a los ojos, susurra, canta , es absolutamente increíble lo que nos llega a trasmitir, una canción como “Cuanto frío hace en Saturno” nos llega al corazón y nos deja completamente desarmados y desnudos por su gran sencillez llena de calidez. Solo hemos escuchado tres temas y estamos bailando en otro mundo, no consigo explicármelo pero es la puñetera realidad así que cuando nos regalan “Suspira y conspira” nos encontramos de lleno con los instintos, la banda dando el 200 por ciento en el escenario y Francis nos apabulla con sus interpretaciones ya que cada tema es un papel, respira teatralidad donde hace cada papel suyo y eso da a cada canción un toque muy especial que otras bandas no tienen, va más allá de la simple música. Se pasa del sexo a relatarnos los problemas de países como África en “Sueño con niños y elefantes”, absolutamente sublime que engancha con dos temas clásicos como “Corazón de tango” y “Abrázame”, siendo este tema el que siempre nos ha hecho estremecernos y es que no lo puedo evitar siempre derramo más de una lágrima con esta canción. La rabia y las ganas de morder de alguien que no tiene dueño en “La hermandad de los perros sin dueño” sigue dando mucha tralla y fuerza y otros temas como “Quien mueve las cuerdas” no lleva a un pequeño descanso, un interludio para la banda a modo teatral para volver a llenarnos el corazón con más caricias más tarde.

Se nos hace muy larga la espera pero sin duda vale la pena ya que nos encontramos con una serie de temas más acústicos que nos deja ver otra cara más que atractiva de la banda. “Perdedor” me deja simplemente con la boca abierta, alucinado al igual que “Antes que me salve el olvido”, sonando con una sencillez abrumadora y esa honestidad, fuerza que te llega al corazón. Por desgracia ya nos iba quedando poco así que las siguientes en caer eran temas más que conocidos como “Mi torpe corazón” hablando de la incomunicación en las relaciones de pareja, los instintos en “Chocolate y vainilla”, la enérgica “Dancing in hell” y el final con “Mi pequeña María” y “Juegos malabares”. Increíble es decir poco.

  • Charly rock and roll

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